En primer lugar llama la atención la estridencia con que se califica de estridente a Amnistía Internacional. Si lo único que ha dicho es que “existe un preocupante patrón de crímenes cometidos por el ejército en sus operaciones de seguridad, abusos que tanto las autoridades civiles como las militares de México niegan e ignoran”. Lo cual es absolutamente cierto.
Y si no le creen a AI podrían acudir a lo que aun la archigobiernista Comisión Nacional de los Derechos Humanos tiene que reconocer a regañadientes: que el número de quejas de abusos de militares en todo el país ha crecido exponencialmente desde que el actual gobierno sacó a los soldados de sus cuarteles; que en ese año 2006 hubo 182 quejas; que para 2007 fueron 367, más del doble; pero el número de quejas se disparó a más del triple en el 2008 llegando a 1230; al finalizar este 2009 la estadística seguirá creciendo. |