El 24 de febrero se estrena en varias salas de México De Panzazo, el documental de Juan Carlos Rulfo y Carlos Loret de Mola que cuestiona el estado de la educación pública en nuestro país. Voces del sector educativo cuestionan una agenda cuya nada oculta intención es socavar toda esperanza en el sector público para dejar la educación en manos de la sociedad civil, es decir los mismos empresarios que pagaron el documental. Un artículo de Emilio Zebadúa pone De panzazo en su contexto y Luís Hernández Navarro cuenta qué poderosos patronos están detrás del proyecto.
Un documental de panzazo / Emilio Zebadúa
El camino más corto para convertirse en un intelectual hoy en día es la educación. Pero no en un sentido literal. No me refiero a hacerlo estudiando largos años, investigando en fuentes primarias, escribiendo libros originales o analizando teorías complejas. No, hoy en día parece ser suficiente adoptar los elementos básicos que definen el debate mundial sobre la educación; y trasladarlos a Mèxico.
Sólo basta con realizar un breve viaje a Finlandia, una lectura somera de algún manual de la OCDE sobre “best practices”, y una visita a algunas escuelas de las zonas marginadas del país. Ah, y por supuesto enfocar la crítica a los maestros, su sindicato y la Maestra Elba Esther Gordillo, su principal dirigente.
Lo anterior garantiza que la pobreza o, incluso, la falta absoluta de análisis sobre el sistema educativo pase desapercibido para la mayoría del público.Esta fórmula es desarrollada en un documental “!De panzazo!”, que pretende enjuiciar a los maestros por el estado en que se encuentra la educación en México -según las mediciones internacionales derivadas de las pruebas PISA.
El documental, que se exhibirá en salas comerciales de cine a partir del 24 de febrero, fue patrocinado por varios empresarios interesados en ejercer mayor influencia en la educación pública de México; lo que representa potencialmente de un 6 a un 8 por ciento del Producto Interno Bruto.
El principal impulsor es Alejandro Ramírez de Cinépolis que, junto con Claudio X. González, ligado a Televisa y Kimberley Clark (la papelera), presiden en la asociación “Mexicanos Primero” a varias empresas interesadas en negocios relacionados con la educación. Por un lado representan industrias (cine y television y radio) que compiten con la educación pública por las mentes y los valores de los niños y jóvenes, y por la otra, se encuentran entre los principales proveedores de materiales y materias primas (papel) del gasto público educativo.
El conductor es Carlos Loret de Mola, periodista de Televisa, Radio Fórmula y El Universal. Un periodista capaz; pero no un conocedor de la realidad educativa o social de México -o de Finlandia o Estados Unidos o los demás países de la OCDE.
El guión no tiene siquiera la sofisticación de un estudio de la propia OCDE, que a lo largo de sus análisis no se atreve a reducir los problemas educativos en México a un solo factor. Pero el documental no teme ser reduccionista. Al contrario, está dispuesto a sacar de contexto los comentarios de alumnos, maestros, padres de familia y, por supuesto, de la Maestra Gordillo. En ello no rige ningún criterio profesional, ni del periodismo y menos de la academia.
Pero la intención es clara, y nadie involucrado en la producción, distribución o difusión del documental pretende ocultarlo. Se trata de un esfuerzo más en “la disputa por la educación”; una lucha que es, a la vez, ideológica y laboral, pedagógica y social, de negocios y de política.
Nadie cuestiona que es necesario que el modelo educativo del país se transforme. Se debe elevar la calidad educativa para un mundo competitivo. Se requiere formar nuevas generaciones con las habilidades del siglo XXI, en inglés, matemáticas, lectura, ciencias, computación e internet.
Pero un sector empresarial pretende –para empezar esa transformación– acabar con los derechos de los trabajadores de la educación. Y, en concreto, con los derechos más importantes de todos: la organización laboral y la negociación colectiva. Para decirlo de una manera sencilla y clara, es un proceso que busca privatizar la educación; al menos reducir el ámbito de la educación pública. Y así abrir espacios adicionales para empresas e iglesias.
El documental no es un trabajo terminado, por lo que no contiene conclusiones o propuestas de política pública. Se puede ver más bien como un trabajo-de-campo o parte de un estudio de antropología social de jóvenes entusiastas, pero amateurs en el ámbito de la educación pública. Pero sus intenciones no son ingenuas o inocentes. Son parte de un proyecto global para la transforación de la educación bajo criterios de la empresa privada y el mercado.
¿Y quienes son los benefactores de México?
El tono alarmista, demagógico y casi apocalíptico de este documental encaja con los propósitos de sus patrocionadores, entre ellos la fundación Mexicanos primero. ¿Y quienes son estos benefactores de la nación? Dejemos en manos de Luís Hernández Navarro la radiografía de este poder que quiere salvar a México:
La fabricación del mito: educación y empresarios / Luis Hernández Navarro
La derecha empresarial sigue su ofensiva en contra de la educación pública, los maestros y su sindicato. El pasado 16 de noviembre, Mexicanos Primero presentó el documento titulado Brechas: estado de la educación en México 2010. En el acto, su presidente, Claudio X. González, dijo que el país tiene la fórmula para una educación… ¡mediocre!, que el panorama educativo es desalentador, y que el organismo gremial del magisterio requiere hacer más educación y menos política.
