martes, 1 de marzo de 2011

Entre los principales empresarios que financiaron la guerra sucia en contra de López Obrador están Gastón Azcárraga, Claudio X. Glez y J. Luis Barraza



México, Distrito Federal

Luns 28 de febrero de 2011

* Palabras del presidente legítimo de México, Andrés Manuel López Obrador, durante la reunión con empresarios e integrantes de la asociación civil Encuentro, en The University Club

Amigas, amigos empresarios

Me da mucho gusto compartir este momento con ustedes. Participar en esta reunión, para informar sobre nuestra propuesta, sobre nuestro proyecto.

Esta iniciativa se inscribe en el propósito de informar a la sociedad en su conjunto sobre cómo pensamos realmente y qué proponemos, porque suele pasar que distorsionan las cosas.

Fuimos víctimas de una guerra sucia alrededor del 2006. Es importante enfrentar todas esas calumnias, para que ustedes sepan de primera mano qué es lo que proponemos y por qué nosotros estamos luchando por la transformación del país y cuáles son nuestros fundamentos y cómo pensamos.

En el 2006, ustedes recordarán, se le infundió mucho miedo a la gente, en general, y de manera particular a empresarios. Se hablaba de que si se llevaba a cabo un cambio en el país, habría caos, todo lo que desgraciadamente está ocurriendo.

Mensajes de radio y de televisión pagados por las cúpulas empresariales, a los que hizo referencia Fernando Turner, los que forman parte de la minoría, que han hecho lo que han querido en el país.

Recuerdo todavía, y lo digo en un afán de rencor, yo no odio, pero creo que sí debemos señalarlo, porque ellos, en buena medida, son responsables de la actual tragedia nacional, porque engañaron a la gente, con el afán de mantenerse en el poder, de mantener y acrecentar sus privilegios, fueron capaces de mentir.

Entre los más activos en aquel tiempo era Claudio X. González, del Consejo Coordinador Empresarial, que está ahí, desde luego muy cercano a Salinas, fue su asesor económico y fue muchas veces del Consejo Coordinador Empresarial. Es una especie de Fidel Velázquez de los empresarios.

Otro, un señor llamado José Luis Barraza, que también tenía cargo en un organismo empresarial. Y el otro, eran tres, era Gastón Azcárraga, de la asociación de Hombres de Negocios. Bueno, activos, ellos financiando toda esta guerra sucia.

Seguramente recuerdan esos mensajes de televisión en donde se caían las bardas y las bicicletas, bajaban las cortinas de los negocios, y por eso ahora lo que queremos es orientar e informar, ese es el objetivo principal y ya de ustedes dependerá si nos ayudan en el propósito que tenemos de transformar al país o cuando menos que estén informados.

Se dieron casos hasta absurdos por la desinformación, de gente que sostenía que si llegábamos a la Presidencia, al que tuviese dos casas, le íbamos a quitar una. Si tenían dos carros, les íbamos a quitar uno. Cosas por el estilo.

Entonces, por eso es muy importante esta reunión que se da en el marco de Encuentro, se creó esta asociación Encuentro, para informar, para establecer puentes de entendimiento con la sociedad civil y con la sociedad política y también del movimiento social.

Yo quiero, de manera muy resumida, porque ya habrá oportunidad para contestar preguntar, quiero de manera muy concisa explicarles cuáles son algunos de los puntos básicos de nuestra propuesta.

Para enfrentar la crisis de México es indispensable llevar a cabo una renovación tajante de la vida pública. Nosotros ya no vemos que se puedan resolver las cosas, si no hay un verdadero cambio en el país. ya este régimen, sin calificarlo, dio de sí, ya se pudrió y es el momento de renovar todos los órdenes de la vida pública, cambio en lo económico, en lo político, en lo social y fortalecer valores espirituales, morales y culturales.

Lo primero debe ser recuperar democráticamente, es decir con la participación de todos, al Estado que está secuestrado y ha sido convertido un comité al servicio de una minoría.

Una vez conseguido este propósito, el Estado debe hacer valer el mandato Constitucional. Lo que nosotros proponemos básicamente es el cumplimiento de lo que establece la Constitución, que está escrito en esa ley de leyes, pero que se ha convertido todo lo ahí expresado en letra muerta.

Por eso digo que el Estado debe hacer valer el mandato constitucional, lo que significa que actualmente no se está cumpliendo con el mandato constitucional. El Estado debe actuar como promotor del desarrollo para conseguir el bienestar, la tranquilidad y la felicidad del pueblo.

