miércoles, 10 de noviembre de 2010

OBSERVA BIEN Y CON DETENIMIENTO...



Es una anciana, o 'persona de la tercera edad'. Oaxaqueña. Siempre sentada así tal cual porque no puede caminar.

¿Le llegará apoyo gubernamental?: lo dudo, el año pasado, durante el recorrido que AMLO hizo en los municipios de usos y constumbres de Oaxaca se documentaron diversos intentos de romper la asistencia de gente a sus mítines, ya fuera con avisos de intimidación a los pobladores, ya fuera con despensas (el toque PRI que anhela recobrar Los Pinos, ¿qué tal?); ¿televisa y Azcárraga tendrán compasión de ella? Nop, para eso ya tienen el teletón y si la miseria humana no la convierten en show mediático en donde derramen lágrimas Lucero o quién sabe quién más, entonces no sirve, 'no pega', no impacta a las masas, no hay rating; ergo: no hay lana; ¿Ulises Ruiz preocupado? ¡claro!, como yo me preocupo cuando va a jugar la selección mexicana, así de preocupado está él y nada más estamos a la espera de que termine gestión para que se vaya tan campante ¿y las cuentas que tiene que entregar?: bien, gracias, justo como Peña Nieto (¡oh, ese PRI!).

Observa bien la imagen, contempla a esa mexicana y mira su rostro: la miseria en la que vive también puede ser por mi causa, por haber estado con los ojos cerrados por mucho tiempo, por haber vivido MI mundo, MIS propios problemas, MIS propios pesares sin salir del yo, yo y yo. Observa y pregúntate si puedes sonreír... o irte de fiesta con los amigos este fin de semana y el próximo también y el que viene y el que viene y el que viene sin ponerte a meditar un solo segundo en ello; o gritar muy contento cuando la selección mexicana gana.

Observa muy bien a esta mujer, porque si después de hacerlo no te mueve algo, así sea ínfimo en tu persona, algo que te mueva siquiera para intentar hacer algo, lo que sea, entonces se entiende porqué los niños de la guardería ABC ni han visto justicia y porque llevamos ya más 30,000 muertos y así nos podemos ir haciendo recuentos de tanto que sucede hoy en día porque es esa apatía e indiferencia la que ha generado esta cadena cual caída de fichas de dominó que pareciera no detenerse, pero ojalá sí se pueda.

Entonces no te preguntes '¿por qué?'