martes, 9 de septiembre de 2008

Hechos

Por María Teresa Jardí

Nadie en Yucatán, lo que incluye a Ivonne Ortega, tendría que hacerse más pelotas que las que de suyo el sistema capitalista impuesto a la mexicana derrama para hacer resbalar a los mexicanos con sus mentiras.
Como se puede, cuando se quiere, mientras esto escribo escucho al procurador capitalino decir que ya está detenido el jefe de la Banda de la Flor implicada, al parecer, en el secuestro y asesinato de Fernando Martí. Un expolicía, exjefe de uno de las más corruptas instancias encargadas de las “investigaciones” sobre la delincuencia, la favorita de Durazo, la que contaminó a la policía del D.F., es el jefe.

Policías, policías, policías integrantes de la Policía que en México, no tenemos, son siempre los criminales.
Veamos el caso de los decapitados en Mérida y sólo voy a referirme a los hechos que saltan a la vista. Luego de una visita de Jorge Tello Peón, el Chapo Guzmán sale por la Puerta Grande de un presidio de alta seguridad en la época del desgobierno panista encabezado por Fox. Y ahora ya se sabe que Jorge Tello Peón vive en Mérida.
Poco tiempo después del “escape” del Chapo empiezan a verse en Mérida grandes camionetas con vidrios polarizados que transitan juntas. Cuestión imposible de ignorar porque ya había ocurrido lo mismo antes en el Norte de la república y porque así lo había denunciado Blancornelas en el semanario Zeta. Pero también otros diarios como El Heraldo de Chihuahua y el Norte de Monterrey, etc.
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