Este gran objetivo sólo se podrá alcanzar si se modifica, y esa es otra condición sine qua non, otra condición fundamental y básica, la actual política económica.

Si se mantiene la actual política económica, no hay salida. Se tiene que llevar a la practica, cuando menos, las siguientes acciones:

Primero, fortalecer la hacienda pública, mediante la aplicación de una política fiscal progresiva, como lo establece la Constitución, y con un plan de austeridad republicana.

Para mejorar la recaudación es indispensable, es necesario, terminar con los privilegios fiscales; es decir, que paguen impuestos las grandes corporaciones, que no pagan. Me refiero a las 400 grandes corporaciones del país que tienen ingresos por alrededor de seis billones de pesos al año y no pagan impuestos y que cuando los pagan, se los devuelven.

Es indispensable, por eso, que paguen impuestos las grandes corporaciones, como sucede en cualquier país del mundo. No estamos planteando ningún exceso, sino estandarizar. En una economía globalizada, el cobro de impuestos, como se cobran impuestos a las corporaciones o empresas similares en Estados Unidos, Japón, Francia y en cualquier parte del mundo.

También que se cobren impuestos en las operaciones de la Bolsa de Valores, que se cobren impuestos por la extracción de minerales. A lo mejor algunos de ustedes no lo saben, pero cuando se intensificó la política privatizadora, que no es más que la entrega de bienes de la nación y de los mexicanos a particulares, nacionales y extranjeros, y de manera específica a los allegados de los poderosos, no sólo se entregaron todas las reservas mineras de la nación, en el sexenio de Carlos Salinas, sino que se dejó exento del pago de impuestos en la extracción de minerales. Esto tampoco pasa en ningún país del mundo.

Nosotros quisiéramos y ese es el planteamiento, que las mineras canadienses actuaran igual como lo hacen en Canadá, que tienen que respetar el medio ambiente, que pagan buenos salarios a los trabajadores y que pagan impuestos.

Que también y al mismo tiempo, se simplifique y aligere la carga fiscal a la mayoría de los contribuyentes. Por eso hablo de una reforma fiscal progresiva, porque ahora es exactamente lo opuesto, porque pagan más impuestos los ciudadanos, el pequeño y mediano empresario, el trabajador asalariado, que lo que pagan quienes tienen más ingresos.

Fíjense cómo son las cosas. Este acuerdo de privilegios fiscales se celebró en 1973, siendo Luis Echeverría presidente de México, y se celebró mediante un acuerdo con las cúpulas con el poder empresarial. Y sexenio tras sexenio se ratifica ese acuerdo.

Nosotros tenemos que fortalecer la hacienda pública. El otro mecanismo es, desde luego, reducir el oneroso gasto gubernamental, terminando con los privilegios de la alta burocracia y destinar esos ahorros al desarrollo y a programas sociales.

Nosotros estamos convencidos que con estas dos medidas podríamos obtener hasta 600 mil millones de pesos y liberar fondos para el desarrollo por esa cantidad.

El punto dos es impulsar una política de rescate al campo con apoyo a productores para garantizar la soberanía alimentaria. Yo hablaba de que es necesario modificar la política económica. Ustedes seguramente recuerdan cuando Pedro Aspe era secretario de Hacienda en el gobierno de Carlos Salinas dijo que no hacía falta fomentar el desarrollo agropecuario, porque en un mundo globalizado se podría comprar lo que se necesitaba en el extranjero. Ese es el criterio que prevalece hasta la actualidad.

Por eso, estamos importando lo que consumimos, se abandonó al campo, por eso el fenómeno migratorio, mucha gente se vio obligada a abandonar sus pueblos y por eso también en buena medida este estadillo de odio y de resentimiento, de inseguridad y de violencia.

Entonces, planteamos rescatar al campo y apoyar a los productores y lograr la autosuficiencia alimentaria. Ya no seguir comprando maíz y fríjol, arroz, carne de res, leche, desechos de pollo, que podríamos estar produciendo en nuestro país, si hay una política de fomento al campo.

Tres. Utilizar al sector energético como palanca de desarrollo. Dejar gradualmente de exportar petróleo crudo para procesarlo en el país. ya no seguir con esa política, ni un solo barril de petróleo, cuando estemos en posibilidades, se vendería al extranjero, le daríamos valor agregado a la materia prima. Se procesaría aquí todo el petróleo que se produce en el país, con lo que ustedes ya saben, generar empleos, dejar aquí los beneficios.

Construir 5 grandes refinerías para dejar de comprar en el extranjero, como sucede actualmente, 500 mil barriles diarios de gasolinas. Esto es una exageración, ya se va a llegar a 50 por ciento en cuanto a importación de gasolina. Estamos hablando de alrededor de 18 mil millones de dólares al año.

