
El jalón de orejas de los “televisos” dejó desconcertados a los propios industriales de la radio que ya habían avalado, ante representantes del PRI y del PRD, una “minirreforma” en esta materia. Y si alguien saldría beneficiado con estos cambios legislativos –que incluían la figura de la prórroga administrativa, una especie de refrendo automático a las concesiones– eran los más de 300 concesionarios de radio que verán vencidas sus frecuencias de aquí al 2012.