martes, 9 de octubre de 2012

Josefina y su adiós al PAN ÁLVARO DELGADO 8 DE OCTUBRE DE 2012

MÉXICO, D.F. (apro).- “¡Josefina, tu historia no termina! ¡Josefina, tu historia no termina!”, gritaban decenas de panistas a Josefina Vázquez Mota, la noche del 1 de julio, en la sede del Partido Acción Nacional (PAN), una vez reconocida su derrota y su tercer lugar.
Esa fue la más reciente ocasión que Vázquez Mota pisó la sede nacional del PAN y es probable que no vuelva a hacerlo jamás. Aunque su historia no termina, como coreaban sus simpatizantes, su futuro podría ser al margen –y aun lejos– de ese partido.
En los hechos, desde esa fecha, Josefina le dijo adiós al PAN, una despedida que también involucra a Felipe Calderón y Gustavo Madero, tan responsables como ella en la peor derrota de ese partido en su historia y que puso fin a dos sexenios infecundos.
Todavía con la adrenalina de la jornada, cuando aún se contaban los votos y ella había reconocido su derrota –algo que dolió a sus simpatizantes que estaban aún en las casillas–, Vázquez Mota deslizó esa noche una crítica sin destinatarios precisos:
“Cada quien tendrá que hacerse una valoración profunda de lo que hizo y de lo que se dejó de hacer. El partido está obligado a reencontrar su origen ciudadano y a transformarse como institución con vocación de gobierno”.
Cuatro días después, el jueves 5 de julio, convocó a “los más de doce millones de mexicanos y a los panistas que me honraron con su voto” a crear “un gran movimiento social” para exigirle al nuevo gobierno un conjunto de reformas a favor de la democracia, de las libertades y de los derechos ciudadanos.
“Está historia no termina. Apenas está por comenzar”, rubricó ese día en un mensaje ante periodistas, que fueron impedidos de preguntar.
Sin embargo, tras ese pronunciamiento y esa convocatoria, Vázquez Mota desapareció. Hasta hoy. Vacacionó casi dos meses en Europa, de donde regresó el 30 de agosto, se sometió a una cirugía de ojos y sólo ha aparecido públicamente dos veces, en fechas fúnebres por la muerte de sus amigos Roberto González Barrera y Alonso Lujambio.
En su más reciente reaparición, en Palacio Nacional, su rostro fue sobrecogedor: angulado, demacrado, rugoso.
Nada más. Inclusive ha dejado sin respuesta la oferta que le hizo Madero –el 19 de julio– para hacerse cargo de la Secretaría de Acción Política, que él aseguró que había aceptado, y ya aclaró internamente que no le interesa la presidencia del PAN.
Vázquez Mota ha declinado, además, multitud de solicitudes de entrevistas y hasta la página de Internet de su campaña, www.josefina.mx, está suspendida.
Aunque un grupo de amigos y excolaboradores le han dicho que es un error su silencio tan prolongado, porque los vacíos se llenan y porque “santo que no es visto no es adorado”, ella ha decidido aprovechar todo el tiempo a recuperarse, física y emocionalmente, del desgaste que implicaron prácticamente 12 años de actividad ininterrumpida, particularmente el año más reciente de precampaña y campaña.
La semana pasada tenía previsto hacer un pronunciamiento público, pero decidió posponerlo hasta la próxima, tras un viaje a Estados Unidos donde, al parecer, está su futuro inmediato: Integrarse a una fundación, una universidad o un organismo internacional.
El alejamiento de Vázquez Mota del PAN, incluyendo la disputa por los mendrugos, ha hecho que prácticamente todos sus colaboradores hayan vuelto a sus antiguas actividades, estén en el desempleo o hayan encontrado acomodo aun en el gobierno: Un ejemplo es Daniel Hernández, su principal asesor político desde hace 12 años, quien aceptó ser –por tres meses– director general de Oportunidades.
Lo que es un hecho es que Vázquez Mota, aunque no renuncie a su militancia, ya dijo adiós al PAN…
Apuntes
“Familia por familia”, fue la consigna del grupo criminal que ordenó ejecutar a José Eduardo Moreira, hijo del expresidente priista Humberto Moreira y sobrino del gobernador Rubén Moreira, uno de cuyos grupos policiacos abatió a Alejandro Treviño Chávez, sobrino de Miguel Ángel Treviño Morales, L-40, segundo al mando de Los Zetas. Repugnante el crimen, asquea también la condición de privilegio de una familia de la elite, a cuyo servicio se pone el Estado.


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Descansará “El Lazca”… en remanso de lujo LA REDACCIÓN 9 DE OCTUBRE DE 2012

