- Se hicieron perfiles genéticos a 15 mil 618 cadáveres de enero de 2006 a agosto de 2012; oficialmente hubo 47 mil homicidios dolosos
- Carecen de laboratorios de genética 13 entidades, y en el resto no hay reglas de homologación para manejo de restos humanos
Gustavo Castillo y corresponsales
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de enero de 2013, p. 2
Miércoles 2 de enero de 2013, p. 2
De enero de 2006 a agosto de 2012 –periodo que abarcó la
guerradel ex presidente Felipe Calderón al crimen organizado– se elaboraron perfiles genéticos de 15 mil 618 cadáveres jurídicamente no identificados; 97 por ciento de ellos fueron enviados a la fosa común.
Los perfiles correspondían a personas asesinadas que no portaban
ninguna identificación, entre ellos migrantes y víctimas de
enfrentamientos con policías, militares y delincuentes, o bien entre
miembros de bandas rivales. En ese lapso, de esos miles sólo 425 fueron
identificados, aunque se desconoce si se entregaron a familiares.
Una investigación realizada por La Jornada detectó que, a
pesar de los acuerdos para elaborar un protocolo de identificación de
personas asesinadas, las procuradurías de Justicia del país carecen de
reglas homologadas para el manejo y conservación de cuerpos o restos
humanos.
Cada estado tiene sus plazos particulares para enviar un cadáver
desconocido –que en el argot forense se denomina NN– a la fosa común.
Los tiempos de retención van de 24 horas a seis meses, dependiendo de la
infraestructura, número de peritos o especialistas en medicina forense,
las normas sanitarias y las decisiones que toma el Ministerio Público
de cada entidad.
En 13 entidades, los desconocidos son enviados a la fosa común con
expedientes incompletos y sin que sus huellas dactilares, peritajes de
fotografía o genética hayan sido confrontados con los datos nacionales
que poseen la Procuraduría General de la República (PGR) o la Secretaría
de Seguridad Pública (SSP) federal.
En Coahuila, Morelos, Sonora, Chiapas, Oaxaca y Sinaloa se han
habilitado espacios en cementerios o funerarias privadas para la
práctica de las necropsias de ley, lo que provocó que cadáveres de
supuestos líderes de cárteles de las drogas fueran robados y
las autoridades federales o estatales no tengan con qué acreditar el
fallecimiento. Uno de los casos más sonados ocurrió en octubre pasado en
Coahuila, cuando el presunto cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano, líder
de Los Zetas, fue robado de una funeraria.
Datos del secretariado ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública (Sesnsp) –dependiente de la Secretaría de Gobernación– y del
Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a
la Delincuencia (Cenapi), de la Procuraduría General de la República
(PGR), refieren que de 2006 a 2012 la llamada base nacional de perfiles
genéticos recibió un total de 15 mil 618 perfiles desconocidos, de los
cuales solamente 425 fueron identificados.
En 2006 se registraron oficialmente los homicidios de 6 mil 443
personas consideradas desconocidas; en 2007, 723; en 2008, 815; en 2009,
mil 29; en 2010, 2 mil 23; en 2011, 3 mil 86, y de enero a agosto de
2012, mil 499.
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