Les pregunto a ustedes que son la gente más informada o de los más interesados por manejar información en el país, si saben quién compra la gasolina en el extranjero, cuánto nos cuesta y cómo se lleva esa operación. Ahí se los dejo de tarea.

Recuperar del abandono e impulsar la industria petroquímica, que han dejado de manera irresponsable que se convierta en chatarra.

Evitar la quema de 300 millones de pies cúbicos diarios de gas, porque se quema esa cantidad de gas y, al mismo tiempo, se compra gas en el extranjero, porque lo que les interesa es el negocio de la compra de gas.

Operar a toda su capacidad las hidroeléctricas y otras plantas de generación de energía de la Comisión Federal de Electricidad, que están subutilizadas, para limitar la compra de electricidad a empresas privadas y extranjeras. Actualmente se destinan 80 mil millones de pesos anuales del presupuesto para comprar el 47 por ciento de la energía eléctrica que consumimos en el país.

Cuatro. Reducir los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la electricidad a los consumidores y a las pequeñas y medianas empresas.

Cinco. Aplicar una política de fomento para pequeñas y medianas empresas y pequeños y medianos comercios, que son –como aquí se dijo— las empresas que más empleo generan en el país.

Seis. Impulsar la industria de la construcción, buscando el efecto multiplicador de hacer infraestructura, obras y servicio públicos que se necesitan, generar empleos y reactivar rápido la economía.

No hay forma más rápida de reactivar la economía que impulsando la industria de la construcción.

Siete. Revertir la degradación ecológica plantando en el sureste un millón de hectáreas de árboles maderables, con propósitos ambientales, de generación de empleos y de desarrollo económico.

Ocho. Eliminar prácticas monopólicas. Esto que es una de las demandas principales de Fernando Turner y de la Asociación de Empresarios Independientes. Estos monopolios, está demostrado, cobran precios exagerados en bienes y servicios.

Nosotros pagamos más en promedio por el cemento, más del doble, que como se vende el cemento en Estados Unidos. Lo mismo pasa con el teléfono, con el internet, con las tarjetas de crédito, todo por los monopolios que, también y lo subrayo, están prohibidos en la Constitución.

Punto nueve. Establecer el Estado de Bienestar, garantizar el derecho de todos los mexicanos a la alimentación, al salario bien remunerado, a la educación, a la salud y a la seguridad social. En especial, atender de manera prioritaria a los jóvenes con el compromiso de que ningún joven que quiera estudiar, sea rechazado en el nivel medio superior y en el nivel universitario.

Estamos proponiendo cien por ciento de inscripción o de cobertura, para que todos los jóvenes puedan estudiar, sin importar la condición económica o social de los padres.

Una de las cosas más absurdas e irresponsables de esta minoría rapaz, de estos tecnócratas ha sido el querer privatizar hasta la educación. Mejor dicho, el buscar la forma de privatizar la educación, desde que Carlos Salinas reforma el artículo tercero de la Constitución, siendo Ernesto Zedillo secretario de Educación, para que la gratuidad de la educación nada más se contemplara en el nivel básico, es decir preescolar, primaria y secundaria, y se dejó al mercado, como si se tratara de una mercancía, la educación media superior y la educación superior.

Desde entonces se dejó de invertir en la educación pública. Yo aquí abro un paréntesis para decirles que no estoy en contra de la educación privada, que el que tiene para pagar una escuela privada, lo puede hacer, está en su derecho, pero el Estado está obligado a garantizar la educación pública, gratuita y de calidad en todos los niveles escolares.

Y no es nada más un derecho constitucional. No es nada más este estribillo muy usado de que sin educación no hay desarrollo y que la educación es la base del progreso o que la educación es fundamental para la democracia, no sólo eso, incluso no sólo lo que tiene que ver con lo social, sino el hecho de que con esta política privatizadora se ha dejado desde hace muchos años sin posibilidad de estudio a 300 mil jóvenes cada año.

Antier y ayer presentaron exámenes para ingresar a la UNAM alrededor de 130 mil jóvenes y ya se sabe que sólo podrán ingresar 10 mil, entonces se ha marginado a los jóvenes y se les ha empujado. ¿Qué ha sucedido en el país? si no hay crecimiento económico, lo saben ustedes muy bien, no hay empleo. Entonces, el joven que no tiene posibilidad de trabajo, tiene dos opciones, esa es la amarga realidad.

