Comité Civil Nacional para la Revocación de Mandato de Felipe Calderón
Resultados de la Consulta Nacional del 22, 23 y 24 de mayo de 2010
Boletín de Prensa
8 de junio de 2010
La Consulta Nacional para la Revocación de Mandato de Felipe Calderón fue una actividad que podemos calificar de exitosa si reparamos en las condiciones políticas y sociales en que se realizó. A pesar de las presiones en contra, provenientes de todo el espectro político, se constituye en la primera iniciativa de lucha política que abiertamente pone en cuestión la permanencia de Calderón y su equipo al mando del gobierno.
A partir de que se oficializa por parte de la izquierda institucional y sindical la alianza con el PAN, era claro que la participación de muchos sindicatos, partidos, organizaciones sociales, colectivos y grupos sería limitada, por lo que el grueso de la organización descansaría sobre los militantes a título individual y sobre un gran número de ciudadanos comprometidos con el país.
En tales condiciones, la mayoría de los recursos materiales y la organización fue aportada por los integrantes de las 3682 mesas registradas en el país, alrededor de 10000 personas que se coordinaron con los comités estatales y el comité nacional.
La difusión previa de la jornada fue limitada, pero aun así se repartieron a nivel nacional casi 4 millones de volantes y 300,000 carteles. Se reactivaron grupos de activistas que permanecían retraídos, a consecuencia de las derrotas de movimientos electorales, sindicales y populares producidas entre 2006 y 2009.
La Consulta se celebró en un contexto de violencia extrema a lo largo y ancho del país. Ejemplo de ello es la guerra intermafiosa que ha producido más de 30,000 víctimas fatales y varias decenas de miles de familias afectadas. El secuestro del panista Fernández de Ceballos agregó un elemento más de incertidumbre, de temor a una provocación y a la posible escalada represiva contra los movimientos sociales.
La Consulta Nacional fue una iniciativa inédita en nuestro país. Organizada por militantes y ciudadanos, se dirigió a las capas populares. Significó el ejercicio de la soberanía de los ciudadanos y una confrontación directa con el régimen.
En algunos sectores, provenientes de zonas populares, nos encontramos con la renuencia de la población a participar y a proporcionar los datos de su credencial de elector por temor a quedar fuera de los programas oficiales. En otros lugares donde la violencia intermafiosa incluida la gubernamental es más patente, la solicitud de nombre y teléfono inhibió la participación de mucha gente a pesar de nuestra promesa de secrecía, simple y llanamente la gente se abstuvo de participar: los casos más elocuentes son Tamaulipas, Coahuila, Nuevo León, Durango, Chihuahua y Sinaloa.
Aun así, se instalaron la mayoría de las mesas, se reubicaron algunas, y otras no pudieron instalarse por diversas causas. Hoy, con casi 85 % de las mesas físicas contabilizadas a nivel nacional, más la preconsulta estudiantil, la mesa telefónica y la mesa electrónica, tenemos una participación directa de de 289130 personas que emitieron su opinión sobre la permanencia del Felipe Calderón en la Presidencia de la República: el 91.27 % opinó que se vaya, el 8.85 % que se quede.
Los estados de mayor participación son: Distrito Federal con 76448 participantes, Estado de México con 28697, Chiapas con 17568, Puebla con 17703, Morelos con 11197, Michoacán con 9678. A estos datos habrá que aumentar el número de participantes aún no contabilizados.
En la preconsulta estudiantil participaron 22677 estudiantes con el 92.01 % a favor de la salida de Calderón. En la mesa telefónica participaron 1771 personas donde el 99.55 % votaron por el sí. En la mesa electrónica votaron mexicanos con residencia en el extranjero (375), con problemas de salud (1270) o sin mesas cerca de su domicilio (9027), la cual permitió a 10672 personas emitir su voto: 10564 personas votaron por el sí (98.99 %), 104 votos para el no (0.97 %) y hubo 4 votos nulos.
A todo esto, habrá de sumarse la campaña en el Facebook “A que juntamos un Millón para que renuncie Calderón” que cuenta al día de ayer con 314967 adherentes.
Lo que arroja un total de participación de: 604097 personas, sin contabilizar aún el 15 % de las mesas instaladas.
La jornada del 22, 23 y 24 de Mayo nos permitió comprobar el rechazo generalizado al calderonismo, en condiciones tan difíciles como las descritas.
Los resultados, aunque reducidos respecto a nuestras expectativas, son una muestra de lo que pensamos: el rechazo mayoritario de la población al gobierno usurpador de Calderón.
En días recientes se afinó una propuesta de segunda fase de la campaña ¡Fuera Calderón!
Por el momento tenemos el acuerdo de avanzar hacia la realización de un juicio popular. Existe otra propuesta, a discusión, que propone la realización de una demanda penal o de un juicio político que presupone la organización formal de un comité de abogados, legisladores y personalidades del movimiento social, civil y político que preparen la iniciativa de juicio político o la demanda penal a Calderón por violaciones al orden constitucional y traición a la patria, a la par que se presenta un proyecto que incluya el tema de la revocación de mandato en la Constitución, entre otros que tienen que ver con la democracia participativa.
En cuanto al enjuiciamiento popular, se proponen una serie de juicios populares en las plazas públicas del país a partir de julio-agosto, que culminarían con un gran juicio popular el primero de septiembre. Todo este proceso estaría acompañado de una campaña nacional de firmas, casa por casa, para aumentar el número de adhesiones a la exigencia de destitución de Calderón.
Todos estos puntos se van a discutir en la 4ta Asamblea Nacional para la Revocación de mandato de Felipe Calderón que tendrá lugar el 19 de junio en la Ciudad de México.
Con la ocupación policiaco-militar de Cananea, los golpistas que impusieron a Felipe Calderón en la Presidencia han dado un paso más hacia el establecimiento de una dictadura civil, un paso hacia la conversión del Estado Mexicano en un estado policiaco-militar y mafioso.
Hoy, la lucha por evidenciar el carácter dictatorial del régimen y por echar a Calderón y a los neoliberales del gobierno, es más necesaria que nunca. Si no los detenemos ahora, el terror de Estado y la militarización de la sociedad, con sus cargas de violencia y miedo, terminaran por ser la normalidad, cancelándose la posibilidad de construir una salida legal y pacífica al desastre que ellos provocaron.
Comité Civil Nacional para la revocación de mandato de Felipe Calderón