sábado, 29 de mayo de 2010
El Regreso de los Sonorenses (Noveleta)
El Regreso de los Sonorenses
Por el Lic. Mefistofeles Satanas
I. La Bronca de don Carlos
“El fin justifica los medios” -- Maquiavelo
Infiernotitlan de Juárez, Guanajuato
--Licenciado, el Sr. Carlos Taurinas de Aburtari esta en la línea 13.
--Gracias Cholita. Ora, ¿Qué milagrote mi chupacabras?
--¡Menfis! ¡Ayúdame cabrón! ¡Tengo una broncota!
--Ah, por lo de Diego. ¿Pos no tiene cuartada?
--No chingues, por esta cruz que esta vez no fui yo. Pero Jelipe no tiene ni idea de quien chingaos fue. Yo estoy todo cagado. Todo mundo esta espantado. La Chucky se encerró a piedra y lodo en su cueva en San Diego. Don Beltrone ya contrató unos Blackwater para que lo cuiden. Y Quiquito ha decidido irse otra vez a Roma quesque para besarle las patas al papa. Si Diego no aparece, yo me regreso a Dublin, carajos.
--Pos el miedo no anda en burros, ¿verdad? ¿Bien, en que le puedo ayudar?
--Necesito que encuentres al barbón. Dime la verdad, mendigo chamuco, ¿lo tienes allá abajo?
Escudriñé la lista de entradas recientes.
--Pos no. No veo su nombre.
--¡Puta madre! Necesito que vayas a su rancho y hagas una investigación. Yo no le confío a los pendejos que tiene Jelipe investigando. Ah, no te preocupes por los costos. Tú encuéntralo.
--¿A poco tan grande es el amor entre ustedes?
--¡Ni madres! Lo que no quiero es que vaya a soltar la sopa sobre nuestros negocitos. Es mas, si lo encuentras y está mal herido...pos asegurate que no vaya a hacer declaraciones ya delirando, ¿entiendes?
--Ah caray, ¿quiere que le de chicharrón? No es mi especialidad.
--Pos nomás aguántamelo donde no suelte la sopa y yo te mando un Baburto para que se encargue de silenciarlo.
--Ta güeno.
II. La Investigacion
“Elemental, mi querido Watson” – Sherlock Holmes – Sir Arthur Conan Doyle
Llamé a Sor Juana y a Viboriano Huerta.
--Tengan estos amparos de encarnación Vamos a arriba. Me contrataron para encontrar un desaparecido.
La monja me vio con extrañeza.
--¿De quién se trata licenciado?
--Diego Fernández de Cebollas. No lo encuentran.
Viboriano se río.
--¡Jijos, licenciado! ¡Pos si los chamucos y yo ya estábamos enfriando la champagne para celebrar su llegada! ¡Ya me imaginaba al barbón encostrado en mierda en el lago!
--Se van a tener que esperar tantito entonces. No se ha presentado en el portón.
Nos apersonamos en el rancho en medio de una nube de azufre. Unos soldados nos vieron con cara de espanto y nos encañonaron.
Sor Juana le hizo al Guillermo Prieto.
--¡Los valientes no asesinan! ¡Bajen las armas!
--¡Una chingada! Los soldados cortaron cartucho y nos iban a balear. A mi no me harían daño pero Sor Juana y Viboriano eran temporalmente mortales y vulnerables.
Hice un ademán al estilo de Mandrake y paralice a los sardos.
--¡Engarrótenseme ahí, cabrones!
--¿Qué puta madre pasa aquí?
Reconocí a Gernardo García en la Luna.
--Amarre a sus perros, don Gernardo. El jefe de jefes, don Carlos me pidió que investigara.
García en la Luna se arrugo al oír quien me había mandado.
--Por supuesto, licenciado, osté nomás ordene.
--¿Es esa la camioneta?
--Sí.
--¿Y ya buscaron bajo la camioneta o en el asiento de atrás?
--Ah caray, la verdad, no, no se nos ocurrió.
Viboriano y Sor Juana empezaron a revisar la nave.
--Bola de pendejos. ¿Cómo saben si no se enredó con el cinturón de seguridad y se asfixio?
Viboriano sacudió la cabeza. --Aquí no hay nada licenciado.
Sor Juana revisaba la carrocería con una lupa estilo Sherlock Holmes.
--Hay aquí una línea de balas.
--Cuerno de chivo---dijo Viboriano midiendo el calibre. --Lo estaban esperando e hicieron que se detuviera.
--¿Aquí? Estos son los terrenos del rancho. Seguro alguien vio cuando preparaban la emboscada. ¿Tienen idea de cuando fue la emboscada, don Gernardo?
--Entre medianoche y el amanecer. Dicen que el barbón venia de un congal cercano.
--¿Han interrogado a la servidumbre?
García en la Luna saco una libreta.
--Ya madreamos a los peones y a un caporal y dicen que no vieron nada. ¿Quiere que los hagamos que confiesen que ellos fueron los autores?
--Pero, ¿y el cuerpo?-- preguntó Sor Juana.
--Haré que los peones confiesen que se lo comieron, despreocúpense. Así cerramos el caso. ¿Qué les parece?
--No chingues. El chupacabras quiere que le encontremos al barbón. Luego inventamos quién fue.
Sor Juana estaba revisando el terreno.
--Licenciado, creo que aquí hay algo.
--¿A ver?
Sor Juana me mostró una substancia adherida a una rama.
--Copal. Incienso. Plumas.
--¡Puta madre! Creo que ya se qué chingaos paso.
--¿Cree que el barbón está muerto, licenciado?
--Muy probable. Lo voy a tener que confirmar. Es obvio que hay un indígena o más bien una indígena involucrada.
III. La Cantina de Perico
“Do not go gently into the night. Rage! Rage! Against the passing of the light!” –Dylan Thomas
Nos regresamos a Infiernotitlan. Desde mi oficina marque un número.
--¿Flaca? ¿Dónde estas?
Oi la voz tetrica de la Mictlacihuatl.
--Aquí arribita, en una cantina de San Francisco del Rincón
En efecto, Infiernotitlán se encuentra cien metros directamente abajo del rancho de Chente. Las filtraciones de su puto lago nos están jodiendo la bóveda del infierno. Tengo una demanda en curso para que me cubra los costos de mantenimiento.
--¿Estás borrachita?
Se oyo un lloriqueo.
--¡Si! ¡Puta madre! ¡Menfis! ¡Me estoy poniendo vieja!
Me apersoné allá arriba. En efecto, en una esquina estaba la Mictlacihuatl, o Santa Muerte, una indígena emplumada con cara de calavera, chupando.
--¡Perico!---le dije al gachupin de la barra. --Tráeme una botella de tequila.
--¡Josu! ¡Primero la parca y ahora el mismo diablo vienen a libar aquí!
--No te quejes, cabrón, semos pura gente de calidad.
--Otra botella, Perico, plis---gimio la parca. --Y ustedes, músicos trompa de hule, tóquenme una de Jose Alfredo para ponerme a llorar.
--¿Pos qué te paso, flaca?
--Ese mendigo viejo barbón tranza de Fernández de Cebollas. Ya lo tenía yo en una cuerda de presos y te los iba a entregar allá abajo. ¡Pero en una de esas que me descuido y se me pelo el cabrón metiéndose a una alcantarilla! Ya ves que tenía algo de rata el cabrón.
--Pos peor para el entonces, mi flaca. Va a ser alma en pena. Con razón no estaba en la bitácora de entrada.
--Puta madre, Menfis, lo he buscado por todos lados pero todo ha sido inútil. El barbón está en alguna parte del drenaje de San Francisco del Rincón.
--¿Cuál le tocamos, señora? Pregunto el líder del mariachi.
--No vale nada la vida. Esa es mi favorita. --- dijo la Mictlacihuatl.
Le serví mas tequila mientras los músicos empezaban a berrear.
--Relax, mi flaca, tarde o temprano va a haber quien lo denuncie por andar espantando borrachos. Entonces mandaré a Viboriano para que lo enjaule y me lo lleven.
--¿De verdad, Menfis?
--Trust me, mi flaca.
IV. El Aparecido
“Once upon a midnight dreary…” – “El Cuervo” -- Edgar Allan Poe
Llamé luego a don Charlie. --No te preocupes, pelón, el barbón ya entregó el equipo.
--¿Estás seguro? ¿Lo tienes allá abajo?
--Si y no.
--¡No puede ser que haya ido al cielo!
--Ni madres. Escucha, anda de alma en pena, allá arriba, por el rumbo de San Francisco del Rincón.
--¡Pos todavía puede hacer declaraciones!
--A menos que sea a través de algún medium no, solo puede hablarle a gruñidos a los mortales o mover una tabla ouija. No te preocupes.
Esa noche se oyó un alarido en el Centro Fucks para la Burrocracia.
--¡Ave María Purísima! ¡Chente! ¿Estas bien?
--¡Marta! ¡Ay Dios mío!
--¿Pos qué te pasa Chente? ¡Estas todo pálido y sudando!
--Es que me desperté para ir a cagar y ¡vide a Diego!
--¿En el baño?
--¡Si! ¡En el excusado! ¡No lo note hasta que me senté y clarito sentí como me daba un mordisco en las nalgas! ¡Los ojos le parecían carbones! ¡Tenia uno de los mojones que había cagado en la barba!
Abajo, Viboriano estaba oyendo todo a través de los micrófonos que pusimos en la recamara del burro parado.
--Seboruco, dile al licenciado que mañana en la mañana le tendremos al fugitivo. Creo que ya identificamos donde esta.
--¿No quiere que mande una julia con chamucos de una vez, jefe?
--No, deja que sigan aullando allá arriba, al licenciado le complacerá eso. Va a ser una noche memorable. Pronto ni micrófonos necesitaré pues los gritos de horror de Chente y Marta van a llegar solitos hasta aquí abajo.
V. El Amparo
“Who you gonna call?” – “Ghostbusters”
En efecto, al día siguiente, Viboriano, Sor Juana y su servidor nos presentamos en el Centro Fucks. Estábamos equipados como los Ghostbusters. Nos acompañaba la flaca.
--Puta madre, Menfis, tengo una cruda de la chingada--- se quejó la Mictlacihuatl.
--Si agarramos a este cabrón la alegría te va a dar pretexto para seguir chupando, mi flaca.
Entramos a la recamara de Chente y Marta. Chente estaba roncando en una esquina. Junto a el estaba acuclillada Marta toda llorosa y sosteniendo un crucifijo.
Marta chilló al vernos entrar.
