A MODO CON LA AMBIGÜEDAD asumida por el gobierno de Barack Obama -que hace verosímil la sospecha de que la Casa Blanca consintió previamente el golpe de Estado en Honduras-, los medios de comunicación estadunidenses han empezado a presentar al golpista Roberto Micheletti (algunos de sus detractores lo nombran ya Pinochellet) como “presidente de facto” y a sus compinches que usurpan el poder como “gobierno provisional”. El mensaje es el medio.
LEER ARTICULO COMPLETO