El SME ha decidido abandonar la mesa de diálogo instalada en la Segob porque ahí las posturas son inamovibles: el gobierno señala que el decreto de extinción es irreversible, mientras el sindicato reitera que su demanda de derogación del decreto es irrenunciable.
Al SME y sus aliados le quedan la presión en la calle, el juicio de amparo y la controversia constitucional. Los recursos del gobierno, por su parte, son la policía, el ejército y la presión para avanzar en la liquidación de los trabajadores. Esto significa que tendremos por largo tiempo un conflicto más en las calles, un nuevo frente político abierto y una guerra más en curso, como si no fueran suficientes las que agobian la vida pública en este momento.
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Al SME y sus aliados le quedan la presión en la calle, el juicio de amparo y la controversia constitucional. Los recursos del gobierno, por su parte, son la policía, el ejército y la presión para avanzar en la liquidación de los trabajadores. Esto significa que tendremos por largo tiempo un conflicto más en las calles, un nuevo frente político abierto y una guerra más en curso, como si no fueran suficientes las que agobian la vida pública en este momento.