--¡Hay un fantasma en el baño! ¡No nos dejo dormir! ¡Nos estuvo jalando las patas toda la noche! ¡Y no he podido ni entrar a mear!
--Pláquese vieja fodonga, orita nos llevamos al muertito.
--Acordaos de no cruzar las descargas--- advirtió Sor Juana mientras preparaba la trampa para el alma.
--¡Prendan!-- Encendimos los equipos de Ghostbuster.
Toqué en la puerta.
--Sal pinche barbón, el lago te espera. Lo podemos hacer por las buenas o por las malas. Tú escoges.
--¡Me debes una cabrón!--- le gritó la Mictlacihuatl.
La puerta se abrió lentamente y apareció el barbón encuerado y viéndose muy sólido. En sus manos traía un papel.
--Puta, licenciado, ¡se ve sólido!---
--¿Cómo? ¿Está vivo este cabrón? --Lo toque. Estaba caliente y sentí el pulso. Definitivamente estaba vivo.
El barbón gruño. Sor Juana le paso un scanner encima.
--Técnicamente sigue muerto. Pero tiene alta concentración de zomfluoritos.
La flaca lo sacudió.
--¿Y eso que chingaos quiere decir? ¡Yo lo recogí bien muerto! ¡Carajos! ¡Esta sólido!
Le quite el papel al barbón.
--¿Zomfluoritos? ¡Grandísimo cabrón! ¡Trae un amparo de zombificación!
--¿Es un zombie?---Sor Juana lo observaba con detenimiento.
--Si, miren, el amparo está en regla. Tiene todos los sellos y aguilitas. No tenía validez sino hasta el amanecer del día de hoy. Es por eso que estaba de alma en pena antes.
El barbón medio intentaba sonreír. Pero como zombie solo podía comunicarse a gruñidos.
--¡Grrrrmsss uggrxxxx mfffkkkuuqqq!
--Creo que ya entiendo. El grandísimo hijoeputa se aprovecho de una de las visitas que le hacia a Maciel como su abogado para soltarle una feria a uno de los jueces de Infiernotitlán para que le dieran este amparo. Se lo han de haber vendido como amparo de encarnación pero le dieron gato por liebre y le dieron uno de zombificación. Lo que me encabrona es que el barbón ha de haber soltado buena feria pero los jueces no se mocharon conmigo los cabrones. Y miren, el amparo tiene cláusula de naturismo.
--¿Y eso que quiere decir licenciado?-- Pregunto Viboriano--. ¿Va a comer puras ensaladas?
--No. Tiene que andar encuerado de aquí al resto de la eternidad o hasta el 2012 si en verdad se va a acabar el mundo entonces.
--¡Me lleva la chingada!---juro la Mictlacihuatl. --¿O sea, este cabrón nos vio la cara de pendejos?
--Pos pagó un precio muy alto, mi flaca. Ahora es zombie y se alimenta de cerebros y solo habla a gruñidos. ¡Estoy seguro que en el PAN lo van a adorar y hasta lo postulan para la grande! ¿Se lo imaginan en un debate encuerado y gruñendo ansina?
--¡Santo Cristo!---exclamo Sor Juana. --Dios no quiera que aun ansina lo vayan a imponer en la silla.
--Ya hemos tenido peores presidentes. Y si, en un descuido el TRIFE nos lo impone.
--¡Llévenselo por favor!---imploró Marta.
--¡Sí!---dijo Chente--. No sea que nos vaya a atacar para comernos el cerebro.
--En tal caso, yo creo que ustedes no tienen de que preocuparse. Los zombies acostumbran aquerenciarse en el lugar donde "nacen". Ansina que acostúmbrense a tener aquí siempre a un barbón encuerado gruñendo inteligiblemente y tratando de comerse el cerebro de sus invitados.
Chente vio al barbón con horror.
--¡Pero va a atacar a los participantes de los seminarios que aquí hacemos!
--Dígame, Chente, ¿los que vienen a sus seminarios son en su mayoría PANistas?
--Si. Algunos hasta son clérigos.
--En tal caso no se preocupen. Repito: es un zombie y se alimenta de cerebros así que ningún PANista será atacado. Ciertamente alguien que pague por tomar un seminario aquí no tendrá de que preocuparse. Y si son clérigos pos no les importara que ande encuerado. Hasta les facilitara que le agarren las nalgas y hagan la prueba del añejo. Bien, flaca, madre, don Viboriano, vámonos ahuecando el ala. Este arroz ya se coció. ¿Qué le parece si volvemos a la cantina de Perico y le seguimos la peda mi flaca?
VI. Don Carlos Explora Opciones
“The best laid plans of mice and men gang aft aglee” – Robert Burns
--Licenciado, don Carlos Taurinas de Aburtari esta en el portón del infierno.
--¡Orales! ¿A poco ya se murió ese cabrón? ¡Viboriano! ¡Pon el champagne a enfriar!
Me presenté en la puerta del infierno.
--¿Onde está el pelón, Seboruco?
--Está con sor Juana, licenciado. Pero no oye razón.
--¿De qué hablas? ¡Ahorita lo procesamos y lo metemos al lago al cabrón!
Pero para mi tristeza el cabrón chupacabras estaba bien vivo. Portaba un elegante traje de Saville Row y lo escoltaban unos Blackwater.
Sor Juana se me acercó.
--Licenciado, don Carlos nos esta reclamando los costos por encontrarle a Diego.
--¿Pos qué te traes cabrón pelón? ¿Lo querías de a gratis?
--¡Es que son 300 millones de dólares!
--Para ti es un pelo a un gato. Sácalo de lo que te robaste de la partida secreta. Tuvimos que hacer una base de datos, poner un satélite para escudriñar el terreno, desarrollar software, pagar consultarías, y luego rentar los trajes de ghostbuster. ¿Crees que todo eso no cuesta?
--¡Puta madre! Le diré a Eslim que te pague entonces. Pero, carajos, el barbón es un zombie. ¡Vive encuerado allá arriba en el Centro Fucks!
Sor Juana trató de razonar con el pelón.
--El amparo que porta para que la Mictlacihuatl no lo toque requiere que "viva" encuerado, don Carlos. Ya se lo había explicado a usted.
--¡Ansina no me sirve para una chingada! ¡Lo iba a usar para que fuera candidato palero del PAN en el 2012!
--¿Cómo en el 94? ¿Pos qué te preocupas? Dile a Azcoarraga que le empiece a "crear imagen". Lo pueden postular los verdes como candidato "naturista". Y suéltale una feria a la Chucky para que el PANAL lo postule también.
--¿Y los PANistas? ¿Crees que lo aceptaran ansina? ¡No chingues chamuco!
--Muy sencillo, es cosa que Perberto clarifique en su homilía dominical que San Juan Bautista también andaba encuerado.
--Técnicamente, regresó de los muertos---apunto Sor Juana--. El arzobispo podría decir que es un Mesías.
--¡Pero si apesta! ¡Se está pudriendo!
--Ansina son los zombies---le insistí al pelón.
--Si, don Carlos, son muertos en vida---añadió Sor Juana.
--Charlie, tú solo ves lo negativo. Estoy seguro que el Yunque puede decir que es "olor de santidad". Digo, ¿alguna vez tú has olido la santidad?
--¿Yo? ¡Pos nunca! ¿De donde?
--Entonces, Charlie, no sabes a que huele la santidad ¿verdad? Es cuestión, como dije, que Emilito le construya imagen, you know.
--¿No seria mejor si le mando un Baburto?
--Va a estar difícil---explico Sor Juana. --Como zombie es inmortal.
--Le puedes dar un bazucazo y los pedazos se juntarían.
--¿Y si contrato a la Mila Jovovich?
--Esa rusa madrea a puros zombies gringos. No chato, los amparos de zombificación mexicanos los diseñaron en Catemaco. Aunque te traigas a los ángeles de Charlie no podrían con ese cabrón. Está construido con tecnología orgullosamente veracruzana.
VII. El Club de Amigos del Zombie Barbón Encuerado
“These capitalists generally act harmoniously and in concert, to fleece the people.” – Abraham Lincoln
Mientras discutíamos, arriba en el Centro Fucks el barbón era presentado por Chente.
--Bienvenidos al seminario sobre "Legalidad Democrática". Esta vez, me honra en presentarles al que va a ser su maestro, don Diego Fernández de Cebollas, gran jurista y tribuno.
--¡Grwwwwkkk! ¡Ngggfffgggrr!
Los participantes se vieron uno al otro. El barbón apestaba a muerto y estaba encuerado.
--Entiendo que se sientan confundidos. Don Diego es ahora un zombie. Y sí, como pueden ver está encuerado y anda con el racimo al aigre. No se preocupen, pronto le van a entender. No es que no pueda hablar, es que los zombies tienen un acento mezcla de veracruzano, tabasqueño y yucateco por eso se dificulta entenderles. Pero antes de continuar, por su seguridad, necesito saber si todos ustedes, chiquillos y chiquillas, son Panistas.
Toda la concurrencia respondió que si.
--Que bueno. Como zombie don Diego acostumbra comer cerebros pero en su caso no creo que los vaya a atacar. En fin, los dejo con don Diego...
--¡Fffrrrgg ukkghhhhrrr mmmffuugrrr!
Marta, que observaba, le murmuró a Chente. --¿Crees que servirá?
--No te preocupes, Marta, son puros alumnos del ITAM y de la Anahuac. Estoy seguro que estos últimos pronto le van a empezar a agarrar las nalgas de culo de perro que tiene pues les va a recordar las de Maciel.
Unas semanas después en la mansión del chupacabras tomaba lugar una junta.
--Escucha, pinche gachupin, por la feria que te he pagado mas vale que tengas una buena estrategia de campaña para el barbón.
Antonio Sola prendió un pitillo.
--¡Josu! Me la habéis puesto difícil, carajos. Afortunadamente creo que vosotros los mejicanos sois fáciles de convencer. Si hice presidente a Jelipe creo que puedo hacer lo mismo de un zombie encuerado.
--No te confundas, cabrón gachupin. No lo quiero en la silla. Esa es para mi amor, Quiquito, ¿entiendes? La idea es que el barbón se eche un clavado como hizo en el 94 para que subiera el bolerito, ¿entiendes?
--Despreocúpese, don Carlos, ¡hostia!, el barbón hará el show y será convincente.
--Bien. A ver, ¿Qué has preparado?
--Mire usted, este es el primer spot. Va a ser difundido en el tiempo que le corresponde al PAN.