MÉXICO, D.F., (apro).- El líder y fundador de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, abatido por elementos de la Marina el pasado domingo 7 en el estado de Coahuila, mandó construir una ostentosa capilla de la Virgen de San Juan de los Lagos en la periferia sur de Pachuca, Hidalgo, para cuando le llegara la hora de morir.
En su momento, el templo financiado por El Lazca puso en el centro del debate el tema del apoyo del crimen organizado a la Iglesia, del que la revista Procesodio cuenta en su edición 1775, con fecha 7 de noviembre de 2010, bajo el título “Narcocapillas sin control”.
A continuación se reproduce la parte medular del texto escrito por el reportero Rodrigo Vera:
Desde hace tiempo en Hidalgo se sabía que El Lazca levantó esa ostentosa capilla de la Virgen de San Juan de los Lagos, en la calle Álamos de la colonia Tezontle, en la periferia sur de Pachuca.
Aledaña al Campo Militar 18-A, el templo tiene una cruz metálica que se yergue muy alta y domina el vasto arrabal de apiñados caseríos. Sus jardines, patios, muros de colores encendidos y amplias puertas y ventanales de cristal hacen de la capilla un remanso de lujo para la nutrida feligresía local.
Por dentro, a la espaciosa y moderna nave la iluminan vitrales de tonos azulados. Relucen los candiles y compiten en esplendor con los pisos de mosaico. Y en el altar –bajo un gran vitral que tiene la figura de una paloma– está la escultura de la Virgen de San Juan de los Lagos con su vestido ampón.
Aunque por ser capilla no tiene un párroco, los sacerdotes de los templos cercanos solían oficiar ahí las misas. Venían principalmente de la parroquia de San Cayetano, con todo y sus fieles.
Ahora el recinto está fuera de servicio.
Atrás de la capilla se construyó el Centro de Evangelización y Catequesis Juan Pablo II para dar formación religiosa a niños y jóvenes. Los salones de ese centro circundan un patio que sirve de área de recreo. Durante la construcción se dice que hasta los albañiles eran enviados por el narcotraficante oriundo de Apan, Hidalgo.
Cuando corrieron las primeras versiones del origen de la capilla, en julio pasado, Proceso preguntó al sacerdote Francisco González, encargado del decanato de la zona, si sabía algo sobre las aportaciones del capo hidalguense. El párroco contestó: “No lo sé, no lo sé”.
Los fieles, por su parte, eran renuentes a hablar de su relación con el líder de Los Zetas.
Se rumoró que el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz, sabía del asunto y para no comprometerse impidió que su nombre se pusiera en la placa que conmemora la inauguración de la capilla.
Finalmente la chapa metálica sólo dice: “Centro de Evangelización y Catequesis Juan Pablo II. Donado por Heriberto Lazcano Lazcano.
“‘Señor, escucha mi oración, atiende mis plegarias, respóndeme, tú que eres fiel y justo’, salmo 143.”
Hubo fuegos artificiales, bandas de música, juegos mecánicos y una abundante tamaliza el día de la inauguración de la capilla: el 2 de febrero del año pasado. La placa se develó ese mismo día, el de la Candelaria.
Y fue por esa placa delatora que apenas el pasado octubre el Congreso de Hidalgo exigió investigar el caso. Algunos legisladores señalaron que la película “El infierno” –en cuya trama un cura es cómplice de un capo local– se quedó corta ante la realidad hidalguense.
La Procuraduría General de la República (PGR) inició la averiguación previa AP/PGR/PACH/I-V/752/2010 para indagar si la capilla fue construida con recursos del narcotráfico. El presunto delito es lavado de dinero contra quienes resulten responsables, sea el arzobispo Díaz o algunos de sus párrocos.
El vocero de la arquidiócesis primada de México, Hugo Valdemar, pide a la PGR no hacer distingos: “Si un sacerdote sabe que el donador es un delincuente se convierte en cómplice, lo cual es gravísimo; sería sano que se le iniciara una investigación penal, sería muy sano tanto para la Iglesia como para la sociedad”.
La arquidiócesis primada –en el editorial de su semanario Desde la Fe de la semana pasada– señala que “para vergüenza de algunas comunidades católicas hay sospechas de que benefactores coludidos con el narcotráfico han ayudado con dinero del más sucio y sanguinario negocio, en la construcción de algunas capillas, lo cual resulta inmoral y doblemente condenable y nada justifica que se pueda aceptar esta situación”.
Manuel Corral se encoge de hombros, arquea las cejas y comenta intrigado: “El caso de esa capilla sólo se hizo notorio por la placa que pusieron. Todo lo hicieron muy evidente. Me pregunto: ¿el caso hubiera quedado oculto de no haberse puesto esa placa? ¿Habrá más capillas en igual situación?”.
Lo cierto es que hasta el momento los narcodonativos a la Iglesia sólo se conocen por ese tipo de registros escritos.
Es el caso de la parroquia de Tamazula, Durango, en el llamado Triángulo Dorado: las bancas de madera del templo fueron donadas por los narcotraficantes locales o por sus familias, según las inscripciones puestas en los respaldos.
“Inés Calderón Q.”, dice la banca donada por el capo Inés Calderón Quintero, oriundo del lugar y miembro del cartel de Sinaloa. Fue uno de los primeros en introducir cocaína y heroína a Estados Unidos. Se le acusó de colaborar en el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena. Murió en un tiroteo en marzo de 1988.
“Familia Coronel Aispuro”, reza el letrero de la banca donada por esa familia a la que pertenece Emma Coronel, esposa de Joaquín El Chapo Guzmán y sobrina del narcotraficante Ignacio Coronel, muerto recientemente en Jalisco en un enfrentamiento con el Ejército.
“En memoria de mis padres Martín Ávila Beltrán y Griselda Amézquita; de Chuy Ávila”, dice la inscripción que, en otra banca, pusieron los familiares de Sandra Ávila Beltrán, La Reina del Pacífico, presa en Santa Martha Acatitla.
Y así, una a una, cada banca del templo de San Ignacio de Loyola, en Tamazula –edificado por los jesuitas en el siglo XVIII–, va dando cuenta de los narcotraficantes que la donaron.
Rodríguez Gómez ataja: “Sabemos de esos donativos. Los narcotraficantes van y colocan sus bancas en los templos y no hay quien los pare. Nos guste o no nos guste, ahí está su banca. No censuramos a nuestros párrocos por eso. Comprendemos lo difícil de su situación”.
Corral lo secunda: “Muchos sacerdotes son obligados a prestar servicios espirituales al crimen organizado. Uno de ellos me comentaba que, en una ocasión, lo obligaron a dar misa. Al regresar a su casa un enviado de los narcos tocó a su puerta y le dijo: ‘Padre, aquí le mandan esto en pago por sus servicios’. Era una camioneta último modelo. El párroco rechazó el regalo”.
Ambos refieren que Michoacán, Durango, Sinaloa y Guerrero son los estados más peligrosos para ejercer el ministerio. Varios sacerdotes ya han sido asesinados por el narcotráfico. Sólo la arquidiócesis de México –agregan– lleva ya siete ejecutados. Hasta algunos obispos padecen las amenazas del narco, tema del que este semanario ya se ocupó (Proceso 1713).
Por esos motivos, dicen, hay que evitar juicios precipitados y esperar las pesquisas de la PGR y saber en qué condiciones construyó la capilla El Lazca. Pudo haber presionado o pudo tener el apoyo voluntario de la arquidiócesis de Tulancingo, cuya jurisdicción abarca Pachuca.

