Duele muchísimo el darse cuenta que en los últimos 40 años, se han ido multiplicando las desapariciones forzadas, a pesar de la tesonera lucha que hemos mantenido los familiares de los de los sexenios de Luis Echeverría Álvarez y de los que le siguieron en el gobierno.
El anunciado “cambio”, que se dio entre sonidos de fanfarrias no significó lo que algunos ingenuos esperaban o entre quienes pronunciaban discursos radicales en relación con la probidad, la rectitud y el respeto a la ley que resultaron un fiasco, que nunca se vieron ni por asomo. |