En la pantalla se oyó la música de Rocky. Se vio al barbón caminar arrogante y con aire de perdona vidas en dirección a la cámara. Estaba encuerado y caminaba por una avenida arbolada con las manos alzadas en son de triunfo. Se oyó la voz de Perberto Rivera.
--¡Mexicanos! ¡Albricias! ¡Alabado sea el santísimo que nos ha dignado regresarnos a don Diego de los muertos! Hijos míos, aquí se demuestra que en efecto estamos ganando la guerra contra el crimen organizado. ¡Y el mejor hombre para continuar la labor de don Jelipe es nada menos que don Diego, el cual, como todo un Mesías, ha vencido a la misma muerte! ¡Dominus Vobiscum! ¡Te pellizcum!
A continuación se aproximó en forma amenazante una actriz vestida como la Mictlacihuatl. Diego le dio unos golpes de karate y la tumbo mientras exclamaba con voz de triunfo: ¡Kgrrrhfff ugrrrzz ptffgggkkk!
El Chupacabras veía la escena azorado.
--¡Válgame Dios! ¿De veras cree que esto servirá?
--¡Hostia! ¡Que me cago en la virgen si no es efectivo entre los mejicanos! Tal vez no lo note pero usamos tecnología CGI para que el racimo de Diego no se viera tan pusilánime. Ahora parece que tiene una macana de africano. Hicimos pruebas con televidentes asiduos a las telenovelas y la respuesta fue positiva "al zombie de la macana al aigre".
--Plácate, cabrón, el que se supone que es secsi es Quiquito.
--Bueno, puedo reducir el tamaño de la macana para que no opaque al copete.
--Haz eso, pinche gachupin. ¿Qué más tienes?
--Mientosky y Tábano Sáenz nos han fabricado encuestas. De acuerdo a la de Mientosky un zombie barbón encuerado derrotaría a cualquier candidato de izquierda por cincuenta puntos. Tabano Sáenz a su vez le da una ventaja de como cuarenta puntos.
--¿Cualquiera? ¿A que candidatos te refieres?
--Propusimos a cinco: el tabasqueño, el francesito, Guanito, Nalga Izquierda, y Lupito Nalgosta Caranjo. Según Mientosky, Lupito es el que mejor posicionado estaría, seguido de Guanito. Tabano Sáenz dice que es Guanito, seguido de Lupito.
--Eso ni yo me la creo.
--¡Josu! ¡Que no importa, jolines! ¡Podemos hacer que esas encuestas gilipollas digan lo que sea! Los tíos Mientosky y Tabano Sáenz harán lo que se les pida.
--Bien, ¿Qué más?
--Hemos formado el "Club Amigos del Zombie Barbón Encuerado" para ir lavando dinero y juntando pendejos. Se juntarán los domingos atrás de las iglesias, después de misa, encuerados, para hablar estilo zombie. Ya hay miles que han solicitado unirse. También tenemos una página de Facebook y ya se han unido cien mil cabrones.
--¡No chingues!
--El día de ayer #zombiebarbonencuerado se convirtió en un trending topic de twitter.
--¡Ay cabrón!
--Eso no es nada, don Carlos. Hasta a los gringos ya les gustó el barbón. Mire usted, este es el Time Magazine que acaba de salir. El barbón esta en la portada.
Taurinas de Aburtari vio con asombro la portada del Time. Ahí estaba el barbón, encuerado, sosteniendo un crucifijo y tan solo con un cuadro negro cubriéndole el racimo. Un gusanito le salía de una fosa nasal y la sonrisa era la de un degenerado. Debajo de la foto decía "Is this Mexicos new Elliot Ness?" o "¿Es este el nuevo Elliot Ness mexicano?"
--Esto es preocupante, Quiquito podría perder.
--Si, don Carlos, hay ese peligro pero lo creo muy remoto. Después de todo, usted puede hacer que el TRIFE haga lo que usted quiera.
--Eso no me preocupa, Antonio. El hecho es que los que van a votar por el tabasqueño no van a cambiar su voto. Pero los PANistas que iban a votar por Quiquito se desviarían hacia el barbón si este agarra mucha fuerza y me quedaría como el perro de las dos tortas. Si el voto de los pendejos se divide entre Quiquito y el barbón el tabasqueño agarraría demasiada ventaja y esta vez ni el TRIFE podrá hacer el fraude. Bien, Antonio, esto que me presentantes fue impresionante. Deja cavilo que hacer a continuación.
VIII. Don Carlos Toma una Decisión
“I have my values, and if you don't like them, well I've got some others.” – Mark Twain
Ya a solas, el Chupacabras marcó un número en el teléfono.
--¿Hablo con el señor gobernador Salomé Burundanga?
--Hola don Carlos. ¿Cuándo se viene para acá y vamos otra vez a comer en la Parroquia? Deje le compro un billete de lotería. Ya vide que yo tengo buena suerte.
--Olvídalo, Salome. Escucha, esto es serio. Dime, tú hiciste maestría en creación y manejo de zombies en Haití, ¿verdad?
--Si licenciado. Me gradúe honoris causa.
--¿Conoces a los brujos de Catemaco?
--Abuelita. A mucha honra, soy miembro activo del Sindicato Único de Trabajadores Esotéricos, Brujos, y Similares, Sección 666, de Catemaco, Veracruz, afiliado a la CTM.
--O sea, ¿tú podrías saber cómo darle chicharrón a un zombie?
--Ah que licenciado, en teoría, si... usted me dice... me imagino que se refiere a un zombie barbón y encuerado, ¿verdad?
--Aclaro que esta conversación no tomó lugar, ¿entiendes?
--No hay purrún. Deje consulto con los colegas.
--Haz eso, mi negro, haz eso.
--¿Y me dará la silla entonces?
--Te doy gorilación.
--Ni madres. Si no me va a dar la silla, ¿Qué tal si me da hacienda? Ahí esta la lana. Y yo siempre he dicho, no me den, pónganme donde hay.
--Eso es muy sabio, Salomé. No veo por que no. Si me ayudas a hacer el trabajito te doy hacienda en el gobierno de Quiquito. ¿Estamos?
--¡Hecho!
IX. El Atentado
“Cry havoc! And let loose the dogs of war!” – “Julio Cesar” -- Shakespeare
San Adolfo Hitler, Xalisco
La procesión caminaba entre la lluvia a través de la Avenida Maximiliano de Habsburgo gritando “¡viva Cristo Rey!” Al frente de la comitiva, encuerado, y acompañado del cura de la localidad iba Diego Fernández de Cebollas.
--¡Esto ha sido todo un éxito, don Diego! –le dijo Pomponio de Loyola, S.J., el cura del pueblo--. ¡Su popularidad aumenta día con día! Ya hay Clubes de Amigos del Zombie Encuerado en todos los pueblos mochos del bajio.
--¡Grghffmm fgghrrrr! –le contesto Diego. Lo habían asesinado pero logro regresar como zombie usando un amparo que obtuvo en Infiernotitlan para que la Mictlacihuatl o Santa Muerte no lo jalara al averno. Ahora Diego, el resucitado, era reconocido como el Mesías Mocho. Como zombie, sin embargo, Diego no podía más que gruñir. Sin embargo, eso y la necesidad de andar siempre encuerado que se especifico en su amparo, no le había restado popularidad. En los últimos días había estado recorriendo los pueblos mochos del bajío. Aparentemente un viejo zombie mocho y degenerado que siempre andaba encuerado era el candidato ideal de los cristeros.
La procesión iba encabezada por una patrulla que abría surco entre los curiosos. Todo el pueblo de San Adolfo Hitler se había congregado para vitorear al zombie encuerado. La Avenida Maximiliano de Habsburgo, la principal arteria de San Adolfo Hitler, Xalisco, desembocaba en la parroquia de Cristo Rey. La procesión iba a pasar debajo de un puente peatonal. Un fulano con el sombrero calado y una gabardina observaba desde lo alto de este. A su alrededor se arremolinaban lo curiosos y nadie lo le prestaba atención. Si lo hubieran observado con detenimiento y no tuvieran sus ojos fijos en el racimo del viejo encuerado le hubieran notado que el fulano de la gabardina tenia una trompa peluda y cara de perro.
Ya que la procesión estaba casi bajo el puente el fulano saco de su gabardina dos globos negros que asemejaban bombas Acme. Los dejo caer sobre Diego. Nadie se percato del hecho hasta que los globos se reventaron sobre el barbón. De inmediato comenzaron los gritos de espanto. El barbón cayo al piso retorciéndose. De la piel le salía humo. La patrulla se paro de golpe.
--¡Es un atentado!
--¡Son globos con agua bendita!
--¡Allá arriba esta el asesino!
El fulano de la gabardina repartió putazos a su alrededor. Luego se quito la gabardina. Era evidente que era un coyote. En su espalda traía una turbina de jet. La prendió y salio disparado al aire. Los guaruras de Diego, mientras tanto, habían sacado los cuetes y empezaron a dispararle, sin mucho tino, hiriendo a varios de los curiosos del puente peatonal. Sin embargo, una bala le dio a la turbina. El coyote perdió el control del aparato y se fue a estrellar contra el campanario del templo de Cristo Rey.
--¡Diego agoniza! ¡Llévenlo a la sacristía! –ordenó el cura Pomponio de Loyola.
--¡Fue el coyote! --les anuncio el jefe de los guaruras--. –Se estrello contra el campanario. Déjennos revisar la iglesia antes. Ha de estar herido.
--¡Píquenle! Si no, don Diego se nos muere como un perro aquí en la calle. ¡Y no maten al coyote ese! ¡Nos tiene que decir quien lo contrato!
El barbón tenía los ojos pelones y no decía nada. Le continuaba saliendo humo de la piel donde lo habia tocado el agua bendita. Los mochos lo estaban tratando de secar con trapos y estopa Para sorpresa de todos Diego alzo la mano.
--¿Se quiere confesar, don Diego? –le pregunto el cura extendiéndole un crucifijo.
--¡GRRGHHHMMM UUUGGHHRRRKK! –gruño el barbón mientras se incorporaba con dificultad.
--¡Diego vive!
--¡No se va a morir!
--¡Puta madre! ¡Es inmortal!
--¡Alabado sea el santísimo!
--¡Viva Cristo Rey!
--¡Milagro!
--¡Viva Diego Fernández de Cebollas!
--¡Arriba el Mesías Mocho!
El viejo se puso de pie. Los mochos se hincaron a su alrededor. Luego el viejo se puso a mear contra la llanta de la patrulla mientras los mochos le cantaban loas y aleluyas.