Problema añejo
La estructura criminal de Los Zetas se ha extendido, por cierto, a los 84 municipios hidalguenses en un entorno de complicidades que incluiría al gobernador saliente, Miguel Ángel Osorio Chong, y al electo, Francisco Olvera, así como a las autoridades judiciales, policiacas y militares del estado (Proceso 1748).
Pero el tema de las narcolimosnas no es nuevo. Ya en los noventa se acusaba a los hermanos Arellano Félix de apoyar con fuertes donativos al entonces obispo de Tijuana, Emilio Berlié, quien a su vez gestionó una reunión privada entre esos narcotraficantes y el entonces nuncio apostólico en México, Jerónimo Prigione (Proceso 937).
En septiembre de 2005 Ramón Godínez –en ese tiempo obispo de Aguascalientes– afirmaba que esos jugosos donativos se “purifican” al llegar a la Iglesia. Y lo que importaba era la “buena intención” de los devotos delincuentes. “Dondequiera que se entreguen las limosnas del narcotráfico da igual, no nos toca a nosotros investigar el origen del dinero”, decía Godínez.
Ahora Rodríguez y Corral insisten en que las 60 mil capillas del país son el flanco más débil por el que se puede colar, o se está colando, el dinero del narcotráfico, ya que el aparato burocrático del episcopado no tiene control administrativo sobre ellas.
El secretario general de la CEM explica: “Las periferias de las ciudades están creciendo aceleradamente y sus pobladores, muchos de ellos migrantes de provincia, tienen necesidades espirituales, por lo que empiezan a reunirse aunque sea bajo un árbol. Buscan luego un terreno para construir su capilla. Después consiguen recursos para edificarla poco a poco.
“Ya construida, ellos mismos se encargan de su administración y mantenimiento. Llaman a algún sacerdote para que les oficie misa esporádicamente, pues no son de culto regular. Pero ahí ya se formó una comunidad católica.”
–¿El sacerdote sólo tiene injerencia en el culto?
–Por lo general así es. El sacerdote no puede llegar y decirle a los fieles: ‘A ver, muéstrenme la licencia de construcción de su capilla y díganme de dónde sacaron los tabiques’. No, porque además se lo prohíben los usos y costumbres de la comunidad, que deja esa responsabilidad a sus fiscales y mayordomos, quienes también se encargan de organizar fiestas patronales u otras ceremonias. Esa es la tradición de nuestro pueblo.
El jerarca refiere que, sin embargo, los fieles están obligados “legalmente” a pedir la autorización de su diócesis para construir una capilla, para que aquélla la registre en la lista de las que pertenecen a su jurisdicción.
“Esto en la práctica generalmente no se da. Incluso es muy común darnos cuenta de la existencia de una capilla cuando la vemos construida. Y ni modo que la mandemos tumbar”, dice.
Indica que las 9 mil parroquias del país, a diferencia de las capillas, están controladas administrativamente por sus diócesis, como lo estipula el derecho canónico. Aparte de cumplir con la normatividad pastoral y litúrgica, el párroco responsable debe presentar periódicamente su estado de ingresos y egresos, el número y monto de los donativos que recibe, de dónde provienen, en qué se gastan…
–¿Cómo saber cuando una capilla es construida o recibe donativos del narco? –se le pregunta.
–Eso solamente puede notarse en el proceso constructivo de cada capilla. Por lo general es un proceso muy lento porque los fieles las construyen con sus aportaciones y su esfuerzo diario. Pero ya resulta sospechoso cuando en una comunidad pobre se levanta aceleradamente una ostentosa capilla.
Ante esta falta de control, Corral señala que para impedir que los capos sigan construyéndolas, la única medida que tiene el episcopado es dar “formación” a los laicos para que sean “coherentes con su fe”.
Por eso, comenta, la jerarquía católica difunde comunicados, exhortaciones y cartas pastorales –como la más reciente: Que en Cristo nuestra paz México tenga vida digna– donde se alerta a los laicos sobre los peligros del narcotráfico.
El documento sentencia: “Lo primero que hay que hacer para superar la crisis de inseguridad y violencia es la renovación de los mexicanos. México será nuevo sólo si nosotros mismos nos renovamos… Por tanto, la primera e inaplazable tarea es la formación integral de la persona”.
Corral concluye: “Las capillas pertenecen a una compleja estructura no controlada y sin organización. Es muy difícil meterlas en la estructura parroquial. Y el episcopado es sobre todo una entidad moral, eso que quede muy claro”.


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Se divide el cártel de Los Zetas JORGE CARRASCO ARAIZAGA Y JUAN ALBERTO CEDILLO 9 DE OCTUBRE DE 2012

