. Posiscionamiento de las Brigadas Hidalguenses en Defensa del Petróleo
Nos encontramos ante un desafío histórico, el petróleo ha sido un importante factor de recursos para el país; ahora se encuentra en una encrucijada, pues a pesar de que PEMEX es la segunda empresa que factura más utilidades a nivel mundial, sólo en 2006 logro obtener 72 mil 300 millones de dólares por debajo de Exxon que alcanzó los 79 mil 500 millones. Es precisamente esta enorme riqueza la que desata la codicia de las grandes transnacionales, y es también de dónde los gobiernos han obtenido aproximadamente el 40% de su gasto público, sólo el año pasado PEMEX aportó al país 42 mil 886 millones de dólares al gobierno, mismo que en su mayoría ha sido destinado al gasto corriente es decir al pago de los altísimos sueldos y despilfarrado en fraudes como el del Fonden que concluyó con la inhabilitación de su titular para desempeñar cargos públicos.
La política de saqueo y deterioro en 30 años de gobiernos neoliberales, de acuerdo con el “consenso de Washinton”; estos gobiernos entreguistas han adoptado el contenido teórico de esta etapa actual del capitalismo en crisis, donde al bajar la tasa de ganancia de la burguesía internacional en la década de los años setenta, los empresarios cargan la crisis en las espaldas de los trabajadores, la reducción del estado, las privatizaciones y la mayor participación de empresarios en funciones que antes eran del estado obedecen a ésta lógica, ante la crisis del capitalismo, la burguesía se rehúsa a perder sus privilegios y liquida al estado de bienestar, mostrando la verdadera cara del capitalismo. ¡De este tamaño es nuestra lucha y por esto, de igual determinación deberá ser nuestra respuesta!
¿Pero cómo puede el gobierno destruir la empresa que financia casi la mitad del gasto público?, es muy simple, muchas de las funciones de apoyo son ahora privadas, no olvidemos que el año pasado una desgracia puso al descubierto que los servicios privados de seguridad contratados por PEMEX no funcionaron, los dispositivos de emergencia llamados “mandarinas”, no evitaron la muerte de trabajadores que dependían de insumos que habían sido negociados por los hermanos Bibriesca, una muestra mas de la irracional idea de que la privatización lo soluciona todo y de que los empresarios si pueden administrar lo que el gobierno no puede. Esto sin descontar que una parte importante de los recursos del petróleo son simplemente robados y utilizados para apoyar campañas políticas como lo demostró el caso del PEMEX gate. Dejando a PEMEX sin capacidad para reinvertir y fortalecerse.
El gobierno, ante nuestra fuerza y convocatoria titubea, su propuesta de reforma no es clara, afirman que no es privatizar una empresa pública si no se vende, y que sólo se buscaría reforzarla con recursos externos, vaya un tierno eufemismo, ninguna empresa va a invertir en PEMEX si no tiene asegurada su retorno y ganancias, además privatizar no significa sólo vender activos del estado, sino también el traslado de actividades públicas al sector privado, es decir si una parte de la exploración que antes le correspondía a PEMEX, lo realizara ahora una empresa privada ¡es privatización¡, que no nos engañen la privatización es una realidad desde hace décadas y solo se busca legalizar el saqueo de PEMEX.
No hay que olvidar las lecciones de la historia, el petróleo en México era explotado, por empresas extranjeras hacia inicios del siglo pasado, su producción era reducida, el estado mexicano no podía intervenir en su explotación, ni podía evitar que se destinara el 99% de su producción para la exportación y solo el 1% para el consumo nacional, esta política no fue cuestionada por el gobierno de Porfirio Díaz, pero al estallar la revolución las empresas petroleras intentaron influir en la política interna durante el gobierno de Madero, pero es con la promulgación de la Constitución en 1917, donde los intereses se confrontan al declararse el petróleo propiedad de la nación, a pesar de nuestra Constitución, las empresas se negaron a reconocer este derecho y fue sólo con la declaración de expropiación de 1938, como el gobierno pudo realmente hacerse del control de la producción petrolera, pero no hay que olvidar que este logro fue producto de la movilización nacional, la reactivación del proceso revolucionario, y un contexto internacional favorable, donde incluso se obtuvo la solidaridad de trabajadores extranjeros.