X. El Chupacabras
“Now is the winter of our discontent.” – “Ricardo III” -- Shakespeare
Baticueva del Chupacabras
Carlos Taurinas de Aburtari apago de un golpe el monitor que le mostraba la señal de una cámara que estaba escondida debajo del puente peatonal.
--¡Me lleva la chingada! --dijo el pelón.
--No entiendo, licenciado –dijo Salome Burundanga, el gobernador de Veracruz que estaba sentado junto al chupacabras--. Los colegas de Catemaco me aseguraron que ansina se iba a derretir el cabrón. Ha de haber sido que el hechizo veracruzano nomás no funciona en tierras mochas. Esta rete seco y ojete por esos rumbos. ¡Solo Veracruz es bello, chingaos! Espérese que vaya al puerto el barbón y ahí lo venadeamos seguro.
--No estoy seguro que habrá otra oportunidad, Salome. Ahora sus guaruras van a estar en guardia. Ese maldito barbón le va a restar fuerza a Quiquito. Los PANdejos que votarían por el lo harán mejor por el barbón. Ah, y por lo que toca al coyote imbecil ese que contrataste, asegúrate de que no viva, ¿entiendes?
--Despreocúpese, licenciado, si los mochos no lo despellejan vivo, yo me asegurare de desaparecerlo. Le diré a mis zetas que lo busquen.
XI. Sobre el muerto las coronas
“Poderoso caballero es don Dinero” – Francisco de Quevedo
Infiernotitlan de Juárez, Guanajuato, tres días después
--Licenciado, el señor don Jesús Nalga Izquierda esta en la línea 13.
--¿Qué milagro mi nalga?
--Don Menfis, le queríamos hacer saber que los Chuchos hemos decidido presentar como nuestro candidato a la grande, en alianza con el PAN, al padre Maciel. Será el candidato de la alianza Nalga Azul para el 2012.
--¡Juar juar! ¡Pero si ya esta muerto, cabrón! Lo tengo en el lago de mierda Reyes Hedores.
--¿Pos no se entero del fallo del TRIFE? Un candidato no pierde sus derechos políticos tan solo por ser acusado sino hasta que se le dicte sentencia penal. El PAN ya presento la iniciativa ante la santa sede para que lo canonicen. Entonces, mientras no se dicte sentencia sobre su canonización estamos en nuestro derecho de nominarlo. Usted lo tiene endilgado en el lago en forma arbitraria entonces.
--Es de rigor meter a los mochos y traidores al lago mientras se hacen la viriguaciones. Tu caes en la segunda categoría, cabrón. Nomás que te mueras, Nalga Izquierda, conocerás el lago.
--No me amenace, Licenciado. Llevaremos el caso ante los papadones de la suprema corte si es necesario. Mire, no llame para confrontarme con usted, sino para negociar. Queremos que Maciel sea el candidato de la alianza Nalga Azul.
--Pos no dudo que habrán pendejos que votarían por Maciel. Pero, en el caso remoto de que ganara, ¿Cómo chingaos gobernaría? Insisto: ¡ya esta muerto el cabrón! Y además, como es cura, pos no podría ser candidato. La constitución lo prohíbe.
--Pedro Picapiedra y Jelipe van a presentar una iniciativa de reforma para que los curas puedan ser candidatos. Los Chuchos la apoyaremos entusiastamente.
--Pos por mi no hay bronca si siguen nominado fichitas y pendejos. Les puedo mandar a Maciel para arriba pero va a ser un fantasma.
--¿Fantasma? Pero no lo seria si tuviera un amparo de encarnación, ¿verdad?
--Pos no. Pero pos, como dicen, sobre el muerto las coronas…al buen entendedor…
--Orales, don Menfis, ¿de a como?
--Ah, ansina si baila mija con el siñor. Bien, si quieren que le extienda un amparo de reencarnación le mandare los datos de mi cuenta en Jamaica. Quiero cien millones de euros. Oigan, ¿pero no iban a nominar al barbón para la grande? Con eso de que tuvo un secuestro y un atentado ya se ha vuelto rete popular.
--Ese cabrón es ya un zombie y anda encuerado todo el tiempo. Jelipe y yo hablamos y decidimos que la derecha se vería ridícula nominándolo.
--¿La derecha? ¿Ostedes ya se consideran de derecha?
--No voy a discutir estrategia electoral con usted, don Menfis. Dígame, ¿cuando podemos pasar por el padrecito Maciel para que empiece a hacer campaña?
--En cuanto mi banco me notifique que se mocharon, don Nalga, no hay purrun.
XII. Los Planes del Chupacabras
“Plots I have made, inductions multiple…” – “Ricardo III” -- Shakespeare
Baticueva del Chupacabras
Nalga Izquierda colgó el teléfono. Frente a el, oyendo la conversación estaban Antonio Sola y Carlos Taurinas de Aburtari.
--¡Josu! Afortunadamente el chamuco se vendió.
--Quiere cien millones de euros, licenciado –dijo Nalga Izquierda.
--Ya lo oi, carajos. Bien, le diré a Eslim que se los deposite hoy mismo. Jálese para Infiernotitlan y recoja a Maciel. Ahora, déjennos solos por favor, don Nalga.
--Sordenes, patroncito –dijo Nalga Izquierda retirándose.
--Bien, Antonio, creo que Maciel va a dividir más a los mochos.
--En efecto, don Carlos. ¡Hostia! Espero que algunos de esos tios falangistas no serán tan gilipollas entonces en insistir en votar por el barbón o por Maciel y preferirán votar por Quiquito.
--Asegúrate que los chayoteros empiecen a hacerles saber que no les conviene votar por esos dos pendejos.
--No se preocupe, don Carlos. Ahora tenemos que hacer que Quiquito se vea rete mocho.
--¿Qué sugieres?
--Tengo entendido que los indígenas tienen un santo patrono en un lugar llamado Chalma allá en EDOMEX y que le van a bailar ahí. Sugiero que Quiquito se emplume y vaya y baile ahí.
--¿Con que motivo?
--El puede decir que el procurador Babas lo engaño y que esta bailando para que el santísimo le entregue al verdadero culpable de la muerte de Paulette. Hare que Taravisa lo transmita en horario triple A.
--¡Eso seria lucrar con la muerte de esa infeliz niña!
--En efecto, licenciado, raison de etat y todo eso, ¡me cago en la virgen!
--Eres un genio, Antonio, del mal, pero un genio.
XIII. El Visitante Nocturno
Mercado de la Merced - Medianoche
“Speak, sisters weird! Whence this strange intelligence?” – “Macbeth” -- Shakespeare
La miscelánea la Santa Muerte era una yerberia donde despachaba la Mictlacihuatl. El recoger difuntos y transportarlos a Infiernotitlan no pagaba mucho ansina que la flaca se ayudaba vendiendo veladoras y hechizos. La flaca ya estaba considerando irse de mojada y hasta había empezado a juntar para el coyote.
La flaca se aprestaba a ir a recoger a los difuntos que se morían en la madrugada cuando se oyeron unos toquidos en la puerta de su changarro.
La Mictlacihualt agarro un bate y abrió con precaución la puerta. Ya la habían asaltado varias veces a pesar de que tenia cara de calavera. De plano ya no había respeto.
--¿Quién chingaos llama a estas horas? ¡Yo llegare cuando le toque, cabrón!
--Ábreme mi flaca, por favor, soy Willy –dijo una voz trémula.
La flaca reconoció la voz del coyote y abrió la puerta. El coyote se desvaneció en los brazos de la flaca y esta lo reclino en un diván. Ella lo revivió con fricciones de alcohol y pasándole yerbas. El coyote estaba todo amoratado y sangraba del hocico. Tenía dos agujeros de bala en el lomo.
--¡Pareces santo Cristo mi coyotito. ¿Pos que te paso?
--Primero los mochos en San Adolfo Hitler, Xalisco, me agarraron a putazos por tratar de joder a Diego.
--¿Tu fuiste el del atentado? ¡Puta madre! ¡Me hubieras dicho, cabrón! Yo te hubiera ayudado. Ese maldito barbón se me escapo y quiero vengarme.
--Eso no es nada. Me les logre escapar muy a huevo. Pero luego unos malditos zetas me balacearon cuando fui a Xalapa a pedirle mi pago a Salome Burundanga. Me tocaron dos plomazos. ¿Me voy a morir?
--No, ni madres –dijo la Mictlacihuatl lavándole las herida-- tu eres toon, cabrón, los plomazos te hacen lo que el viento a Juárez.
--¿Estas segura mi flaca?
--Si de por si ni caerte de un puto barranco te jode menos el plomo.
--Pero duelen de a madre, mi flaca.
--Tomate este trago de ron. Es del que chupa el licenciado Satanás. Tiene un murciélago dentro de la botella. No te quitara el dolor pero por lo menos no te importara. Pero, a ver, explícame, fue en Xalapa donde te balacearon?
--En el Parque Juárez, enfrentito del palacio de gobierno. Fui a que me pagara el negro por hacerle el trabajito. Por supuesto, los medios no dijeron ni madres.
, ¿El negro te contrato y te quiso matar para no pagarte?
--Si, flaca, sus zetas me estaban esperando.
--Para mi hay gato encerrado. El negro no se mueve sin que le den permiso.
--His master’s voice?
--Simon. Detrás de Salome esta el chupacabras. Esto lo tiene que saber el chamuco. Vámonos para Infiernotitlan y le damos el norte.
XIV. Un preso es liberado
“¡Miente! Su nombre verdadero es Jean Valjean. Era un forzado. Se fugo.” – “Los Miserables” – Víctor Hugo
Lago de Mierda Jesús Reyes Hedores
El sargento de chamucos a cargo del lago portaba un paliacate en la cara para sobrellevar el olor. El lago se extendía por kilómetros. Se veían las almas de los pecadores nadar trabajosamente entre los mojones. Una nube de moscas cubría el lago. El hedor era insoportable. De unos altavoces se oía constantemente un discurso de Noroña que torturaba aun más a los reos.
--¡Ese Maciel! ¡A la orilla con todo y pellejos!
Una figura nado con dificultad a la orilla. Se incorporo en tierra firme. Los chamucos lo empezaron a bañar con una manguera de bomberos. El agua le quito buena parte de las costras de mierda. Pronto se reconoció la figura de un vejete enjuto.
--¿Me van a dar otra vez tehuacanazos?
--No le tocan. Tenga este amparo y dirijase al porton.
--¡Un amparo de encarnación! ¿Estoy libre?
--Esas son mis ordenes. Tómelo o regrésese al lago. Me da igual.