MÉXICO, D.F. (apro).- El pasado 15 de julio, la revista Proceso publicó un reportaje sobre la ruptura en la cúpula de Los Zetas, en la cual dos principales líderes, El Z-40 y El Lazca, aparentemente estaban enfrentados en una complicada trama de traiciones que, según los expertos, auguraba un nuevo y más grave baño de sangre en el país. A continuación se reproduce el texto íntegro:
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La mañana del 1 de junio un grupo de jóvenes colgó una gran manta en el jardín Independencia en el Centro Histórico de Zacatecas. Casi al mismo tiempo cuatro adolescentes subieron las escaleras de un puente peatonal que cruza la transitada avenida Félix U. Gómez, del centro de Monterrey, para colocar el mismo narcomensaje que tenía en el centro una gran fotografía de Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca.
Alrededor de la imagen de El Lazca había siete más pequeñas de otros capos zetas que han sido abatidos o capturados, entre ellos Jesús Enrique Rejón Aguilar, El Mamito; Jaime González Durán, El Hummer; Arturo Guzmán Decena,Z-1, y Raúl Lucio Hernández Lechuga, El Lucky.
Por esos días también fue subido al portal de videos YouTube un corrido con la siguiente advertencia: “Pongan atención cárteles de México y de otros países, esta es la historia de una persona que ha traicionado a compañeros aliándose con federales para así entregárselos y su plan es ser líder de Los Zetas”.
Con esa advertencia comienza el video que llamaron “la verdadera historia del Z-40”, en alusión a Miguel Ángel Treviño Morales, quien junto con El Lazca tiene el control de Los Zetas, el grupo que hasta 2009 operó como brazo armado del Cártel del Golfo al servicio de Osiel Cárdenas Guillén, ahora preso en Estados Unidos.
Luego apareció otro video: “Nuevo corrido de Los Zetas”, en el que se narran las supuestas traiciones que ha cometido el “Nuevo Judas”, como identifican a Treviño Morales, contra algunos integrantes de esa organización.
El 7 de junio el mismo mensaje con la foto de El Lazca al centro apareció frente a la presidencia municipal de Ciudad Mante, Tamaulipas. Pero esa vez fue colocado en la puerta de un camión de carga en cuyo interior había 14 cadáveres mutilados.
Esos mensajes y hechos como el descuartizamiento de 49 cuerpos que fueron abandonados la madrugada del 13 de mayo en Cadereyta, dejan ver una nueva división en uno de los grupos más poderosos y diversificados en la República, lo que podría ser el preludio de un nuevo baño de sangre.
“Z-40” vs. “El Lazca”
Fuentes de seguridad del gobierno federal confirman a Proceso que hay una división entre Los Zetas y consideran que la pugna es por el liderazgo. Mencionan incluso que Treviño Morales puede traicionar y hasta entregar a El Lazca, el único de los militares de élite que sigue en la organización. Los demás desertores del Ejército que crearon Los Zetas al inicio del sexenio de Vicente Fox han sido asesinados o encarcelados.
El Z-40 ha traicionado y ha estado poniendo a gente de El Lazca”, aseguran las fuentes oficiales, quienes agregan que Lazcano se ha estado desplazando entre Europa y Centroamérica. Hace poco fue ubicado en Costa Rica, a donde llegó desde Alemania.
Lazcano ha perdido mucha gente de su confianza y eso lo ha obligado a replegarse, aunque la reciente detención de José Treviño Morales, hermano del Z-40, lo puede favorecer, dicen.
José Treviño fue detenido el 12 de junio en Estados Unidos, acusado de lavar dinero para su hermano. La investigación en ese país tiene que ver sólo con la célula de Los Zetas a cargo de Treviño Morales y no implica a toda la organización delictiva.
El Z-40, quien ha sido ubicado entre Piedras Negras, Coahuila, y Aguascalientes, podría tornar todavía más violento a ese cártel si logra quedarse con el control, pues se ha distinguido como un operador impulsivo, advierten las fuentes.
Las noticias sobre la división zeta no son nuevas. Desde abril del año pasado la firma texana de inteligencia Stratfor dio cuenta de versiones en ese sentido:
“Stratfor ha escuchado rumores de una división entre el líder de Los Zetas, Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, y el número tres de la organización, Miguel Ángel Treviño Morales, Z-40. Sin embargo no nos ha sido posible confirmar esto o determinar si el desgaste de líderes secundarios fue afectado o causado por tal división.”
Las versiones no quedaron ahí. En junio del año pasado se informó que Lazcano había muerto en un enfrentamiento con el Ejército en Matamoros. La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) lo desmintió.
Narcomensaje
Las narcomantas que aparecieron en Zacatecas, Monterrey y Ciudad Mante en junio pasado empiezan con una advertencia: “Esto va para todos los compañeros que quedan cerca del jefe Lazcano y Z-40”.
Los autores del texto usaron el nombre de Guzmán Decena, Z-1, el militar que fundó Los Zetas y que murió en Matamoros en noviembre de 2002 en un enfrentamiento con sus excompañeros del Ejército.
El recurso fue para preguntar a Heriberto Lazcano si la captura de algunos jefes zetas son casualidades o han sido traiciones. Las bajas han sido ante el Ejército o la Marina. Pero la mayoría han caído en manos de la Policía Federal (PF).
En las narcomantas se dice que la detención de Germán Torres Jiménez, El Tatanka, era “entendible para quitar la calentura del gobierno de Estados Unidos”. Esto porque en diciembre de 2008 aquél fue responsable del secuestro y asesinato del exagente del FBI Félix Batista, en Saltillo. Enseguida preguntan quién lo entregó: ¿Lazcano o El Z-40?
Después de haber sido capturado en Poza Rica, Veracruz, El Tatanka confesó a la PF que había abandonado la plaza de Saltillo porque supo que miembros de su grupo pretendían eliminarlo.
Otro de los nombres incluidos en las mantas es el de Efraín Teodoro Torres, La Chispa o Z-14, quien murió en el ataque del 3 de marzo de 2007 en Villarín, Veracruz, donde tenía lugar una carrera de caballos.
Su nombre salió de nuevo a la luz pública por la detención del hermano del Z-40pues entre los acusados de lavar dinero para Miguel Ángel Treviño, la justicia estadunidense incluyó a Francisco Colorado Cessa, presente en los hechos donde murió el Z-14. Las narcomantas señalan que después de que mataron a Torres dejaron a su “familia en la calle”.
Además está el nombre de Reyes Enrique, El Rex o Z-12, detenido en junio de 2007 en Hidalgo por militares. “Su ilusión era casarse confió en ti la ubicación de su boda y lo traicionaste poniéndolo el día de su boda”, dice el narcomensaje que también cuestionan que al Lucky lo haya capturado la Marina cuando andaba solo, a pesar de que “era muy cuidadoso en su seguridad”. Fue “¿casualidad o traición?”.
Los narcomensajes también señalan que Miguel Ángel Treviño andaba junto con Daniel Pérez, El Cachetes, cuando éste fue detenido en Guatemala en abril de 2008. “Era el segundo de abordo tuyo como él no la libró y 40 sí. Casualidad o traición?”.
Dicen también que el jefe zeta en Reynosa, Jaime Durán, El Hummer, le “estorbaba a 40 para que resaltara más que él”.
Refieren además la detención de otro exmilitar fundador del grupo, El Mamito, y de Alberto José González Xalate, El Paisa, detenido por la PF en abril de 2012 en Saltillo cuando circulaba en un auto con su esposa y tres menores.
“Era buen amigo tuyo y cuidaba tus finanzas e intereses personales fue casualidad que los azules lo encontraran también andando en carro solo y con su familia!”
El mensaje termina con la siguiente frase: “Saca conclusiones… a la mayoria los detuvo los azules y es tan fácil como dar un numero telefónico y te ganchan.
“Los únicos que andaban comunicados contigo o 40 son todos los mencionados… casualidad o traición? Con quien estamos más seguros con Lazcano o con 40.”
También en video
Los narcovideos son más explícitos: dicen que el “Judas” de Los Zetas es Miguel Ángel Treviño. Lo implican en una serie de intrigas y asesinatos de los mismos compañeros del grupo y le advierten a Lazcano que el Z-40 “no conoce de lealtad”.
“Hay un dicho que es muy cierto, ni en tu sombra hay que confiar. Ese que tú traes a un lado no conoce la lealtad… Y tú por confiar en tu sombra, sabrá dónde acabarás”, dice “El nuevo corrido de Los Zetas”.
“Ahí te dejo de recuerdo lo de la Sierra de Victoria, San Luis y San Fernando, acuérdate y haz memoria, te cayó todo el gobierno y por poco no la logras”, añade.
Versiones que circulan en medios policiacos de Nuevo León aseguran que Los Zetas ya están divididos en dos bandos, uno de los cuales está negociando con los grupos descontentos del cártel del Golfo para formar un grupo y abandonar al Z-40. Y destacan que Heriberto Lazcano tiene mucho tiempo al margen de las principales acciones.
Uno de los hechos que evidencian la división del grupo ocurrió la madrugada del 13 de mayo, cuando Jesús Elizondo Ramírez, El Loco, líder zeta en Cadereyta, desobedeció las órdenes del Z-40.
Capturado por los militares, el 18 de mayo en el municipio de Guadalupe, confesó que “recibió órdenes de Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño y del jefe de la organización criminal en dicha entidad, el cual es conocido como El Morro, para que se coordinara con un individuo apodado El Camarón y abandonaran en la plaza principal de Cadereyta los cuerpos que le iba a entregar dicha persona, junto con una manta que los incriminaba como responsables de la matanza”, informa un comunicado de la Sedena.
Elizondo Ramírez contó que un representante del Camarón, José Ricardo Barajas López, El Bocinas, fugado del Penal de Apodaca, lo citó en el poblado de Los Herrera, donde se encontró con 30 sicarios que le entregaron los 49 cuerpos, “los cuales fueron transportados en varias camionetas, incluyendo un camión de carga”.
“Debido a las consecuencias previsibles que desencadenaría un evento de esta naturaleza en su contra”, El Loco contravino las órdenes de sus jefes y decidió “dejar los cuerpos en donde posteriormente fueron localizados por las autoridades y no en la plaza central del municipio, como se le indicó”.
Según esa versión, la madrugada del 13 de mayo El Bocinas se encargó de grabar la acción con su teléfono celular y posteriormente el video fue subido aYouTube, pero duró pocas horas en la red.
En confesiones a los militares, Elizondo Ramírez confirmó que el Z-40 estaba en Guatemala cuando fue detenido El Cachetes.
El comunicado de la Sedena precisa que Elizondo “señaló además que en el mes de marzo de 2008 formó parte de un grupo de sicarios encabezado por Treviño Morales, quienes incursionaron en el departamento de Zacapa, en Guatemala, para ampliar el control de la organización en dicho país, registrándose varios enfrentamientos con los grupos locales en donde falleció el narcotraficante guatemalteco Juan José León Radón, alias Juancho León”.
Dos días después de que aparecieran los 49 cuerpos, el grupo que se está dividiendo colocó decenas de narcomantas en Ciudad Valles, luego en Zacatecas y finalmente en Monterrey, en las que niegan ser autores de la matanza de Cadereyta.
“El grupo Zeta se deslinda de los 49 descuartizados en Nuevo León y les pedimos (a las autoridades) que chequen bien, hagan bien su trabajo como debe ser. No porque van y les tiran un camión con cuerpos con un mensaje que fueron los Zetas van a dejar de hacer su trabajo”, señalaba el narcomensaje.
Otro de los hechos que muestran las divisiones zetas también sucedió en Monterrey, cuando policías estatales detuvieron a Juan Francisco Treviño Chávez, El Quico, sobrino de Treviño Morales.
Treviño Chávez fue detenido junto con su primo Jesús Chávez García la tarde del 12 de junio en un centro comercial de Monterrey por miembros de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI).
Treviño Chávez, de 31 años, estaba a cargo de la plaza de Nuevo Laredo y llegó a Monterrey para reorganizar al grupo que aún está con ellos. Fuentes policiacas informaron que su captura se debió a una denuncia anónima que alertó a los miembros de la AEI, una corporación que nunca detiene a narcotraficantes de ese calibre. Tras capturarlo mantuvieron en secreto el hecho durante dos días, hasta que una filtración a los medios sacó a la luz el caso.
Treviño Chávez fue el segundo familiar de Treviño Morales detenido ese día: el gobierno estadunidense había capturado ya al hermano menor del Z-40.



