■ El golpe mediático ha segregado del plano informativo su visión y su opinión, acusa.
■ El columnista de La Jornada habló durante el foro Ruta Crítica Metropolitana, en Tlatelolco
Arturo Jiménez
Arturo Jiménez
En México se ha producido un “golpe mediático” que ha segregado del plano informativo “los hechos, la visión y la opinión” de cuando menos la mitad de la sociedad políticamente activa, señaló el periodista Julio Hernández López durante el espacio Ruta Crítica Metropolitana: Foro para la discusión de lo público, lo masivo, la cultura y la intervención social en el arte.
Realizado en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco como parte de Peatonal: Encuentro de arte y política en el espacio público de la ciudad de México, Hernández López agregó que una buena parte del desarrollo de medios alternativos y el uso de nuevas tecnologías para la información masiva, tiene su explicación en la existencia de una “sociedad agraviada” tras las elecciones presidenciales de 2006.
El columnista de La Jornada participó como coordinador del proyecto Astillero Tv junto con el filósofo italiano Franco Berardi, Bifo, quien reiteró sus planteamientos y experiencia sobre lo que consideró 30 años de “fracaso” de la comunicación social alternativa en su país y Europa. (La Jornada/23 de mayo/2008)
Sin entrar a discutir si los resultados oficiales de 2006 son válidos o adulterados, Hernández López dijo que la sociedad políticamente activa del país se encuentra “dividida por mitades casi iguales”, pero no están representadas en esa misma medida en los medios de comunicación.
“Y es que la gran mayoría de los medios, sobre todo los electrónicos, se han alineado con el gobierno de facto, en una maniobra que ha ido dejando fuera cualquier posibilidad de que ese segmento social y político tenga presencia nacional.”
Por el contrario, continuó, se ha dado una “campaña de linchamiento” contra el movimiento de quienes se opusieron a lo que consideran fraude electoral. Y ese linchamiento se ha ampliado ahora, agregó, a quienes luchan contra lo que observan como privatización del petróleo.
Dicha cerrazón, reflexionó Hernández López, se explica porque en México los principales medios de comunicación son concebidos como empresas, las cuales se rigen por el lucro que representan los anuncios gubernamentales o privados y los negocios que sus propietarios realizan con los gobiernos en turno.
El columnista mencionó excepciones como la revista Proceso, el diario La Jornada y espacios de radio como los de Ricardo Rocha y Carmen Aristegui, esta última una “experiencia aplastada” de manera reciente.
Ante eso, y contra lo que suele decirse del periodismo como un supuesto “cuarto poder”, Hernández López dijo que más bien puede hablarse de un “poder empresarial” que ha impedido el desarrollo de un verdadero ejercicio periodístico.
“Debido a lo anterior, desde 2006 en el país se ha acentuado el surgimiento de múltiples canales de comunicación alternos, sobre todo en Internet, los cuales se han venido convirtiendo en un punto de encuentro de opositores sin tribuna y en una conversión acelerada de ciudadanos con noticias que difundir, en una suerte de aprendices de periodista.”
Mencionó como algunos de los ejemplos con más visitas los sitios El Sendero del Peje o Radio AMLO, y aunque con frecuencia predomina en ellos un “tono propagandístico, la ausencia de autocrítica o el poco rigor en el tratamiento de la información”, agregó, son importantes en el intento de romper el “cerco informativo”.