Pedro Echeverría
1. Hillary Clinton, secretaria de Estado del gobierno yanqui, realizará el lunes su tercera visita oficial a México. Se reunirá con su homóloga Patricia Espinosa para dialogar sobre la agenda bilateral y revisar el avance en los acuerdos suscritos por los gobiernos de Felipe Calderón y Barack Obama en los dos años recientes. La finalidad es seguir consolidando la cooperación en diversos ámbitos. La visita se registra luego del diferendo que provocaron sus declaraciones, en las que comparó la violencia registrada en México con la que vivía Colombia hace 20 años. El país registra el mayor número de personas muertas: más de 35 mil por el tráfico de drogas y por la llamada delincuencia organizada, mismas que llevaron a las revelaciones de Wikileaks en torno a la actuación gubernamental frente al narcotráfico, las cuales originaron un reclamo de la SRE y que se hablara de la remoción de Carlos Pascual, embajador de EEUU en México.
2. El año de 2010 la Clinton tuvo un año triunfal porque se reunió con la mayoría de los presidentes de Sur y Centroamérica con el fin de atar compromisos respecto a las políticas yanquis contra el terrorismo y pedir sanciones contra Irán. En los hechos, de febrero hasta junio no descansó en sus giras y de la elaboración propuestas adecuadas a los intereses yanquis. Sus visitas se iniciaron en Uruguay para asistir el 1 de marzo a la toma de posesión presidencial del exguerrillero tupamaro Mujica; su segunda visita la realizó a Chile para saludar a Bachelet, pero sobre todo para ponerse de acuerdo con el derechista Piñera, ya presidente electo, que debe continuar jugando un importante papel en beneficio de los EEUU. Luego se trasladó a Brasil para reunirse con Lula quien, con una política “de apertura”, la recibió con honores buscando analizar con profundidad la posición de Brasil, como parte del BRIC, en el contexto mundial.
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2. El año de 2010 la Clinton tuvo un año triunfal porque se reunió con la mayoría de los presidentes de Sur y Centroamérica con el fin de atar compromisos respecto a las políticas yanquis contra el terrorismo y pedir sanciones contra Irán. En los hechos, de febrero hasta junio no descansó en sus giras y de la elaboración propuestas adecuadas a los intereses yanquis. Sus visitas se iniciaron en Uruguay para asistir el 1 de marzo a la toma de posesión presidencial del exguerrillero tupamaro Mujica; su segunda visita la realizó a Chile para saludar a Bachelet, pero sobre todo para ponerse de acuerdo con el derechista Piñera, ya presidente electo, que debe continuar jugando un importante papel en beneficio de los EEUU. Luego se trasladó a Brasil para reunirse con Lula quien, con una política “de apertura”, la recibió con honores buscando analizar con profundidad la posición de Brasil, como parte del BRIC, en el contexto mundial.