El ex gobernador Manuel Andrade Díaz presiona. Quiere ser senador de la República y, además, hacer fórmula con Roberto Madrazo, quien, decíamos en la columna anterior, no le perdona la traición de 2006 por negarle el apoyo a “pecho” Florizel Medina para la gubernatura.
El autodestape de Andrade fue un mensaje directo para quién deberá palomear las listas del PRI no sólo disputar las senadurías y diputaciones federales en 2012, sino también la gubernatura, las 17 alcaldías y 35 diputaciones locales.
Aprovechó la reunión que los ex dirigentes estatales del PRI sostuvieron con el nuevo líder del tricolor, Miguel Alberto Romero, para hacer el anuncio.
Faltará ver si el tricolor decide postular a un ex gobernador acusado de amasar fortuna en su tránsito por el cargo, de la cual gran parte, se comenta en círculos empresariales, está invertida en Canadá donde radica ya parte de la familia, además del estado de Campeche, donde se ha convertido en poder tras el trono ante el blandengue y gris mandatario Fernando Eutimio Ortega Bernés, mejor conocido por sus paisanos como el “purux”.
Los campechanos no bajan de ladrón a Manuel Andrade y cuestionan duramente a Ortega Bernés por “entregar” el poder al ex gobernador de Tabasco, a quien le echan en cara el robo de una gran tajada de los más de dos mil millones de pesos que el gobierno federal destinó al Programa Integral Contra Inundaciones (PICI) y que no se invirtió con las consecuencias que todos conocemos: miles de tabasqueños bajo el agua cada año por las inundaciones y pérdidas que ya rebasan los 50 mil millones de pesos.
Manuel Andrade gobernó cinco años porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le anuló la primera elección por fraudulenta, periodo en el que la rapiña y abuso de poder no tuvieron límites.
Comentarios en altos círculos políticos sobre la repentina transformación de mesero a millonario del ex secretario de Gobierno, Juan Carlos Castillejos, es uno de los mejores ejemplos del saqueo andradista.
Y sobre el abuso de poder, sobran repudiables acciones, baste citar la entrega de notarías a su hermano Darwin, compadres y amigos, varios de ellos denunciados por fraude, lo que obligó al gobierno estatal retirarles el FIAT, principalmente al hermano incómodo, el más corrupto.
Toda esta película la conocen y la saben de memoria los campechanos, por ello al repudio contra el ex gobernador Manuel Andrade, quien no sólo quiere ser senador por Tabasco, sino que, además, pretende imponer candidatos ¡en Campeche!.
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El autodestape de Andrade fue un mensaje directo para quién deberá palomear las listas del PRI no sólo disputar las senadurías y diputaciones federales en 2012, sino también la gubernatura, las 17 alcaldías y 35 diputaciones locales.
Aprovechó la reunión que los ex dirigentes estatales del PRI sostuvieron con el nuevo líder del tricolor, Miguel Alberto Romero, para hacer el anuncio.
Faltará ver si el tricolor decide postular a un ex gobernador acusado de amasar fortuna en su tránsito por el cargo, de la cual gran parte, se comenta en círculos empresariales, está invertida en Canadá donde radica ya parte de la familia, además del estado de Campeche, donde se ha convertido en poder tras el trono ante el blandengue y gris mandatario Fernando Eutimio Ortega Bernés, mejor conocido por sus paisanos como el “purux”.
Los campechanos no bajan de ladrón a Manuel Andrade y cuestionan duramente a Ortega Bernés por “entregar” el poder al ex gobernador de Tabasco, a quien le echan en cara el robo de una gran tajada de los más de dos mil millones de pesos que el gobierno federal destinó al Programa Integral Contra Inundaciones (PICI) y que no se invirtió con las consecuencias que todos conocemos: miles de tabasqueños bajo el agua cada año por las inundaciones y pérdidas que ya rebasan los 50 mil millones de pesos.
Manuel Andrade gobernó cinco años porque el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le anuló la primera elección por fraudulenta, periodo en el que la rapiña y abuso de poder no tuvieron límites.
Comentarios en altos círculos políticos sobre la repentina transformación de mesero a millonario del ex secretario de Gobierno, Juan Carlos Castillejos, es uno de los mejores ejemplos del saqueo andradista.
Y sobre el abuso de poder, sobran repudiables acciones, baste citar la entrega de notarías a su hermano Darwin, compadres y amigos, varios de ellos denunciados por fraude, lo que obligó al gobierno estatal retirarles el FIAT, principalmente al hermano incómodo, el más corrupto.
Toda esta película la conocen y la saben de memoria los campechanos, por ello al repudio contra el ex gobernador Manuel Andrade, quien no sólo quiere ser senador por Tabasco, sino que, además, pretende imponer candidatos ¡en Campeche!.