El viejo sonrío de gusto y le arranco de las manos el papel al sargento de chamucos. El tufo no se le quitaba y una nube de moscas lo envolvía. La mierda le había penetrado en los poros. Su piel estaba café.
Sor Juana, Viboriano Huerta, y el licenciado Satanás contemplaban la escena desde un barranco.
--Licenciado, ¿esta seguro que es correcto soltar a ese reo? –pregunto la monja.
--Debe muchas, licenciado –afirmo Viboriano.
--Nalga Izquierda me soltó buena lana, cien millones de euros. Con eso de que no me han autorizado presupuesto para el segundo piso del infierno necesito lana de donde sea.
--¿Cien millones de euros? Nalga Izquierda no tiene tanta lana, licenciado.
--Si madre, estoy seguro que es la lana de Eslim. Es evidente que Nalga Izquierda esta al servicio del chupacabras. Y lo que nos dijeron la Mictlacihuatl y el coyote avalan esa teoría. El pelón quiere que Maciel le reste fuerza al barbón.
--Si los mochos se dividen algunos sabrán que perderán y preferirán votar por el copetón –concluyo Victoriano.
--En tal caso, hay que dividir al PRI, licenciado –sugirió Sor Juana.
--No es mala idea, madre. Entre mas se dividan los pendejos, mejor. Ansina el tabasqueño, mi gallo, tendrá oportunidad de ganar. ¿Qué sugiere?
--Necesitare unos amparos de encarnación, licenciado.
A continuación, Sor Juana le explico al chamuco su plan.
Mientras tanto, Maciel había llegado al portón del infierno. Seboruco lo recibió.
--El amparo esta en orden. Espérese tantito y hacemos el oficio correspondiente.
--¡Apúrese por Dios! –dijo Nalga Izquierda que miraba nervioso a su alrededor. ¡Este lugar es horrible!
--Acostúmbrate, chato, aquí vas a caer –dijo Seboruco. A continuación Seboruco enderezo una Smith Corona del año del caldo que estaba patas para arriba y se puso a teclear de a dedito--. Esto tomara su tiempo a menos que se me mochen para mis chescos.
Seboruco apunto a un pomo de mayonesa donde estaban unos pesos. Nalga Izquierda metió unos billetes ahí. Por milagro, el tramite se agilizo.
--Bien, fírmele aquí –dijo Seboruco extendiéndole una pluma y el oficio a Maciel.
El cura hizo tal cosa. Seboruco le puso un sello con una aguilita.
--Denle fricciones con alcohol y aguarrás –sugirió Seboruco--. A ver si ansina se le quita el tufo a mierda. Tomara semanas. ¡Juar juar!
--¿Y ahora? –pregunto Maciel.
--Vengase conmigo don Marcial –dijo Nalga Izquierda ofreciéndole una sotana y haciendo una mueca de asco. El olor del alma de Maciel era horrible--. Soy Jesus Nalga Izquierda. Me manda Jelipe.
--Si señor Nalga Izquierda, he oído de usted. Quesque usted es comunista pero en realidad es gente de razón y apoya a Jelipe –dijo Maciel mientras se ponia la sotana--. Ayúdeme, ni yo me aguanto. Huelo de la chingada. Pero, sabe, si puede, le agradecería una botellita de esas de Marin.
--Veré que puedo conseguir. ¡Jijos! ¡Hábleme de lado por favor!
XV. Los Aparecidos
“Háganle una oferta que no pueda rehusar” – “El Padrino” – Mario Puzo
Mansión de don Beltrone
En una vitrola, se oía a Caruso cantando el aria Libiamo de la Bohemia. Varias guaruras vigilaban el perímetro de la mansión. Los guaruras hablaban entre si, como los guardias en el parapeto de Elsinore.
--El patrón esta libando. Está contento –dijo uno de los guaruras.
--Si, el copetón esta en problemas con eso de la niña Paulette.
--¡Ah que bien!
Los dos guaruras no alcanzaron a decir ni una palabra mas. Solo se oyó un ¡Shuuuuck! y varias flechas aparecieron en sus espaldas y cayeron muertos sin decir palabra. Varios indígenas con facha de yaquis se aproximaron y con toda destreza les quitaron las cabelleras. Luego hicieron una señal y dos hombres se aproximaron. Uno era fornido, vestía de civil con un traje elegante pero pasado de moda y tenia un gran parecido a Kemal Ataturk. El otro era un manco que portaba un uniforme de general de división. Los indígenas entraron y despacharon a mas guaruras con todo sigilo.
Don Beltone estaba sentado en una gran mesa ante un plato de spaghetti. A su lado, su conseglieri, Francesco Labastidi, le rellenaba un vaso de vino.
--Buenas noches señores –dijo el manco.
Beltrone y Labastidi vieron con sobresalto entrar a los dos hombres escoltados por los indígenas.
--¿Y voce quien sono?
--¿No nos reconoces, cabrón? Semos sonorenses también, paisano –dijo el manco.
Labastidi apunto a los hombres con horror. ¡Non sono posibile! ¡Son il Calles et il Obregoni! ¡Sonon mortos!
Calles agito unos papeles.
--Estamos bien vivos, cabrones. El chamuco nos dio amparos de encarnación tanto a mí como a Plutarco y a mi escolta.
--¿Et tu nos dara il chicharroni? Beltrone y Labastidi sudaban y estaban muy pálidos. El miedo no anda en burros. Los yaquis les apuntaban con sus arcos y flechas.
--Despreocúpese don Beltrone –se río Calles. Perro no come perro. Tengo entendido que usted es el heredero de la familia revolucionaria.
--¿Il famiglia? ¡Si! Io sono il capo di tutti capi.
--Pero el pelón chupacabras no te va a dejar que la revolución te haga justicia, ¿verdad?
--Certamente –explico Labastidi. Il chupacabri tene un amante copeteno Y lo favoreche para il siglia presidenciale. Osservare.
Labastidi prendió una televisión. En la pantalla apareció López Droguira.
--Puta madre, Plutarco, ese es una de esas cajas para idiotizar que tienen ahora.
--Espérate, Álvaro, a ver que dice ese ojete. Dudo mucho que me apendeje a mí. Soy un gallo muy jugado.
--¡Hoy! Si, hoy, ¡sniff!, perdón, tengo catarro, veremos un acto religioso extraordinario, ¡sniff!, el gobernador Quiquito va a bailarle a Chalma. Dígame, ¡sniff!, don Enrique, ¿Por qué va a bailar?
--Hola, auditorio del canal de las estrellas. Como ustedes saben, el procurador Babas me resulto PANista. He decidido emplumarme como matachin para pedirle al santísimo que nos entregue al verdadero asesino de la niña Paulette.
--¿Cree que esta medida, ¡sniff!, será efectiva, don Quique?
--El pueblo mexicano es muy devoto. Ellos saben quien tiene verdadera devoción al santísimo, como su servidor. No se deben dejar llevar por viejos encuerados y degenerados que se dan baños de pureza.
--Obviamente, ¡sniff!, que no, don Enrique. Bien, vamos a comerciales del osito diabólico y regresamos a Chalma, ¡sniff!, donde don Enrique, en una muestra de gran devoción, le bailara, ¡sniff!, al santo patrono.
Labastidi apago el monitor. Calles, disgustado y a punto de vomitar, agarró la botella de vino y le dio un trago a pico.
--¡No chinguen! ¿Ese muchachito pendejo es el candidato del partidazo?
--Puta madre, el país se ha llenado de mochos, Plutarco.
--Con razón se lo ha cargado el payaso. ¡Los cristeros gobiernan! –concluyo Calles.
--Signori –dijo Beltrone-- ¿Qué sugieren? Io con gusto me disciplino. Nada mas, per favore, díganles a sus indios que bajen il arco et la flecha. Me ponen nervioso.
--Bajen las flechas, muchachos –ordeno Obregón--. Mire, don Beltrone, básicamente he regresado por la silla. Plutarco será mi secretario de gobernación. A usted le daremos hacienda.
--Signori, io he desplumado Pemex. Soy el indicado per il posto –ofrecio Labastidi.
--¿Se va a nominar? –pregunto Beltrone. –No estoy siguro si il PRI lo apoyara. Don Carlo tene molto poder.
--¿Nominar? ¿Para que? Se supone que era presidente electo al morir. Si derrote a Pancho Villa entonces ¡a mi me pela la reata ese pelón de don Carlos y su muchachito pendejo!
XVI. Fotografías
“¡Destruyan toda estas pinturas! ¡Esas diosas que pinta Boticelli son pornografía! ¡Hagamos una fogata con esas vanidades!” – Savonarola
Centro Fucks para la Burrocracia
Chente se encontraba comiendo gansitos mientras veía un CD de Chesburrito. En eso entro una vieja fodonga, su esposa.
--¡Chesburrito es genial Marta! ¡Vente a verlo!
--Es la tercera vez que pasas ese capitulo, Chente.
--¿Y que quieres que me ponga a hacer, leer? Tú sabes bien que leer hace daño.
--¿Leer? ¡Ni lo mande Dios! Escucha, hay problemas con Diego.
--¿A poco? ¿Pos no se recupero del atentado?
--Si, pero don Guillermo Delazco Archancro, el gran Dragón del Yunque dice que oyó rumores en el PAN que la orden vendrá de los Pinos para que nominen a otro candidato. Don Memo quiere que tomes carta en el asunto. ¡El Yunque tiene que tener candidato, Chente! Si no, ¡la gente blanquita no tendría por quien votar!
--¿Otro candidato? ¿Con lo flaca que esta la caballada? ¡Solo estas tu, Marta, y no creo que estén tan brutos en el partido para nominarte!
--¡No digas eso, Chente! ¡Yo podría ser una candidata de unidad!
--En eso tienes razón: todo México se uniría en tu contra. Pero bien, ¿Qué hacemos? El barbón es mi gallo.
Hablando del diablo, Diego entro, encuerado como siempre, en el despacho de Chente.
--¡Hrrkgh! ¡Gmmukk!
--Ah, don Diego, que bueno que vino –dijo Marta, posando lascivamente los ojos sobre el racimo del viejo. Chente ya no disparaba ni madres.
--¡Tgggmmff grrrffggn iffgrr!
Chente y Marta, debido al hecho de que Diego se había aquerenciado en su rancho, habían aprendido a entender lo que decía el barbón. Aparentemente, los zombies hablan con un acento mezcla de tabasqueño, veracruzano, y yucateco, razón por la que era difícil entenderles.
--¿La Chucky? ¿Cree que accederá?