Con los siguientes gobiernos las empresas retomaron un papel negociante para participar de un manera u otra en el negocio del petróleo, y parece que el gobierno espurio, quiere pagar las facturas del fraude con los millonarios beneficios del petróleo mexicano y para esto ha encargado a Mouriño, el triste papel de traidor en defensa de los intereses neocolonialistas que se esconden bajo su discurso globalizador y modernizante enlodado, con sucios contratos de los que se ha beneficiado la pandilla de Calderón.
Es por esto que en Hidalgo decimos ¡basta¡, basta de que el saqueo de PEMEX que realiza el estado, sea después utilizado como un argumento a favor de la privatización, basta de que las enormes riquezas del país sean dilapidadas y robadas por la camarilla del PRI y el PAN, basta de que el petróleo signifique para muchos de nosotros explotación y desastre ambiental como en Tula Hidalgo, mientras que para las empresas extranjeras que compran crudo barato y venden gasolina cara sean enormes ganancias.
Es por esto que decidimos organizarnos, de manera fraterna y enérgica el gobierno legitimo, la CND, el FAP y los partidos que la integran, con las organizaciones sindicales y sociales para defender nuestro derecho a explotar nuestros recursos. La meta compañeros será construir brigadas en cada municipio, centro de trabajo, escuela y barrios, para enfrentar con la resistencia civil pacífica, los embates del gobierno, con la participación de compañeras que encabezaremos los contingentes, debemos informar, participar organizadamente en las brigadas, preparar las acciones de resistencia en caso de ser necesario, realizar bloqueos, toma de oficinas públicas, y preparar el paro general es decir, ser la vanguardia en la lucha por un México nuevo, que permita retomar a los energéticos como una palanca del desarrollo nacional como lo plantea el gobierno legitimo.
¡Por la renacionalización de PEMEX¡ ¡Política petrolera independiente¡
¡Por un paro nacional en defensa de los energéticos y la caída del gobierno espurio¡
¡La patria no se vende la patria se defiende¡
Nos encontramos ante un desafío histórico, el petróleo ha sido un importante factor de recursos para el país; ahora se encuentra en una encrucijada, pues a pesar de que PEMEX es la segunda empresa que factura más utilidades a nivel mundial, sólo en 2006 logro obtener 72 mil 300 millones de dólares por debajo de Exxon que alcanzó los 79 mil 500 millones. Es precisamente esta enorme riqueza la que desata la codicia de las grandes transnacionales, y es también de dónde los gobiernos han obtenido aproximadamente el 40% de su gasto público, sólo el año pasado PEMEX aportó al país 42 mil 886 millones de dólares al gobierno, mismo que en su mayoría ha sido destinado al gasto corriente es decir al pago de los altísimos sueldos y despilfarrado en fraudes como el del Fonden que concluyó con la inhabilitación de su titular para desempeñar cargos públicos.
La política de saqueo y deterioro en 30 años de gobiernos neoliberales, de acuerdo con el “consenso de Washinton”; estos gobiernos entreguistas han adoptado el contenido teórico de esta etapa actual del capitalismo en crisis, donde al bajar la tasa de ganancia de la burguesía internacional en la década de los años setenta, los empresarios cargan la crisis en las espaldas de los trabajadores, la reducción del estado, las privatizaciones y la mayor participación de empresarios en funciones que antes eran del estado obedecen a ésta lógica, ante la crisis del capitalismo, la burguesía se rehúsa a perder sus privilegios y liquida al estado de bienestar, mostrando la verdadera cara del capitalismo. ¡De este tamaño es nuestra lucha y por esto, de igual determinación deberá ser nuestra respuesta!
