La marcha por la conmemoración del 45 aniversario de la matanza de estudiantes en la Plaza de la Tres Culturas, ordenada por el PRI de antes y mantenida en la impunidad por el PRI de hoy, estuvo nutrida de muchos colectivos, grupos estudiantiles, gremios sindicales y pueblo en general. La marcha había transcurrido sin incidentes y creíamos que está vez los infiltrados y provocadores de la #PRIANdilla se habían quedado en sus cuarteles o guaridas, pero no fue así. Al llegar al palacio de Bellas Artes, los infiltrados de la #PRIANdilla, hicieron acto de presencia para romper, provocar y justificar la represión. Los primeros conatos de enfrentamiento entre los infiltrados y las fuerzas represivas del Estado iniciaron al llegar a la altura del metro Hidalgo, en el cruce de avenida Reforma y la Calzada México Tacuba. Posteriormente, al llegar a la glorieta del Caballito, fue donde de manera abierta y franca los infiltrados y los #Granaperros del sistema protagonizaron la mayor trifulca para justificar las detenciones arbitrarias que se hicieron posteriormente en las inmediaciones del Monumento a la Revolución y en las cercanías del Ángel de la Independencia.
Sabemos cómo actúa la #PRIANdilla y el perfil de sus infiltrados, y por ello es que denunciamos ante la opinión pública el tipo de infiltrados que usa el sistema para desestabilizar, criminalizar y satanizar la protesta social, así como para justificar la represión.
Hay 3 tipos de infiltrados: la oreja, el provocador y, el más peligroso, el suplantador:
La oreja.- Es el infiltrado más común de la #PRIANdilla y tiene como misión comunicar todo lo que escucha a sus superiores. Este perfil de infiltrado pasa desapercibido y se gana la confianza de las luchas que infiltra. Incluso repite las mismas consignas en contra del sistema cuando marcha o participa en las reuniones de organización.
El provocador.- Este perfil de infiltrado está especializado en atacar a los #Granaperros, causándoles heridas incluso, o atacar comercios y romper vidrios para justificar la represión del sistema hacia los manifestantes que participan de forma pacífica en las marchas y movilizaciones. La mayoría de estos son policías, miembros del ejército o de las demás fuerzas represivas del Estado que van vestidos de civil para pasar desapercibidos entre la multitud y poder hacer el trabajo que les encomiendan, que es provocar y atacar a sus compañeros en servicio para justificar la represión, la criminalización y la satanización de la protesta social legítima.
El suplantador.- Este perfil es el más peligroso para la lucha y organización social, ya que está conformado por gente muy preparada que sabe perfectamente la problemática política, económica y social del grupo, organización, partido político o sindicato que infiltra y su misión es apoderarse de la lucha y suplantar al líder para poner al servicio del sistema el grupo, la organización, el partido político o sindicato que infiltra.