Martí Batres Guadarrama
06 de mayo de 2008
PRD, 19 años de lucha
Ayer, 5 de mayo, se cumplieron 19 años de vida del Partido de la Revolución Democrática. En un lapso histórico muy breve, el PRD se posicionó como la principal fuerza de oposición, no sólo al gobierno federal sino al proyecto económico del mismo.
A lo largo de su joven existencia, este partido encabezó la lucha contra las privatizaciones de Carlos Salinas de Gortari, especialmente contra la de la banca, que a la luz de la historia se configuró en uno de los grandes desastres económicos para la nación. Más tarde rechazó y denunció la reforma al artículo 27 constitucional que permitiría comercializar el ejido.
Después señaló con claridad y previsión las ausencias y fallas del Tratado de Libre Comercio con América del Norte, particularmente la ausencia de capítulos como migración, ecología, laboral y de compensaciones sociales. En ese entonces también se opuso y logró congelar la llamada ley inquilinaria.
En el sexenio de Ernesto Zedillo el PRD fue el más congruente opositor al aumento del IVA y al Fobaproa. Y más adelante, ya con Vicente Fox Quesada en la Presidencia, fue este partido el que evitó que se impusiera el IVA a medicinas y alimentos, y que se reformara la Constitución en materia de energía eléctrica. Así también, logró abrir la máxima tribuna de la nación para los indígenas zapatistas e hizo públicos los nombres de los empresarios y políticos que se beneficiaron con el Fobaproa, hasta ahora el mayor atraco contra la nación.
En menos de una década el PRD llegó al gobierno del Distrito Federal y de seis entidades federativas más; ha mantenido el gobierno en más de 300 municipios; es la segunda fuerza política en el Congreso de la Unión. De hecho gobierna a más de una tercera parte de los mexicanos, a la capital de la República, al puerto más importante del Pacífico, al municipio más poblado del país. De haberse respetado la voluntad popular en 2006, tendría que estar despachando en Palacio Nacional en estos momentos.
Como gobierno ha colocado en el centro de su acción a la política social, el apoyo a las grandes mayorías, el compromiso con los más pobres. Ello ha demostrando que otro rumbo es posible.
Por todo esto, para los trasnochados gobernantes neoliberales de México —los únicos sobrevivientes junto con el gobierno asesino de Colombia en toda América Latina— el PRD es una fuerza política que les impide y dificulta continuar con su proyecto de privatización salvaje.
No es extraño que Carlos Salinas de Gortari buscara destruir al Partido de la Revolución Democrática asesinando a algunos de sus dirigentes y cooptando a otros. Como tampoco lo es que el propio Felipe Calderón quiera hoy en día dividir a este partido, que representa el dique más sólido para evitar la privatización del petróleo
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