Ladillas
Primera Epístola del Chamuco a don Juanito, Señor de la Ínsula Ixtapalapense
Por el Lic. Mefistófeles Satanás
Don Juanito:
Un fulano que gobierna –como yo-- en un infierno o que gobernara –como usted—en tal no goza de ciertos lujos, don Juanito. La libertad que usted tiene de caminar por las calles, en el metro, por las plazas, no es para un usurpador como, por ejemplo, FECAL, y pronto, usted. No se ofenda si lo llamo a usted usurpador. Entre gitanos no se permite echar las suertes. Aquí hablaremos con la verdad aunque si nos respetaremos: perro no come perro.
El Juego de los Cesares o Los Principios del Chamuco
Usted debe aprender pronto el juego de los cesares. Estas son las consejas del chamuco para extender el reino de un usurpador. Créame, mas sabe el diablo por viejo que por diablo.
1. La Desconfianza
Nunca puede un usurpador confiar en alguien, don Juanito. Todo el que se le acerque debe ser visto como un Juanito en potencia. Solo siendo pendejo confiaría usted en los Chuchos, don Juanito. Acuérdese que ellos nunca le perdonaran que les quitara Ixtapalapa. El subcomediante Arce-nico ya antes chaqueteo y traiciono a sus compañeros guerrilleros en tiempos de la guerra sucia. Yo que usted dormía con una fusca bajo la almohada y cambiaba de lugar de dormir a diario, igual como hacia Pancho Villa.
2. Estimule las Rivalidades
Usted debe darles cuerda a los subordinados para que solitos se cuelguen y traten de colgar a sus rivales. Pregúntele a Fulano, como quien no quiere la cosa “¿qué menesteres me cuentas de los negocitos de Zutano?”. Si Fulano con entusiasmo denuncia a Zutano, confronte luego a Zutano en privado y vera que él le suelta la sopa sobre Fulano. Así los podrá denunciar a ambos luego. Hágales saber que tiene usted tal información sobre ellos. Pero si Fulano es esquivo o trata de justificar a Zutano usted ha descubierto una conspiración. Vaya con Zutano y dígale que Fulano lo ha confesado todo y que, por su bien, le conviene hacer lo mismo.
3. Favorezca la Mediocridad
Desconfié usted de los talentosos, de los letrados, de los inteligentes, don Juanito. Esos lo verán a usted y pensaran “yo lo puedo hacer mejor”. Rodéese entonces de los ignorantes, de los mediocres, de los cobardes, don Juanito, pues estos serán demasiado torpes para llevar a cabo una traición exitosa. Por muchos años el PRI elegía a los presidentes de entre el más pendejo del gabinete. Es ansina que cada presidente era progresivamente más pendejo y a su vez buscaba pendejos para gobernar a México. Esta evolución inversa explica entonces como el burro parado fue que nos endilgó a FECAL. Igual usted debe de buscar rodearse de pendejos, don Juanito, para que no le hagan sombra más que en el arte de hacer pendejadas.
4. Manténgalos en Sobresaltos
Debe ser amable con sus “cómplices” un día y un déspota al día siguiente para que no se sientan seguros de nada. Suelte pequeñas joyas que los hagan dudar de su cordura como por ejemplo: “Ixtapalapa podría ser república independiente y yo su primer cónsul o tal vez emperador…ya llame a Sarnozy y a Merkel y creo que los convencí que manden tropas francesas y alemanas para apoyarme”. Créame, eso tendrá en ascuas a sus secuaces por meses. Es mejor que le teman a que lo amen. Y nada se teme más que un cabrón que está medio tocadiscos.
Aplicación de los Principios a la Práctica
Apliquemos el primer principio, la desconfianza, al caso de su entronización. La única seguridad que usted tiene de que podrá entronizarse viene de Ebrard.
Pero, dígame, ¿en realidad confía usted en el francesito? Acuérdese que el francesito busca la silla. ¿Cómo sabe usted si el francesito y el subcomediante Arce-nico no llegaron a un acuerdo ya de “quitarlo” a usted e imponer a un Chucho que apoyara al francesito en sus ambiciones presidenciales? ¿Usted metería la mano al fuego por el francesito don Juanito?
E igual le pregunto, don Juanito, ¿usted metería la mano al fuego por los Chuchos? ¿No cree que sería rete fácil que si los Chuchos le dan chicharrón que le echaran la culpa a Brugada? ¿Se da usted cuenta que los Chuchos podrían “matar dos pájaros de un solo tiro”? Le vuelvo a recordar, don Juanito, que el subcomediante Arce-nico ya traiciono a sus compañeros durante la guerra sucia.
Le sugiero, don Juanito, que el día antes de su entronización usted declare que “he visto al médico y gozo de excelente salud, no tengo ni cáncer ni presión arterial alta ni cirrosis ni una chingada.” También declare que no, no piensa “suicidarse” ni tiene lagunas mentales ni nada. Esa, por cierto, fue la técnica que utilizó Zelaya en Honduras para evitar que Goriletti lo “suicidara”. Estas no son sino precauciones necesarias, don Juanito, no hay que facilitarles el trabajo a los rivales.
Conclusión: La Ambición es Una Virtud en los Usurpadores
Finalmente, don Juanito, yo, el chamuco, le recomiendo que, no se ande con medias tazas. Usted, don Juanito, se lo digo abiertamente y de frente, hace mal en andar tratando con Chuchos, Panones, PRIistas, francesitos, etc. ¿Para qué tratar con los mojones y no con la bacinica?
Yo el chamuco le aconsejo, don Juanito, que vaya directamente con el patroncito pelón de Dublin. Su candidato, la barbie de Atlacomulco, ya anda mostrando que es un grandísimo pendejo. Ahora el pelón tratara de imponer a Salome Burundanga pero a ese cabrón, fuera de Mandinga, naiden lo conoce. A usted, bien que mal, si lo conocen, don Juanito.
Vaya y hable con el pelón. Usted y él son igualitos: son (conste: no se ofenda) traidores y usurpadores. Se reconocerán y se olerán las colas, estoy seguro. Ixtapalapa es demasiado chiquito para usted. ¿Para qué chingaos arriesgar que lo venadeen los Chuchos por tan poquita cosa? ¡Imagínese en cambio si esa banda tricolor la trajera usted en el pecho en lugar de la testa! ¡La audace, don Juanito, tojours la audace!
domingo, 27 de septiembre de 2009
Ladillas - Primera Epístola del Chamuco a don Juanito, Señor de la Ínsula Ixtapalapense
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Pomponio