¿Pero cómo puede el gobierno destruir la empresa que financia casi la mitad del gasto público?, es muy simple, muchas de las funciones de apoyo son ahora privadas, no olvidemos que el año pasado una desgracia puso al descubierto que los servicios privados de seguridad contratados por PEMEX no funcionaron, los dispositivos de emergencia llamados “mandarinas”, no evitaron la muerte de trabajadores que dependían de insumos que habían sido negociados por los hermanos Bibriesca, una muestra mas de la irracional idea de que la privatización lo soluciona todo y de que los empresarios si pueden administrar lo que el gobierno no puede. Esto sin descontar que una parte importante de los recursos del petróleo son simplemente robados y utilizados para apoyar campañas políticas como lo demostró el caso del PEMEX gate. Dejando a PEMEX sin capacidad para reinvertir y fortalecerse.
El gobierno, ante nuestra fuerza y convocatoria titubea, su propuesta de reforma no es clara, afirman que no es privatizar una empresa pública si no se vende, y que sólo se buscaría reforzarla con recursos externos, vaya un tierno eufemismo, ninguna empresa va a invertir en PEMEX si no tiene asegurada su retorno y ganancias, además privatizar no significa sólo vender activos del estado, sino también el traslado de actividades públicas al sector privado, es decir si una parte de la exploración que antes le correspondía a PEMEX, lo realizara ahora una empresa privada ¡es privatización¡, que no nos engañen la privatización es una realidad desde hace décadas y solo se busca legalizar el saqueo de PEMEX.
No hay que olvidar las lecciones de la historia, el petróleo en México era explotado, por empresas extranjeras hacia inicios del siglo pasado, su producción era reducida, el estado mexicano no podía intervenir en su explotación, ni podía evitar que se destinara el 99% de su producción para la exportación y solo el 1% para el consumo nacional, esta política no fue cuestionada por el gobierno de Porfirio Díaz, pero al estallar la revolución las empresas petroleras intentaron influir en la política interna durante el gobierno de Madero, pero es con la promulgación de la Constitución en 1917, donde los intereses se confrontan al declararse el petróleo propiedad de la nación, a pesar de nuestra Constitución, las empresas se negaron a reconocer este derecho y fue sólo con la declaración de expropiación de 1938, como el gobierno pudo realmente hacerse del control de la producción petrolera, pero no hay que olvidar que este logro fue producto de la movilización nacional, la reactivación del proceso revolucionario, y un contexto internacional favorable, donde incluso se obtuvo la solidaridad de trabajadores extranjeros.
Con los siguientes gobiernos las empresas retomaron un papel negociante para participar de un manera u otra en el negocio del petróleo, y parece que el gobierno espurio, quiere pagar las facturas del fraude con los millonarios beneficios del petróleo mexicano y para esto ha encargado a Mouriño, el triste papel de traidor en defensa de los intereses neocolonialistas que se esconden bajo su discurso globalizador y modernizante enlodado, con sucios contratos de los que se ha beneficiado la pandilla de Calderón.
Es por esto que en Hidalgo decimos ¡basta¡, basta de que el saqueo de PEMEX que realiza el estado, sea después utilizado como un argumento a favor de la privatización, basta de que las enormes riquezas del país sean dilapidadas y robadas por la camarilla del PRI y el PAN, basta de que el petróleo signifique para muchos de nosotros explotación y desastre ambiental como en Tula Hidalgo, mientras que para las empresas extranjeras que compran crudo barato y venden gasolina cara sean enormes ganancias.
Es por esto que decidimos organizarnos, de manera fraterna y enérgica el gobierno legitimo, la CND, el FAP y los partidos que la integran, con las organizaciones sindicales y sociales para defender nuestro derecho a explotar nuestros recursos. La meta compañeros será construir brigadas en cada municipio, centro de trabajo, escuela y barrios, para enfrentar con la resistencia civil pacífica, los embates del gobierno, con la participación de compañeras que encabezaremos los contingentes, debemos informar, participar organizadamente en las brigadas, preparar las acciones de resistencia en caso de ser necesario, realizar bloqueos, toma de oficinas públicas, y preparar el paro general es decir, ser la vanguardia en la lucha por un México nuevo, que permita retomar a los energéticos como una palanca del desarrollo nacional como lo plantea el gobierno legitimo.
¡Por la renacionalización de PEMEX¡ ¡Política petrolera independiente¡
¡Por un paro nacional en defensa de los energéticos y la caída del gobierno espurio¡
¡La patria no se vende la patria se defiende¡