
Los únicos satisfechos con lo aprobado por legisladores del PRI y PAN en la Cámara de Diputados son los grandes corporativos nacionales y extranjeros, que seguirían sin pagar impuestos, tal como ha ocurrido durante la anterior y la actual administración panista. Sin embargo, estos mismos privilegiados saben que cargar aún más la mano a las clases medias y a la población de menores recursos, puede afectar sus propios negocios.