El Correo Ilustrado
Con indignación recibimos la noticia del asesinato de los dirigentes de la Organización para el Futuro del Pueblo Mixteco (OFPM), Raúl Lucas Lucía y Manuel Ponce Rosas, ambos desaparecidos desde el 13 de febrero. Estos asesinatos significan un crimen de Estado por la total indiferencia con la que actuaron las diferentes dependencias e instituciones de gobierno, porque el Estado no fue capaz de garantizar el derecho a la seguridad, la integridad física y el derecho a la vida.
¿Cómo se puede desaparecer a dos personas a plena luz del día y, más aún, en un acto público, sin que exista la complicidad del Estado? ¿A quiénes incomodaban y afectaban las denuncias y señalamientos de violaciones a los derechos humanos derivados de la militarización que hizo la OFPM? ¿Por qué Raúl y Manuel fueron desaparecidos, torturados y asesinados con tal saña? ¿Por qué las amenazas a los familiares para que no denunciaran los hechos?
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