Por Tlacaelel
Los mexicanos hemos padecido malos gobiernos desde siempre, salvo honrosas excepciones, pero la situación del gobierno actual ya es casi insostenible. La mayoría de la gente sabe o al menos intuye que desde la elección fraudulenta del 2006, la toma de posesión por la puerta trasera del Congreso de la Unión, el incumplimiento de sus promesas de campaña, los incrementos a los precios de los productos básicos, su guerra de antemano perdida contra el Narco con más de 12,000 muertos, los avances privatizadores contra la educación, el sector, salud, el petróleo y ahora la energía eléctrica, Calderón ha estado favoreciendo el incremento de las riquezas de las grandes empresas, tanto extranjeras como mexicanas, en detrimento del patrimonio del pueblo mexicano y algo muy grave en la mayoría de los casos violando flagrantemente las leyes mexicanas, e incumpliendo el juramento que hizo ante el Congreso de la Unión, y ante la Constitución Mexicana.
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