--¡Hggnff tssgnn pkkhggnn!
--¿Y usted tiene los negativos? –pregunto con azoro Chente.
--¡Grrggn hrrggummf!
--¿Un burro? ¡Orales! ¿Tiene las fotos en forma de jpegs? Digo, para añadirlos a la colección.
--¡Chente! ¡No digas leperadas! Pero bien, don Diego, asumiendo que usted tiene esos negativos de la Chucky encuerada haciendo cochinadas, ¿Qué haríamos con ellos?
--¡Frtttgg ghh’tmmff jrrwwwrk!
--¡Brillante! Eso blindaría su candidatura, don Diego. Aun si Jelipe le impone otro candidato al PAN, el PANAL lo nominaría a oste. Marta, ve empacando. ¡Vámonos a San Diego a hablar con Elbita! ¡El Yunque va a tener candidato, le guste o no a Jelipe!
El barbón prendió un puro y vio con satisfacción a los Fucks preparándose entusiasmados para ir a ver a la Chucky. Luego, ya a solas, el barbón se sentó en la silla de Chente y puso sus patas sobre el escritorio. La oficina era una reproducción de la que había tenido Chente en los Pinos e incluía los retratos de Miramón y de Antonio López de Santa Anna que habían adornado la oficina presidencial. El barbón marcó un número de teléfono.
--¡Ghhttggg mpphffft! ¿Gnniff urrk emffgn?
--Damn! I can’t understand shit! Jamal, my man, this guy has a very thick accent. You speak the lingo. Talk to him, OK? I gotta get my ass down to Louisiana, ASAP. (¡Carajos! ¡No entiendo ni madres! Jamal, carnal, escucha, este cabrón tiene un acento muy fuerte. Tú hablas su lengua. Háblate con él, ¿estamos? Yo me tengo que jalar para Luisiana de inmediato.)
XVII. Los Medios
“What fools these mortals be.” – “Sueno de una noche de verano” – Shakespeare
Como lo indicó el Chupacabras, los chayoteros empezaron a sugerirle a la borregada que Quiquito era el bueno y que debían descartar a Maciel y a Fernández de Cebollas.
Columna del Pastor Alemán
¿Esta loco Jelipe? Es evidente que AMLO lo ha presionado hasta desquiciarlo. La insistencia del etilente de tratar de imponer a su candidato, el padre Maciel, otro resucitado, solo favorecerá las ambiciones del tabasqueño. No dudemos que detrás del atentado a don Diego hay una mano tropical. El coyote se le ha visto en la carpa de Radio AMLO y volanteando a favor del gobierno legitimo y es amigo del bote en Facebook. Y sin embargo, por más que proclame Perverto que la desnudez de don Diego es inocente, no cabe duda que la mayoría de los mexicanos votaran en contra de un zombie encuerado. ¿Quién le robo la ropa al viejo? ¡No dudo que fueron los seguidores de AMLO! Así pues, es claro que el que tiene el camino a la presidencia claro es don Quiquito (al cual, desde aquí le mando un abrazo y le ofrezco mis nalgas). ¡Seria de necios que los PANistas votaran por Maciel o por Fernández de Cebollas! Por otra parte, ¡que magníficos han sido los comentarios que ha recibido don Enrique a raíz de su acto publico de devoción cuando fue a bailarle al señor de Chalma para que se descubra el verdadero asesino de la desafortunada niñita. ¡Que celo en la aplicación de métodos científicos para resolver un crimen! ¡Que devoción la de don Enrique! ¡Que nobleza y ansia de hacer justicia! ¡Que diferencia de lo que ocurre en tierras tabasqueñas de donde salio Garrido Canabal y otros jacobinos intolerantes y ambiciosos! ¡Solo don Quiquito puede evitar que México se torne a la izquierda! AMLO, bien sabemos, no solo no respeta las instituciones sino que también es causante de los terremotos y del calentamiento global y sintetizó la píldora del dia siguiente que tantos abortos ha causado. ¡Esos rumores de que los terremotos ocurren solamente cuando el excelentísimo don Carlos Taurinas de Aburtari desembarca en México son tan solo calumnias infundadas que esparcen de los seguidores del tabasqueño! Al tiempo.
Semanario Desde la Fe (El SDF Impreso)
Dios, debido a su infinita sabiduría, nos ha dado a dos magníficos candidatos que convocarían a los cruzados de Cristo Rey a salvar a este desafortunado país de la inquina y de las amenazas de los talibanes del laicismo. Nos referimos, por supuesto, a don Diego Fernández de Cebollas y al santísimo Padre Maciel. A ambos la Mictlacihuatl, esa indígena de fuchila, les hace los mandados. Don Diego, bien sabemos, ha sido muy generoso con la santa madre iglesia dándole el diezmo en todas las tranzas en que ha estado envuelto. ¡Y vaya que estas han sido muchas! Además, don Diego es hermano del Yunque y desea restaurar el reino de Cristo en la tierra. Por otra parte, ¿Qué podemos agregar a la gran labor del padre Maciel? Este ha sido ejemplo para generaciones de los legionarios que se esfuerzan en emularlo día con día. Ahora que, con el aval de los “comunistas buenos” del PRD chucho, don Jelipe y el secretario Picapiedra lograron la reforma electoral que finalmente permiten que los curas sean candidatos, el padre Maciel se perfila como un candidato natural para la gente de razón. Sin embargo, hemos llegado aquí a la conclusión que el dividir el voto católico seria contraproducente. No olvidemos que el otro gran pilar en que se apoya la santísima madre iglesia es el PRI. Y dentro de este el candidato que se perfila a ganar la nominación es don Quiquito. Y gracias a Dios este es egresado de la Universidad Panamericana, creación del Opus Dei, y no del nido de comunistas ese de la UNAM. También, don Quiquito le ha besado las patas al papa con gran devoción. ¿Qué mas podemos pedir en un candidato? Así pues, por pragmatismo y vialidad política, este semanario se inclina por apoyar a don Quiquito, miembro de numero del Opus Dei, para la presidencia de la republica.
XVIII. Noticias del Imperio
“Los EEUU no necesitan invadir a México para controlarlo. Con tan solo controlar al presidente de la republica basta.” – Lansing, secretario de estado norteamericano en tiempos de Wilson.
A bordo del Air Force One, rumbo a Luisiana.
--Mr. President! Ms. Clinton is on the phone! She says it is urgent!
El ayudante le paso a Obama el celular.
--Dígame Hillary.
--Señor presidente, hay una bronca en México.
--Si, Hillary, lo se. Andan un par de muertos nominándose a la presidencia. Yo sabía que en México los muertos votaban pero no sabía que también son candidatos. Uno de ellos me llamo. Ofrece Baja California a cambio de que lo apoyemos.
--¿Y por que no me entere de eso? Yo soy la secretaria de estado.
--¡El hombre evidentemente esta loco! Anda encuerado en sus mítines. ¡No puedo creer que los mexicanos sean tan brutos para elegirlo! Además, si hubiera incluido Cancun y la sonda de Campeche valdría la pena considerar su oferta.
--Usted no conoce a los mexicanos tan bien como yo, señor presidente. Elegir a un viejo zombie encuerado seria lo de menos. Han tenido presidentes peores. Escuche: la CIA me acaba de avisar que acaba de haber un intento de golpe de estado en México.
--Ah, caray, ¿y por que no me entere yo de eso? Yo soy el presidente, digo. A ver, explíqueme que paso. ¿Sigue vivo Jelipe?
--Desafortunadamente si. El atentado no fue contra los Pinos. No, los alzados aparentemente han tomado la suprema corte de injusticia.
--¿Quiénes son ellos? ¿Son del SME? ¿Son gente del tabasqueño? ¿Maestros disidentes? ¿Quiénes?
--No, se trata de un grupo de indígenas sonorenses encabezados por un general manco. Tomaron rehenes a los jueces de la suprema corte. ¡No tengo idea que diablos exigen! ¡Llame a Jelipe pero aparentemente está completamente borracho!
--Carajos, Hillary, ya deberías de saber que no tiene caso hablar con los animales si se puede uno entender con el dueño del circo. Llámale a don Carlos y vea que explicaciones le da.
--Eso hare, señor presidente. Mientras, recomiendo que prepare una fuerza de marines por si tenemos que intervenir ahí.
--¿Problemas, señor presidente? --pregunto Jamal el ayudante de Obama una vez que este colgó.
--La vieja loca esa como siempre anda queriendo invadir por cualquier pretexto. Pon los noticieros a ver si hay algo sobre lo que esta ocurriendo en México.
En la pantalla apareció López Droguira.
--En efecto, hoy, si, hoy, ¡sniff!, esta noche, transmitimos desde afueras de la suprema corte de injusticia. No nos hemos podido acercar, ¡sniff!, mas por razones de seguridad. Tengo conmigo, ¡sniff!, al secretario de seguridad, don Gernardo García en la Luna. Dígame, ¡sniff!, don Gernardo, ¿Cuál es la situación?
--Aparentemente un grupo de revoltosos sonorenses entraron y se posesionaron de la suprema corte y de los magistrados.
--¿Sonorenses? ¿Serán aliados, ¡sniff!, del ex gobernador Bachueco?
--Por si las moscas, arrestamos al gobernador Bachueco y lo hemos madreado pero no ha confesado nada.
--¿Ha habido algún intento de, ¡sniff!, rescate de los magistranzas?
--Intente meter unos pefepos pero se tuvieron que retirar ante una lluvia de flechas que les aventaron.
--¿Flechas?
--Si, Joaquín. También tienen carabinas 30-30.
--¿Las que portaban, ¡sniff!, los carrancistas?
--De esas, y decían los maderistas que con ellas no mataban.
--Pos si es ansina, ¡sniff!, ¿Por qué no entraron sus pefepos?
--Pos mis pefepos no son tan pendejos de derramar su sangre “por los habitantes de esta nación” como dice el corrido. El caso es que los alzados siguen posesionados de la corte y de los magistranzas. Sin embargo, el senador don Beltrone se ofreció muy valientemente de entrar a negociar con ellos. Esperamos que en cualquier momento don Beltrone salga y nos informe que quieren los alzados.
Obama apago la televisión.
--Damn! Jamal, escucha, dile al piloto que desvíe el avión.
--¿Hacia adonde, señor presidente?
--A Arizona.
--¿A Phoenix? ¿Va a arreglar la bronca esa que se traen con la ley racista?
--No, a Phoenix no. Que se dirija al área 51. Está en Arizona. Es urgente. Ah, y dile al encargado de la CIA que quiero su renuncia firmada enfrente de mi en una hora. Esa vieja pendeja de la Hillary va a saber quien manda.