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Tres series de TV con tema narco COLUMBA VÉRTIZ DE LA FUENTE 9 DE OCTUBRE DE 2012

Protagonizada por Kate del Castillo, La Reina del Sur destapó el año pasado la cadena de series para televisión en torno al narcotráfico y la corrupción de autoridades, temas que ya abundan en las pantallas chicas como son los programas Capadocia o La ruta blanca. Sus actores, Dagoberto Gama y Dolores Heredia, opinan sobre dicho fenómeno, al igual que Charlie Gore, uno de los productores de Estado de gracia, la otra serie de estreno tras cuatro años de estar enlatada por el canal del Instituto Politécnico Nacional Once TV, cuyo director, Rafael Lugo, niega que se trate de una censura.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- La situación de México con respecto al narcotráfico, sus capos, la corrupción que genera en la policía, el Ejército y los políticos, y la guerra desatada por el poder en todas las altas esferas, nutre a series televisivas tanto de los canales abiertos como los restringidos.
Hay desde historias que critican al crimen organizado y denuncian la narcopolítica, hasta los que enaltecen a la Marina Armada Mexicana.
La telenovela colombiano-española y mexicana La Reina del Sur, basada en la novela del español Arturo Pérez-Reverte, abrió el camino a principios de 2011 en Telemundo. Fue producida por R. T. I., Telemundo y Antena 3. La dirigió el cineasta mexicano Walter Doehner y la protagonista fue Kate del Castillo. Se proyecta de nuevo por Univisión. Ha obtenido un rotundo éxito en toda América y Europa, y sigue recorriendo países.
Luego, sorprendió la serie El equipo, coproducción de Televisa y la Secretaría de Seguridad Pública federal, donde se glorificaba el trabajo de un equipo de élite de la Policía Federal que se enfrentaba con eficacia y una rapidez inusitada a capos del narcotráfico.
La Secretaría de Seguridad Pública invirtió cerca de 150 millones de pesos en este proyecto, estrenado el 9 de mayo del año pasado; además, utilizaron en la trama su armamento, helicópteros y equipo y personal, violando el artículo 47 de la Ley de Responsabilidades de los Servicios Públicos que establece la prohibición de utilizar recursos e infraestructura para fines distintos a su función pública (Proceso, 1802).
Ahora están en la pantalla chica:
La ruta blanca (Cadena Tres), en torno al mundo de la cocaína, desde la plantación de la semilla en Colombia, la protección que dan las clases altas de la política, la guerra de los cárteles en México hasta que llega al consumidor en Estados Unidos.
Estado de gracia (Once TV México), donde una diputada propone la legalización de las drogas, siendo sorprendentemente la primera serie hecha por el canal del Instituto Politécnico Nacional, aunque estuvo enlatada durante cuatro años.
Capadocia (HBO Latinoamérica), la cual se centra en una cárcel de mujeres pero retrata la corrupción, el poder político y privado y el tráfico de drogas, y La teniente (Azteca 7), que ensalza a la Marina Armada de México.
La selva colombiana, la ciudad de Bogotá, México y Miami son los escenarios de La ruta blanca, producida por Caracol Televisión de Colombia y Cadena Tres de México. Desde el pasado 13 de agosto se transmite de lunes a viernes a las 21 horas. Los principales personajes son Francisca Rojas, la campesina; Esteban Mejía, un congresista colombiano; Homero Paz, el capo mexicano, y Alejandro Sandoval, un adicto a la coca.
Ahí, el actor mexicano Dagoberto Gama interpreta a Homero Paz, quien en entrevista, platica que en estas cuatro historias concentradas en 80 capítulos “se ve desde la siembra donde los campesinos colombianos viven en condiciones extremas, maltratados, en fin.” Con Esteban Mejía, quien aspira a ser senador, “se aprecian obviamente las implicaciones políticas”.
Homero Paz “es un capo de capos, el jefe, también un padre de familia, conservador, creyente, común aparentemente; su esposa es la actriz Esmeralda (Dolores Heredia) y con ella tiene tres hijos, y en este asunto de la coca se ve la disfuncionalidad de una familia que con las cantidades de dinero que posee podría tener una vida bien y no es cierto, es terrible”.
Luego, se plantea el negocio de la coca en Estados Unidos, el mercado, a través de un actor mexicano que va con la idea de hacerse famoso, “pero se cruza con la coca y lo lleva a situaciones indeseables y la destrucción”.
Según Gama, quien también participó el La reina del sur y Estado de gracia, “se exhiben en La ruta blanca personajes en la opulencia pero que son malos para la sociedad; los presentamos como seres humanos con decisiones terribles, con virtudes y defectos como cualquiera, pero envueltos con este gran mal mundial, las drogas, que los lleva a destruirse y a destruir su entorno”.
Opina que estos relatos televisivos “pueden aportar mucho, sólo depende cómo los planteen”. Aunque advierte que se corre el riego de caer en la apología del crimen “o prestarnos a que lejos de hacer conciencia social, invitemos a ese tipo de vida”, por lo que Dagoberto Gama alerta:
“Hay que tener cuidado en no caer en eso. Que el objetivo sea hacer conciencia en la sociedad y sobre todo a los jóvenes, los más vulnerables; pero también es cierto que no hay oportunidades para que se desarrollen, no hay oportunidades de trabajo para la gente en general. La ruta blanca es un reflejo del momento.”
–¿Qué opina de que en Estado de gracia se resalta legalizar las drogas?
–Estoy a favor de esto en el sentido de que sea paulatino y de acuerdo con las circunstancias de cada estado, a sus leyes; pero el narcotráfico es un negociazo y no les conviene eso. Mientras no haya limpieza en los políticos mexicanos, en la necesidad de crear empleos de verdad e invertir en la educación, nada cambiará.

