En julio habrá elecciones para gobernador en 12 estados. En 10 el PRI tiene amplias posibilidades de ganar y en dos se está volviendo competitivo. Si en julio se levanta con una victoria de carro completo, con el control del territorio, el desplome del PAN, su peso en el Legislativo y sus alianzas con los grupos de interés, tendrá despejado el camino a la Presidencia. Si por el contrario, en virtud de las coaliciones no gana en varios estados, perderá impulso e iremos a una competencia real para 2012.
La decisión estratégica es hoy; lo demás serán sus desenlaces tácticos. Sin alianzas el PRI ganará prácticamente todo. Con alianzas el PRI estaría obligado a competir. Si el PRI pierde uno, dos, tres o más estados, los ciudadanos sabrán que, con una alta participación, estará en sus manos escribir el 2012. Estará en manos de los electores apoyar el statu quo conservador que tiene paralizada la economía, o hacer posible un cambio de estrategia económica para impulsar un crecimiento con justicia.
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