XIX. El Presidente Autentico
“De lo sublime a lo ridículo hay solo un paso.” – Napoleón Bonaparte.
Dentro de la suprema corte, Obregón confrontaba a los magistranzas.
--Señores, han de saber que mis yaquis aquí son expertos en rebanar papadas, lentamente, pellejito por pellejito.
--¡Como se atreve a amenazarnos! protestó con indignación uno de los papadones.
--Pos porque podemos, carajos –dijo Calles con sorna--. Les daré una demostración.
Los indígenas trajeron un pizarrón. Los papadones lo observaron con horror e inquietud. Luego, uno de los yaquis empezó a pasar su uñas por sobre el pizarrón. Los papadones se retorcieron de horror.
--¡Ya basta!
--¡Por caridad, deje de torturarnos!
--Creo que nos vamos entendiendo –dijo Obregón--. Y eso que apenas empezamos. Les iba a poner un discurso de Noroña a continuación.
--¡No!
--¡Noroña no!
--¿Qué desea de nosotros? se atrevió a preguntar el papadón en jefe.
--Bien –explicó el manco—al momento de morirme yo había sido electo presidente. No hay nada en la puta constitución que diga que no puedo resumir mis funciones si regreso de los muertos, ¿verdad?
--Jijos, nosotros casi no leemos ese libraco –admitió el papadón en jefe.
--¡Esta escrito con las patas!
--Les aseguro que Álvaro no les miente –explico Calles--. Tan solo queremos que ustedes reconozcan que si, él es el presidente de la republica.
--Pero, ¡ya le dimos el reconocimiento a Jelipe cuando la tranza del 2006!
--Plutarco, tráeme el CD de Noroña –dijo Obregón--. Estos papadones nomás no entienden, carajos.
--¡No! ¡Por caridad! Creo que podemos llegar a un acuerdo –gimió el papadón principal--. ¿Tiene que ser a huevo presidente constitucional? ¿Qué tanto le importa los títulos?
--A mi me valen –admitió Obregón--. Con tal que tenga el sartén por el mango no habrá problema.
XX. El Balcón
“Sucia de besos y arena, yo me la lleve del río.” – “La Casada Infiel” – Federico García Lorca
Astillero de Julio Hernández
Tres gobiernos en México
Coincidencias sonorenses
Soplan vientos de fronda
Biplanos y monoplanos
En el 2010, año cabalístico, amanece México con tres gobiernos: el espurio, el legitimo, y el llamado “autentico”. Al gobierno espurio ya nadie, ni la derecha, lo toma en cuenta. El llamado gobierno legítimo tiene autoridad moral pero ningún poder. Y el “autentico”, pues bien, tiene una escolta de yaquis desalmados y el nombre de un general invicto y el apoyo de un político muy zorro. ¿Qué más se requiere para gobernar a México? Y es que, en efecto, después de una negociación por demás dudosa, el senador, sonorense por cierto, don Beltrone, anuncio que la suprema corte de injusticia había fallado que si, Álvaro Obregón, resucitado y de casualidad también sonorense, tenia todo el derecho de completar su mandato. Don Beltrone se encargo de anunciar que el manco de Celaya había sido ungido como el presidente “autentico” y ahora, ¡otra coincidencia! el senador sonorense detenta el cargo de secretario de hacienda en el gabinete del manco. Y es asi que el vencedor del centauro Francisco Villa se apresta a irse rumbo a Sonora, donde asentara su gobierno y seguramente se le recibirá con gran entusiasmo. Los rumores se esparcen que cierta política tlaxcalteca, de carnes abundantes y de gran peso (especifico) en el partidazo, ya se ha aproximado a rendirle pleitesía al manco. Y aparentemente otros dirigentes de las fuerzas “vivas”, otrora desahuciadas, del partidazo se han aproximado a hablar con el que, después de todo, fundó el partido: Plutarco. La candidatura del copetón se tambalea. El PRI se ha dividido entre los neoliberales del pelón de Agualeguas y los que suspiran por el pasado revolucionario que ya no es tal sino que se puede palpar y es de carne y hueso. Pero más de preocupar son los rumores golpistas que circulan en el ejército. Después de todo, los generales de hoy casi todos tienen un abuelito que anduvo dándose de plomazos contra los cristeros siguiendo las ordenes de la pareja sonorense. Dudo mucho que haya siquiera alguno de los generales en activo que tenga un ancestro que peleo por los cristeros que tanto se admiran en los Pinos y en San Francisco del Rincón.
Astillas
Tremenda ha sido la desilusión de la pareja sonorense al enterarse de que ya no pueden viajar por tren a su terruño. El manco, se rumora, se rehúsa a viajar en aeroplano, especialmente los de hoy, que no tienen dos alas como en sus tiempos. El regreso de los sonorenses se hará por tierra. Probablemente se convertirá en una parada triunfal.
FIN
Columna de Federico Arreola
Me fue grato encontrar a mi amigo, el alcalde sampetrino, en el aeropuerto mientras me dirigía a la sultana del norte.
--Carajos, Federico, ¡ese Obregón por lo menos tiene huevos!
--¡Pero es del PRI!
--Mas bien del PNR. Calles ya anda queriendo quitarle el nombre que le puso Cárdenas al partidazo. Pero, repito, si alguien podría meter en cintura a los narcos seria Obregón con sus yaquis.
--¿Entonces en el PAN reconocerían a Obregón?
--Muchos ansina lo piensan. Jelipe es un cero a la izquierda.
--Pero, ¿y Maciel y Fernández de Cebollas?
--¡Nadie va a seguir a esas ratas de iglesia!
--¿Y el copetón?
--Se desinfla. Digo, el chamaquito ese no le llega ni a los talones al manco. Todo mundo lo puede ver.
Las conclusiones son obvias. Obregón tiene el sartén por el mango. Puede hacer lo que quiera con la republica. ¿Y la democracia? Todo eso se ha se lo ha cargado el payaso. Vivimos otra vez el cesarismo.
FIN
Hastiado, don Carlos tiró las dos columnas al bote de la basura. Todos sus planes amenazaban con venirse abajo. Levantó el teléfono y marcó un número.
--¡Quiquito! Ven hoy, ¡te necesito!
A la mañana siguiente si recorremos la habitación del chupacabras notaremos una gran cama pegosteosa con las reliquias del amor que fluyó abundante la noche anterior. La recamara se abre a un amplio y magnifico balcón desde donde se contempla una amplia extensión de jardín. Unos guaruras muy discretos vigilan la periferia. En el balcón se encuentran don Carlos y Quiquito vestidos en batas mullidas. A su lado hay un magnifico buffet con toda clase de viandas.
--¿Nos echamos otro? Le pregunta con una sonrisa lasciva Quiquito.
--No voy a poder caminar mañana –responde don Carlos. Pero su entusiasmo regresa y le extiende una mano a Quiquito. En eso suena el celular.
Don Carlos contesta de mala manera.
--¿Qué diablos quiere?
Don Carlos reconoció la voz de la Clinton.
--Escúcheme bien. Observe la frente de Quiquito con atención.
El chupacabras posa su vista en la frente de su efebo. Hay tres puntos rojos de láser en esta.
--¡Ave María! ¡No dispare! --implora don Carlos mientras escudriña la línea de árboles al fondo del jardín.
--No tiene caso que busque a quien apunta. Es invisible. Ni siquiera es humano. Viene de otro planeta. Lo teníamos en el Área 51 y ahora trabaja para la CIA. ¿Creo que nos entendemos, verdad?
--¿Qué quieren?
--Son ustedes demasiado estupidos para manejar nuestro patio trasero. De ahora en adelante harán exactamente lo que les indicare. ¿Está eso claro?
--Definitivamente. ¿Qué debo hacer?
Y Hillary le explicó. Ya que don Carlos colgó, por unos cuantos segundos los tres puntos rojos siguieron en la frente del copetón. Luego se desvanecieron.
--¿Pos que le pasa don Carlos? ¿Por qué tan alterado? –le pregunto Quiquito mientras le sonreía coquetamente. Era obvio que el efebo ni se había dado cuenta que iba a ser asesinado.
--¡Jijos! Llévame a la recamara otra vez, Quiquito. ¡Castígame! ¡Hazme sentir mujer! Y ya que acabes te explicare.
XXI. El Joven Macabeo
“Ein volk, ein reich, ein fuhrer” – lema del partido nazi.
En efecto, el viaje de Obregón a Sonora se convirtió en una marcha triunfal. Don Beltrone les habilito a sus paisanos varias Hummer acorazadas. Así, escoltado por sus yaquis, el manco y Calles se dirigieron al pacifico.
El licenciado Satanás, Viboriano, y sor Juana observaban de incógnito desde un balcón la entrada de Obregón a un pueblito sinaloense. El manco era vitoreado por la gente al pasar. Sus yaquis aventaban plomazos al aire. Una banda empezó a tocar la marcha Zacatecas. Un cohetero empezó a aventar cuetes.
--Ah, bola de pendejos –juró Calles--. ¡Zacatecas fue una victoria villista! ¡Toquen la marcha dragona aunque sea porfirista!
--Déjalos, Plutarco, he notado que la mayoría de estos cabrones creen que soy Pancho Villa. De la revolución solo conocen lo que les muestran unas películas de un tal Pedro Armendáriz.
--No chingues, Álvaro.
En efecto, algunos de los curiosos gritaban ‘¡Viva Villa!’ al ver pasar la comitiva.
--La neta, Plutarco, la neta. Los mexicanos de hoy saben más de un ratón mamón llamado Mickey Miados que de lo que fue la revolución, ¿tú crees?
--Ojala que en Sonora los paisanos no estén igual de pendejos, Álvaro.
--Es en todo el país, Plutarco, me están dando ganas de prohibir esas cajas idiotas que todo mundo tiene prendidas. Le seca el cerebro a la gente, carajos. ¿Y has visto lo bofos que están todos? ¡Con semejantes panzones no habríamos tumbado ni al viejo don Porfirio y menos a Huerta! Pero lo que mas me emputa es como le besan las patas a los curas, ¡puta madre! ¡Que borreguiza!
Sor Juana improvisó unas letras al ver la entrada de Obregón:
Ved a Álvaro, invicto general
Ved sus yaquis bravos y leales
Oíd sus diatribas anticlericales
Ved como tiembla el federal.
Ved que tiene a México en el puño
Es su voluntad la que manda
Se hace cuanto él demanda
Y regresa triunfante a su terruño.