Primera ficción del Once

Estado de gracia, con Karina Gidi, Daniel Martínez, Raúl Méndez y Roberto Sosa, se estrenó el 1 de agosto, si bien en Estados Unidos había iniciado desde el 4 de junio por el canal Cine Latino.
Los directores de la serie son Carlos Bolado, Charlie Gore y Javier Solar. Gore cuenta, en entrevista, que fue la primera ficción que se hizo en Once TV México, es decir que ya estaba terminada desde hacía cuatro años, y que fue una idea del cineasta Fernando Sariñana, titular de Once TV México entre enero de 2008 y marzo de 2011:
“Se hizo antes que Bienes raíces. Se intentaba mostrar algo que no se hubiera visto en la televisión abierta. No debía ser moralina, sino mostrar que existen distintos puntos de vista de cómo resolver un problema que tenemos encima como es el narcotráfico. Se ven los puntos de vista de la diputada Julieta Toscano (Karina Gidi), quien lanza una iniciativa para legalizar las drogas; de un policía y su lucha frontal contra las drogas, y la parte de rehabilitar a la gente que ya es adicta y la educación para la prevención”, destaca Gore.
“Tristemente la serie es muy actual, no ha cambiado nada el país, no perdió vigencia, al contrario; resume muy bien lo que pasó en el sexenio.”
–Llama la atención que fue la primera serie de Once TV, que estuviera realizada desde hace cuatro años y sale hasta ahora, ¿qué dice al respectó?
–Supongo que su proyección tiene que ver con el final del sexenio. Siendo la primera serie de ficción en el canal creo que hubiera sido un escandalazo que hubiera sido la primera en salir al aire, es un tema demasiado fuerte. Se necesitaba preparar al público con otras cosas de ficción para que se fuera acostumbrando a este tipo de proyectos en el canal. Creo que es la serie más fuerte de todas las que se han creado en el Once.
–¿Cómo ve el tema de legalizar las drogas en Estado de gracia?
–Allí es una propuesta, una opción, y se ve como una salida. En lo personal, creo que no sirve de nada la legalización, debe ir acompañada de una serie de programas, tanto de prevención como de rehabilitación de la gente que ya es adicta.
Rafael Lugo, director de Once TV, niega que haya sido censurada Estado de gracia, integrada por 13 episodios:
“No sé si Sariñana consideró que entonces era un mal momento para sacarla al aire. No sé… Cuando entré a dirigir el canal, pensé que estaba mal haber pagado por algo que no es transmitido y busqué la forma de proyectarla. Vi como momento más cercano febrero; pero estábamos a un mes de que se iniciaran las campañas presidenciables y como periodista pensé que podía ser muy mal tomado, que podría ser utilizada como cualquier herramienta de cualquier partido, lo consideré muy inoportuno, no se produjo para eso, no tiene ningún objetivo político. No sé si algún candidato abanderaría una de las iniciativas aquí expuestas, como la legalización de las drogas. Entonces, como siempre, para defender el honor y prestigio del canal, tomé la decisión de sacar Estado de gracia después de las elecciones.”
Charlie Gore manifiesta que lo importante de estas series que hace 10 años no se creaban en México es “abrirle opciones al televidente y cada quien sabrá que quiere ver, si las telenovelas con historias chafas u otro tipo de proyectos, hay que mostrar lo que sucede sin tapujos y sin maquillajes que es un poco lo que hicimos con Estado de gracia”.

Tema inevitable: Dolores Heredia

La tercera y última temporada de Capadocia comenzó a transmitirse el pasado 23 de septiembre por HBO Latinoamérica.
Son 13 capítulos y la productora mexicana Argos fue de nuevo la empresa encargada de filmarla. Actúan Damián Alcázar, Adriana Barraza, Patricia Castillo, Gabriela de la Garza, Ana de la Reguera, Ernesto Gómez Cruz, Dolores Heredia, Miguel Ángel Muñoz y Cecilia Suárez, entre otros.
Dolores Heredia es en Capadocia Teresa Lagos y en La ruta blanca es Esmeralda, esposa del capo Homero Paz. Ella cree que no se puede evitar llevar la realidad a la televisión:
“Ha llegado a tal punto la indecencia y la desfachatez de los políticos que ya no nos han dejado otra opción, es el pan de nuestros días, nuestro imaginario… Aunque no queramos cae allí, estamos rodeados de eso, estamos viéndolo en todos lados, es lo que nos duele. Entonces, las historias que se crean van bañadas de eso.
“Hay gente que pregunta por qué siguen haciendo historias de estas, pero es que no nos dan chance de otro tema. Además, dentro de la comunidad artística, desde los creativos hasta los intérpretes, cada vez hay gente conciente, y sueña con cambiar las cosas, con aportar aunque sea algo. Sentimos que a través de nuestro trabajo podemos despertar un poco más a la gente, sacudirla un poquito, moverles el punto de vista, cuestionarlos y por lo menos, hacerlos reflexionar.”
Pero la primera actriz también es realista:
“En la parte negativa creo que estos proyectos le hacen cosquillitas en el dedo chiquito a los monstruos que están allá arriba con todo el poder político y económico. Si acaso se enteran que estamos haciendo esto…”
La teniente inició el 24 de septiembre y consta de 24 capítulos:
Cuenta la historia de Roberta Ballesteros, recreada por la colombiana María Fernanda Yepes, una teniente que se integra al pelotón de la Base de Operaciones Especiales de la Marina Nacional, la cual prestó instalaciones, equipo y personal. A través de prensa de TV Azteca se solicitaron entrevistas con los productores Benjamín Salinas y Roberto González, y no hubo respuesta.


