• Se desploma la IED por la crisis… que vino de fuera • Bombas yucatecas
Saber lo que es justo y no hacerlo, mi estimado, es la peor de las cobardías. Peligroso cierre de semana. A medida que avanzan los días, Felipe Calderón presenta delicados síntomas de desgaste, agotamiento, disgusto, impaciencia, saña y su tan distinguida mecha corta que surge ante cualquier incidente que coloque a su (des)gobierno en el epicentro del tiradero que se origina, no hay que confundirse, en Los Pinos.
Ahí donde el surrealismo del gymboree (con minúsculas) repasa su simpático manual donde gobernar significa desgobernar, pactar significa ruptura, dialogar significa censura, y consenso significa disenso. Porque en el último trimestre Calderón & his dumb squad han dinamitado puentes importantes en varios sectores mientras los resultados como país muestran, enseñan y develan que la pinche emoción de esta adversidad ya tiene a más de uno hasta la madre. |