Uno, emigrar. Muchos jóvenes, afortunadamente la mayoría, arriesgándolo todo prefieren irse a buscar la vida a otras partes y del otro lado de la frontera, son héroes. Pero otros, se quedan y están siendo tentados constantemente para que tomen los caminos de las conductas antisociales.

Es un asunto de sentido común, de juicio práctico. La manera más humana, más eficaz y más barata de enfrentar el flagelo de la delincuencia es garantizando mejores condiciones de vida y de trabajo, atendiendo a los jóvenes.

Es preferible tener a los jóvenes estudiando becados, que tenerlos en la calle. Los reclusorios están llenos de jóvenes, los asesinados, los que desgraciadamente han perdido la vida en esta guerra absurda e irresponsable en contra del crimen organizado, la mayoría son jóvenes.

Yo fui jefe de gobierno de la ciudad de México y mantener a un recluso en una cárcel cuesta 120 pesos diarios, sólo en la comida y en el mantenimiento de los penales.

¿Qué no es mejor abrir los espacios educativos, bueno, pero eso no lo aceptan ni lo entienden estos que mal gobiernan en el país, porque tienen una concepción totalmente equivocada, muy conservadora.

Lo que aquí, me gustó mucho, dijo Turner, son partidarios del status quo, que nada se mueva porque al final también, aunque le vaya mal al pueblo y al país, a ellos siempre les va bien. Por eso nosotros planteamos el cambio.

El punto diez es terminar con la corrupción imperante. En México prevalece la corrupción y hay que limpiar al gobierno de corrupción, de arriba hacia abajo, como se limpian las escaleras.

Nada ha dañado más al país que la deshonestidad de los gobernantes, eso ha dado al traste con todo, esa es la causa principal de la desigualdad social y de esta descomposición y de esta crisis de inseguridad y de violencia.

Y también en esto han engañado mucho, hablando de la mordida. Es como en la cuestión fiscal. Las propuestas que siempre han venido haciendo es que se resuelve el problema de la escasa recaudación incorporando a todos los del sector informal al padrón de contribuyentes, a los franeleros, a los vendedores ambulantes. Bueno, sí, pero ¿cuánto va a dar eso?

Independientemente de si estamos de acuerdo o no a la gente que se les cerró las oportunidades de trabajo y que están buscando la vida como pueden. Se escucha mucho esa propuesta. Ah, pero cuando nunca hablaban, hasta últimamente, que los de mero arriba no pagan impuestos.

Lo mismo es en el caso de la corrupción. La mordida, hacen encuestas con metodología que se aplica en otros países, en donde dejan monederos en las casetas telefónicas, en espacios públicos, para ver con direcciones quién devuelve el monedero, quién devuelve la cartera y así califican el grado de corrupción de un país.

Y siempre tiene que ver con la policía y con el agente de tránsito, pero nos olvidamos con mucha frecuencia de la corrupción arriba. No son mordidas arriba, son tarascadas. De eso no se habla.

Entonces, el planteamiento es combatir la corrupción, de arriba hacia abajo. Aquí me llevaría toda la tarde comentándoles los últimos levantones, los últimos atracos que han cometido los delincuentes de cuello blanco, pero no es ese el caso.

La decisión es acabar con la corrupción y enfrentar así el problema de la inseguridad y de la violencia. No se puede enfrentar el problema de la inseguridad y de la violencia, si no hay autoridad moral en el gobierno.

Se tienen que cambiar o mejorar las condiciones de vida y de trabajo, atender a los jóvenes y estar muy conscientes, para que tampoco nos engañen con que las medidas coercitivas son la solución.

Esa es otra cuestión que prevalece en la mentalidad de muchos, de que los problemas de inseguridad y de violencia se van a resolver con militares, policías, con amenazas de mano dura, como dicen los políticos tradicionales muy fantoches: no me va a temblar la mano. Y creen que van a resolver el problema de la inseguridad y de la violencia con cárceles, con leyes más severas.

Se tiene que aceptar un criterio que la paz y la tranquilidad son fruto de la justicia. Raro sería que no hubiese inseguridad, que no hubiese violencia en el país, después de 28 años sin crecimiento económico, sin generación de empleos, sin atención a la gente, dando como ejemplo actos de corrupción, destruyendo valores.

Por eso esta decadencia y esta descomposición y por eso hablamos de que se requiere la transformación de la vida pública del país.

AmIgas, amigos empresarios. Serenar la actual decadencia es asunto de todos, no es de unos cuantos o de los dirigentes.

Por eso celebro que ustedes que como ciudadanos libres y conscientes ayuden para lograr el renacimiento de México.

Muchas gracias.