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Nicaragua: el revés de la trama o la trama al revés HOMERO CAMPA Y JENARO VILLAMIL 9 DE OCTUBRE DE 2012

El caso de los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua se torna cada día más complejo. Nuevas declaraciones y documentos enredan la trama de una historia en la que Televisa, muy a su pesar, se ve involucrada. Los altisonantes desmentidos del conductor de la televisora, Joaquín López Dóriga, siembran más dudas que certezas. En su afán por defender a la empresa, aludió el viernes 5 a un caso de falsificación que data de 2007 y reclamó tardíamente a la procuraduría capitalina no haber atendido la demanda judicial presentada entonces.
MÉXICO, D.F. (Proceso).- El jueves 4 llegó a la redacción de Proceso un correo electrónico anónimo con supuestas cartas de Televisa dirigidas a las autoridades de Nicaragua y de Costa Rica cuyo propósito era “informar” que dos camionetas “propiedad” de la empresa se encontraban “comisionadas” en esos países y solicitaba “la ayuda posible” para que “los compañeros reporteros y personal técnico” que tripulan esos vehículos “puedan realizar la labor correspondiente”.
Las misivas tienen fecha del pasado 14 de agosto. Cuatro días después –el 20 de agosto– las autoridades de Nicaragua detuvieron las dos camionetas –tipo Van, placas 886-XCR y 444XCJ– junto con otras cuatro también registradas a nombre de Televisa. En los vehículos se encontraron ocultos 9.2 millones de dólares y rastros de cocaína. Sus tripulantes –18 mexicanos, liderados por una mujer que se identificó como Raquel Alatorre Correa– se encuentran en la cárcel El Chipote, en Managua, acusados por la justicia nicaragüense de lavado de dinero, delincuencia organizada y tráfico internacional de estupefacientes.
Las cartas enviadas a la redacción de Proceso están escritas en hojas membretadas de Televisa: debajo del texto aparece como marca de agua el logotipo de la empresa; el mismo logotipo destaca en el ángulo superior izquierdo; en la parte inferior está escrita la razón social de la empresa y la dirección de Av. Chapultepec 18, colonia Doctores.
Asimismo, tienen la presunta firma del “Lic. Amador Narcia Estrada”, vicepresidente de Información Nacional de Televisa, S.A., y justo al lado derecho de la firma aparece un sello de la Dirección General de Noticieros y Eventos Especiales.
Una de ellas está dirigida a “las autoridades respectivas del honorable país de Nicaragua” para “informar que la unidad propiedad de esta empresa, conducida por el Sr. Rodolfo Jiménez Camacho, se encuentra comisionada por esas latitudes, y a continuación me permito relacionar las generales de la unidad en mención: Unidad de Producción marca Chevrolet Cargo Van Modelo 2010, con placas de circulación 886-XCR. Misma que tiene función de grabar en diversas locaciones”.
“Así mismo –continúa el texto– solicito respetuosamente a las autoridades competentes de ese honorable país, brinden la ayuda posible para la función que los compañeros reporteros y personal técnico portadores de esta, puedan realizar la labor correspondiente.”
El nombre de Jiménez Camacho coincide con uno de los detenidos en Nicaragua, quien dijo ser “conductor de unidad móvil”. También concuerdan los datos de la camioneta con placas 886-XCR, en la cual la policía nicaragüense encontró en compartimentos ocultos 11 bolsas de viaje que contenían una parte de los dólares decomisados (en 94 paquetes), así como rastros de cocaína.
El documento de la acusación del Ministerio Público de Nicaragua consigna que Jiménez Camacho –de 45 años– conducía ese vehículo cuando fue detenido el pasado 20 de agosto.
Otra de las cartas presuntamente firmada por Narcia Estrada, también con la marca de agua y el logotipo de Televisa, pero sin fecha, está dirigida al “C. Jefe de la Aduana de Nicaragua”. En ella se hace una relación del equipo de producción y grabación instalado en la camioneta con placas 886-XCR. La carta detalla marcas, modelos y números de serie de cada uno de los aparatos. Se enlistan 12 monitores LCD 11” Polaroid; cuatro DVD Blue Ray Phillips; una grabadora y reproductora de Blue Ray Sony; una impresora HP Photosmart; un equipo de sonido de 5.1 canales Logitech; un sistema de amplificador de audio Yamaha; dos ecualizadores gráficos Behriger; dos inversores de 3 mil watts Tripp-Lite; una mezcladora de audio Behriger; un vector Scope Tektronix; un editor de video Panasonic, y un Vitualtzer Pro Behriger.
Parte del equipo descrito en esa carta coincide con el reportado por el “Recibo de Ocupación No. 0537” que aparece en el expediente de la acusación del Ministerio Público de Nicaragua. El documento dice textualmente: “En fecha 23 de agosto del 2012 se procedió a ocupar al acusado Rodolfo Jiménez Camacho los siguientes objetos: un vehículo marca Chevrolet tipo cargo Van placa 886-XCR de color blanco, en el cual en su interior contiene equipo técnico de producción de audio y video; una consola de audio y video Panasonic; una consola de audio y video Peavey; un DVD Phillips; cinco monitores; una computadora marca HP; un inversor; un obreak, una impresora marca HP; un cuadro monitor marca Panasonic y su componente; dos cámaras de video interior del vehículo, con su llave y tarjeta de circulación”.
Una carta más, presuntamente firmada por Narcia Estrada, está dirigida a “las autoridades del honorable país de Costa Rica”. También está fechada el 14 de agosto. Su contenido es similar a la dirigida a las autoridades nicaragüenses, sólo que en este caso informa que “la unidad propiedad de esta empresa” es la Chevrolet Cargo Van Modelo 2010, con placas de circulación 444-XCJ, la cual “es conducida por Julio César Alvarado Salas”. Señala que su función es “grabar en distintas locaciones” y solicita igualmente que se brinde “la ayuda posible” a “los compañeros reporteros y personal técnico”.
El expediente de la acusación del Ministerio Público de Nicaragua consigna que, en efecto, Alvarado Salas –de 43 años– era el conductor de la camioneta con placas 44-XCJ, en la cual también se encontró dinero en compartimentos ocultos, así como rastros de cocaína.

