Las palabras que hay que oír hoy en México. Felipe Calderón condena la falta de discusión y votación de las iniciativas en el Congreso, el llamado sistema de la congeladora, el mutismo legislativo. Propone, por tanto, que sus propios proyectos no votados sean promulgados por él mismo como si fuera el supremo legislador, el hacedor de decretos reales.
El jefe del partido que ha asumido la práctica de congelar para no discutir ni rechazar nos viene ahora con una requisitoria al Congreso. ¿Por qué no se ha votado en el Senado el proyecto para hacer posible la revocación del mandato, propuesto en 2006? Vamos atrás: ¿por qué el PAN no ha votado la iniciativa para permitir que la Auditoría Superior de la Federación tenga acción penal y revise las cuentas públicas en cualquier momento? Podría poner centenares de ejemplos, como el proyecto de ley de amnistía para los presos políticos de Atenco. El PAN no dice sí y no dice no, no dice nada y no pasa nada. Es el viejo sistema del PRI pero aplicado ahora también por el PAN. |