Mexicanos Primero fue fundada por Alejandro Ramírez Magaña, hijo del dueño de Organización Ramírez-Cinépolis. La empresa carga en sus espaldas un oscuro historial, crímenes incluidos (La Jornada, 27/7/96). Su influencia política en Michoacán es relevante. Ramírez Magaña es egresado de Harvard. Fue secretario técnico del gabinete de Desarrollo Humano en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), cuando su titular era Josefina Vázquez Mota.
Claudio X. González (hijo) con J. Alarcón
Aunque Mexicanos Primero fue fundada en 2005 –casualmente cuando Ramírez aún era funcionario de la Sedesol–, su lanzamiento público coincide con la designación de Vázquez Mota como secretaria de Educación.La conformación del cuerpo directivo de Mexicanos Primero incluye personalidades relacionadas con el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana.
El director de Mexicanos Primero es David Calderón, focolarino (laico consagrado del apostolado de la sonrisa), comprometido con la promoción social directa. Llegó a la institución después de laborar con Fernando Landeros en la Fundación Teletón. Allí lo reclutó Claudio X. González.
Mexicanos Primero es un organismo sombra, promotor de los intereses de la derecha empresarial en materia educativa. Aunque formalmente postula la necesidad de ciudadanizar la educación y la intervención directa de los padres de familia, ha dedicado el grueso de sus esfuerzos a criticar la educación pública, a los maestros y al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Cuenta con gran cantidad de recursos y espacios relevantes para promover su agenda en los medios de comunicación. La organización tiene una filial en Michoacán.
A lo largo de los recientes tres años, la fundación ha buscado desfondar al sindicato, otorgando recompensas y premios a maestros que coinciden con una visión más humanista
de la educación. La idea es que los profesores valoren que los empresarios aprecian su esfuerzo (premios ABC), en contraposición con el sindicato que los enajena y utiliza políticamente.
Según Blanca Heredia, ex titular de la Unidad para el Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación,
Mexicanos Primero fue creada por un grupo de empresarios de nueva generación; vive de las aportaciones de sus patronos y su liderazgo asume públicamente la defensa de las causas que son el motor de la organización. Su existencia me anima, pues me habla del tipo de líderes empresariales que México requiere con urgencia y sin los cuales ningún país puede prosperar y aspirar a ser grande. (La Razón, 18/11/10.)
David Calderón, acompañado del cineasta J. C. Rulfo, Alejandro Ramírez y Carlos Loret
Sin embargo, la ofensiva empresarial contra la educación pública desde la derecha va más allá de Mexicanos Primero, la cual exigió dar a conocer el padrón magisterial a organismos como México Unido contra la Delincuencia y Causa en Común.
Entre el 25 y el 28 de octubre pasado se efectuó el foro Clase 2010 Cumbre de Líderes en Acción por la Educación 2010, organizado por Compromiso Social por la Calidad de la Educación, que presiden Marinela Servitje y Gerardo Gutiérrez Candiani, líder de la Coparmex, quienes criticaron la política educativa nacional, que, según ellos, no ha logrado avances. Apenas en agosto, frente a Felipe Calderón, Isabel Miranda de Wallace, de la organización Alto al Secuestro, denunció que México estaba secuestrado por el SNTE
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Marinela Servitje, Cecilia Occelli, ex esposa de Carlos Salinas y Raúl Salinas
La animadversión de la derecha empresarial conservadora hacia la educación pública no es nueva. De manera consistente ha arremetido contra ella por asuntos como la educación socialista, los contenidos de educación sexual y la introducción de los libros de texto gratuitos. Pero ahora va por más. Quiere hacer de ella una oportunidad de negocios y un espacio para formar a niños y jóvenes de acuerdo con su visión del mundo.
No es un hecho exclusivamente mexicano. Según relata Noam Chomsky, grandes inversores como Lehman Brothers, entre otros, mandaban a sus clientes folletos en los que se leía:
Mira, ya nos hemos encargado del sistema de salud; nos encargamos del sistema carcelario; el próximo gran objetivo es el sistema educativo. Podemos privatizar el sistema educativo, hacer mucho dinero de él.
Instituciones conservadoras como Heritage Foundation, Hudson Institute y la Olin Foundation han dedicado cuantiosos recursos para socavar la educación pública. El centro de su estrategia, como la de Mexicanos Primero, ha sido inventar una crisis en el sector, fabricar mitos sobre el desastre pedagógico nacional y la ineficiencia de los maestros.
No se trata de defender a Elba Esther Gordillo ni a los dirigentes charros del SNTE. Nada de eso. Son impresentables, han degradado profesional y moralmente a una parte del magisterio nacional. Pero no se debe tirar al niño con el agua sucia de la bañera
. Lo que la derecha empresarial quiere hacer con sus críticas al magisterio nacional es preparar el terreno para asaltar la educación pública.
Clarificando que es gerundio…
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