“Nada que ver”

El “Recibo de Ocupación No. 0544-12” citado en el expediente del Ministerio Público de Nicaragua apunta que la policía de este país encontró “un fólder con documentos varios y con el emblema de Televisa a nombre de Narcia Estrada con la descripción de la camioneta Chevrolet placas 571-XXD”. El documento señala que esta camioneta era manejada por Alfredo Mar Hernández, de 34 años, quien se presentó como “conductor y asistente de enlace satelital”. Sin embargo, no detalla el contenido de esos “documentos varios” hallados en el fólder en el que aparecen los apellidos del vicepresidente de Información Nacional de Televisa.
Este dato se difundió el lunes 1 en el portal Aristegui Noticias y en el diario 24 Horas. Ese mismo día Amador Narcia respondió a través de su cuenta de Twitter: “Por supuesto, nada que ver con el tema de las camionetas de Nicaragua. Ya se ha dicho varias veces. La alusión hace propicio reiterarlo”.
Casualmente, el viernes 5, Televisa sacó a colación un caso de 2007 en el que se registraron tres camionetas a nombre de esa empresa y en la que, afirmó, se encontraron documentos falsos firmados por Amador Narcia Estrada.
El Noticiero, conducido por Joaquín López Dóriga, difundió una nota en la que el reportero Mario Torres narró que en enero de 2007 la policía preventiva de la Ciudad de México encontró en una bodega de la colonia Vallejo Poniente una camioneta “con falsos emblemas de Televisa”, la cual había sido adquirida en 2001 en Monterrey, Nuevo León, por Jesús Alvarado Torres, “quien tiene los mismos apellidos que Juana Alvarado Torres, líder de la banda detenida en Nicaragua con el nombre de Raquel Alatorre Correa”.
La nota agrega que “la camioneta, con placas de circulación 191-TAJ estaba ilícitamente registrada a nombre de Televisa. Se trata del mismo modus operandi del caso de las seis camionetas que se encuentran aseguradas en Nicaragua y que transportaban más de 9 millones de dólares”.
Según esta nota, “en la camioneta asegurada la policía encontró documentos falsos a nombre de Televisa. Eran tres hojas con un sello falso de Televisa, con la fecha 10 de abril de 2006. En los documentos falsos se deja entrever que existían otras dos camionetas que no son propiedad de Televisa, pero que podrían estar a nombre de la empresa”.
En uno de los documentos se lee: “A quien corresponda: por medio de la presente comunicamos que la unidad móvil satelital Chevrolet cargo Van con placas de circulación 191 TAJ, camión con placas KV-36962 y la unidad Ford Econoline con placas 677 TAD, propiedad de esta empresa, quedan comisionadas al licenciado Carlos Alvarado Guzmán, jefe de información y personal a su cargo para funciones de investigaciones especiales”.
La nota difundida el viernes 5 explica que “cada documento, que parecía un salvoconducto, está dirigido a autoridades civiles federales y militares para que faciliten el desempeño de los reporteros comisionados a los estados de Chihuahua, Coahuila y San Luis Potosí. La firma falsa que aparece en la parte inferior está a nombre del licenciado Amador Narcia Estrada, vicepresidente de Información Nacional” de la televisora.
Sostiene que, al conocer de esos hechos, “Televisa presentó dos denuncias penales desde el 2007. Una en contra de Carlos Alvarado Guzmán, por utilizar documentos apócrifos. La otra denuncia fue presentada por el vicepresidente de Información Nacional, Amador Narcia, por el uso ilegal de su nombre y supuesta firma”.
En la misma nota la televisora reconoció que Alejandro Pérez Quevedo, quien trabajó hasta 2001 como gerente de servicios administrativos de la empresa, había dado de alta el vehículo.
En esa misma emisión de El Noticiero, López Dóriga se quejó de que Televisa denunció los hechos ante la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal (PJDF), pero “inexplicablemente la averiguación no ha avanzado a pesar de la insistencia de Televisa y de los cinco años que han corrido”.
Y como lo había hecho casi a diario desde que la televisora fue mencionada en este caso, López Dóriga reiteró que “ni los detenidos en Nicaragua trabajan ni han trabajado en Televisa ni las camionetas son ni han sido de Televisa. Quien le diga eso, aunque se lo diga todos los días, miente”.

El gestor

El jueves 4 la televisora informó que suman 13 las camionetas registradas indebidamente a su nombre, incluidas las seis decomisadas en Nicaragua. La empresa sostuvo que fueron adquiridas y posteriormente registradas en la Ciudad de México con documentos apócrifos.
Ese mismo día la abogada nicaragüense Johana Fonseca, quien defiende a tres de los 18 mexicanos detenidos, dijo en entrevistas por separado con el diario 24 Horas y con Noticias MVS que sus clientes Juan Luis Torres Torres y Guillermo Villagómez Hernández sostienen que fueron contratados por directivos de Televisa, quienes les entregaron sus uniformes y credenciales de la empresa, así como viáticos y las llaves de las camionetas en que se transportaban.
Más aún, la abogada afirmó que Torres Torres fue amenazado dentro de la cárcel El Chipote por un hombre que se identificó como abogado mexicano. “Don Juan Luis el primer mensaje que me dijo fue verbal para su familia y me dijo que le dijera a su esposa que no se acercara aquí, no me dijo quién, pero un hombre entró a su celda una noche. Dice él, que en lo oscuro, le dijo que si él abría la boca de no sé qué cosa, lo iban a hacer cuadritos, en pedacitos a su hijo”, relató Fonseca.
De acuerdo con un expediente de la Secretaría de Transporte y Vialidad de la Ciudad de México (Setravi), las seis camionetas Chevrolet tipo Van que las autoridades nicaragüenses decomisaron el pasado 20 de agosto fueron registradas a nombre de Televisa con documentos que, en apariencia, eran de la propia empresa: la cédula del Registro Federal de Contribuyentes, recibos de pago de teléfono, la declaración de valor catastral del inmueble de Chapultepec 18 y un poder notarial de la televisora para realizar todo tipo de trámites de vehículos (Proceso 1873).
En los documentos del expediente –cuyas copias tiene este semanario– aparece Armando Tavera Sánchez como la persona que presuntamente realizó los trámites para dar de alta los seis vehículos y gestionar sus placas en módulos delegaciones de control vehicular. Entre esos documentos se encuentran copias de su credencial de elector y de un poder notarial que Televisa suscribió a su favor. Este último tiene fecha del 26 de junio de 2003 y lo emitió la notaría número 100, cuyo titular es Manuel Oliveros Lara. Se trata del mismo notario que utiliza la empresa para otorgar poderes notariales a favor de sus representantes legales.
A diferencia de otras personas involucradas en esta trama –a quien Televisa acusa de falsificar sus identidades–, Tavera Sánchez no sólo existe, sino que actualmente se mantiene como gestor de la empresa propiedad de Emilio Azcárraga Jean.
De acuerdo con fuentes de la PJDF, Televisa acreditó a Tavera como su actual gestor en materia de trámites vehiculares, pero argumentó que el poder notarial que se utilizó para emplacar las camionetas había vencido en 2003.
Según esta información, Tavera ya fue llamado a declarar sobre los trámites realizados para registrar los vehículos a nombre del consorcio. El gestor negó que los hubiera realizado, y no fue reconocido por los operadores que trabajan en los módulos de control vehicular de las delegaciones Iztacalco, Tlalpan y Venustiano Carranza.
Tanto la PJDF como la PGR iniciaron sendas averiguaciones previas sobre este caso. La primera trata de determinar si en el registro de los vehículos se cometieron irregularidades administrativas y si se utilizó documentación apócrifa; la segunda investiga la verdadera identidad de los detenidos y su participación en los delitos de narcotráfico, delincuencia organizada y lavado de dinero. Ambas dependencias aún no concluyen sus investigaciones.


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