miércoles, 14 de mayo de 2008

Hay ya una desincorporación hormiga de funciones en Pemex, alerta David Ibarra

■ Inviable económicamente e imposible políticamente, la privatización, dice el ex titular de SHCP
■ ¿Qué le quita al país que hubiera refinerías privadas?, pregunta Carlos Elizondo Mayer-Serra

La privatización total de Pemex es “inviable económicamente e imposible políticamente”, pero hay que evitar que la “desincorporación parcial, hormiga de funciones” que se lleva a cabo, “siga creando conglomerados de actividades privadas con funciones cada vez más estratégicas”, advirtió el ex secretario de Hacienda David Ibarra Muñoz.
Al participar en el primer debate sobre la reforma a Petróleos Mexicanos (Pemex), el también ex director de la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) y de Nacional Financiera (Nafin) resaltó la debilidad y el empobrecimiento financiero a que se ha llevado a la paraestatal, debido a “las trasferencias desproporcionadas de sus ingresos a las finanzas públicas y a un autoritarismo solapado que ha cambiado las reglas del juego a trasmano”.
Ibarra Muñoz se manifestó por reconstruir Pemex, a fin de que recobre su papel de sector estratégico en el desarrollo del país. Con él coincidieron el perredista José Agustín Ortiz Pinchetti y el historiador Lorenzo Meyer, quien sostuvo que es necesario el “nacionalismo vivo” para defender a la empresa.
La única voz discordante en esa segunda parte del debate entre intelectuales, académicos e investigadores fue la de Carlos Elizondo Mayer-Serra, quien hizo que saltaran de su asiento los demás panelistas, y que Cuauhtémoc Cárdenas endureciera aún más el gesto, al sostener que es inútil el debate sobre la constitucionalidad o no de las iniciativas de Felipe Calderón, y que tampoco le parece interesante debatir sobre la privatización o no de Pemex, porque es (una discusión) semántica, no de fondo.
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