--Buenas rimas, Chana. De plano Jelipe ya perdió el control –dijo el chamuco riéndose.
--Sabe, licenciado, esto me da mala espina –dijo Huerta--. Para mi que este cabrón manco no dura vivo mucho tiempo.
--¿Crees que le harán otra Bombilla, Viboriano?
--Pos los mochos ya lo asesinaron una vez. Capaz que lo vuelven a venadear.
--C’est la guerre –concluyó el chamuco--. Ya cumplió su objetivo. Ahora el PRI esta mas que dividido.
No licenciado, no hay tal división.
Los sonorenses del partidazo son dueños.
Don Carlos no lo gobierna ni en sueños,
Pero de retomarlo busca ocasión.
--Sor Juana tiene razón, licenciado –añadio Viboriano--. Eso va a hacer aun más peligroso al chupacabras.
--Por mi no hay problema. Que se maten entre si estos cabrones. Ya que caigan abajo los entambo parejos.
XXII. El Debate
“Friends! Romans! Countrymen! Lend me your ears!” – Julio Cesar -- Shakespeare
Don Carlos prendió con puntualidad su televisión. Había seguido al pie de la letra las instrucciones que le había dado Hillary. La idea de un debate le parecía una soberana pendejada pero si la gringa ansina lo quería don Carlos no le iba a rezongar, especialmente si la CIA tenia un marciano que lo podía venadear a él o a su amante con impunidad. El miedo no anda en burros. Emulando a Enrique IV, el Chupacabras había llegado a la conclusión que las nalgas de Quiquito bien valían un debate.
Chesburrito apareció en la pantalla.
--Hola, teleauditorio del canal de las estrellas. Es para mi un gran placer presentarles la programación especial de hoy. Taravisa, en un afán de avanzar la democracia en México ha convocado a un gran debate entre los aspirantes a la presidencia. Y aclaro, no incluimos a los generalotes y políticos divisionistas que, con toda falta de respeto a las sacrosantas instituciones, se han autoproclamado presidentes con diversos títulos, sabiendo que el único presidente es nuestra excelentísima alteza etilisima, don Jelipe, el Elliot Ness mexicano, que tan bien ha llevado las riendas de la republica. Es para ustedes, el México respetuoso de las instituciones, el México bien portadito, el México devoto y religioso y agachón, el México que calladito se ve mas bonito, al que nos dirigimos hoy.
Tenemos entonces hoy el honor de contar con la participación de los más excelsos representantes y adalides de la democracia mexicana. De estos hombres, estamos seguros, saldrá el próximo presidente de la republica. El PAN, aliado con el PRD en la alianza Nalga Azul, se encuentra representado por el beato padre Marcial Maciel. (Aplausos pregrabados.) El PANAL, abanderado del sindicalismo mexicano por excelencia, es representado por don Diego Fernández de Cebollas. (Aplausos pregrabados.) No le presten atención al hecho de que don Diego esta encuerado. Oigamos con respeto lo que nos propondrá. Y finalmente, representando al PRI y al partido Verde Mamalogista, la alianza de Atracomucho, contamos con la presencia del gobernador de EDOMEX, don Quiquito. (Aplausos pregrabados.) Notaran, repito, que no hemos incluido a los otros partidos, los minoritarios, cuyas propuestas políticas representan verdaderos peligros para México y no deben de ser tomadas en cuenta por la gente decente. Y ciertamente tampoco hemos incluido a ningún generalote mal hablado y lépero. ¡Fuchila!
Bien, para hacer las preguntas del caso contamos con la presencia de lo mejor de la clase política mexicana. Aquí enfrente de mi se encuentra el señor Guanito, luchador de izquierda de amplia trayectoria, la maestra Elba Esther Gordillo, lideresa sindical respetada y reconocida por todo México, y finalmente don Aguspig Porkstens, hábil ex secretario de hacienda y reputadísimo medico especializado en curar catarritos.
El celular de don Carlos sonó.
--¿Esta usted loco? --preguntó con sorna Hillary--. ¿Esto es lo mas granado de la clase política mexicana? ¿Cree que nací ayer?
--¿Pos a quien chingaos querían? Con estas mulas tengo que arar, carajos. Espérense. Amarre a su perro marciano. Ya amenace a Fernández de Cebollas y a Maciel. Se van a echar un clavado. Y le pase las preguntas que quería usted a los panelistas. No se preocupe, los mexicanos están rete apendejados con la tele. Seguro estoy que esto restaurara las encuestas a favor de Quiquito.
--Yo no quiero encuestas balines –dijo la Hillary--. Tengo muchos agentes de inteligencia en México. A mi no me van a dormir con encuestas pendejas.
--Bien, ¿pero y que de Obregón?
--Usted no se preocupe de él. La CIA se encargara.
--Iniciamos otorgándole la primera pregunta a esa gran dama que es la Chucky –explicó Chesburrito.
La Chucky agarró el micrófono que le pasó Chesburrito.
--Bien, esta pregunta es para los tres candidatos. Respecto a la pegadogia, perdón, pedagodia…
--¿Pedagogía? –sugirió Chesburrito.
--¡Eso! –dijo con impaciencia la Chucky--. Respecto a esa chingadera, ¿como cambiarían la educación en México?
--Por principio –empezó Maciel—yo haría que los curas puedan entrar a las escuelas de gobierno. ¿Por qué? ¡Imagínense todas esas nalguitas abiertas, perdón, todas esas mentes tan abiertas a recibir los beneficios de la moral católica! Generaciones de niños de los legionarios han recibido el cariño que les damos los curas. Y mire en lo que se han convertido. Esos egresados de las escuelas de los legionarios están presentes en los altos puestos directivos del gobierno de Jelipe. ¡Es por eso que ese gobierno es un éxito! ¡Imagínense si hacemos lo que hicimos con ellos pero a nivel nacional!
Diego dio una respuesta críptica.
--¡Grrhhmmffgn mfhhrrr ghhkktt! –gruño Diego al tomar la palabra.
--Aja, si, aja –dijo la Chucky aunque no tenía ni idea de lo que decía el zombie.
--Bien –dijo Chesburrito—falta la opinión de don Quiquito.
--Ni lo uno ni lo otro sino todo lo contrario. ¡Arriba y Adelante! (Aplausos pregrabados.)
--¡Que bárbaro! --dijo Chesburrito con admiración--. ¡Extraordinaria respuesta de don Quiquito!
La cámara tomo un closeup del copetón mientras sonreia. El chupacabras también sonrío con satisfacción. Horas previas el chupacabras había aconsejado a Quiquito:
--Mira, guapo, de plano tu estas muy pendejo para ponerte a debatir, aun con Maciel y el zombie ese. Quiero puros jabs, ¿entiendes?
--¿Quiere que les de unos putazos a los otros candidatos, don Carlos? ¿Qué si me despeino al hacerlo?
--¡No pendejo! ¡Quiero decir que te concretes a puras respuestas cortas! No elabores. Tú no das para más.
Aguspig Porkstens tomo el micrófono.
--Respecto a la política monetaria, ¿Cómo asegurarían ustedes la estabilidad cambiaria?
--Muy sencillo –comenzó Maciel--. Yo haría el diezmo obligatorio. Hacienda lo recaudaría. También aumentaría el IVA en un diez por ciento y el extra iría a la santa madre iglesia. Haría lo mismo con el resto de los impuestos. Eso va a retirar circulante e igualaran circunstancias. Ansina todos los mexicanos, excepto los curas, estarán rete jodidos.
Porkstens sacudió la cabeza. Recordaba bien las broncas que había tenido al aumentar el IVA.
--¿Pero eso como beneficiaria a la economía? ¡No entiendo!
--A huevo que beneficiaria la economía, de los curas, por supuesto, pero por lo menos habría un beneficiado, ¿verdad? Acuérdense: ¡la ley de Dios requiere que den el diezmo!
La respuesta de Diego fue críptica otra vez.
--¡Grrhhrrk ummpgggff pgnniff!
--Ah caray –dijo Porkstens que no entendió ni madres--. ¿Y que propone usted don Quique?
--¡No nos volverán a saquear! ¡Defenderé el peso como un perro! (Aplausos pregrabados.)
--¡Bravo! ¡Que respuesta tan patriótica la de don Quiquito! –aplaudió Chesburrito.
Otra vez, la cámara hizo closeup de Quiquito y este sonrío contento y hasta se aplaudió a si mismo.
Para finalizar, tomo el micrófono Guanito.
--Tengo varias preguntas. Primero, ¿que proponen como reforma política? ¿Cómo chingaos harán para quitar a la vieja esa que me quito el hueso en Iztapalapa y dármelo a mi? Y por ultimo, ¿vieron mi obra de teatro? ¿A poco no bailo chido?
Maciel tomo la palabra.
--Obviamente, gastamos mucho en las campañas políticas. Una vez que implantemos el reino de Dios en la tierra no habrá necesidad de elecciones o campañas o que se yo. ¡Se hará la voluntad del santísimo y este iluminara a los dirigentes de los mexicanos! Respecto al hueso que le quitaron y si baila oste chido, a mi que me esculquen. Yo estaba en el lago de mierda mientras pasaba ese desmadre.
Diego dio otra respuesta críptica.
--¡Hrrk gnnfff waaqkkr!
--¡La tuya cabrón! –reviro Guanito que solo sabia interpretar las cosas de una sola manera.
Quiquito sonrío a la cámara y espero a asegurarse de que esta le tomara un closeup.
--¡Política ficción! ¡Ni los veo ni los oigo! (Aplausos pregrabados.)
--¡Puta madre! –se oyó a Guanito maldecir sotto voce.
La cámara enfocó a Chesburrito. Atrás de él, en una gran pantalla, se veía la imagen de Quiquito. Se oían dianas.
--¡Extraordinaria la forma en que don Quiquito ha ganado este debate! --exclamó Chesburrito--. Ahí lo tienen, auditorio del canal de las estrellas. Don Quiquito es la opción obvia por la que los mexicanos decentes deben de inclinarse. Rechazamos el conservadurismo acendrado y también a los tabasqueños y generalotes que tanto daño le han hecho a nuestras instituciones. Después de todo, ¡el México de hoy se debe enteramente a sus instituciones! ¡Sin ellas no estaríamos ansina! Ahora, vamos a comerciales del osito diabólico…
XXIII. El Marciano
“Grim as a famished, wounded wolf, his lean neck in a chain, the Turk stands up to die.” – “Adrianople” – “B.K”
Navojoa, Sonora
Tenía varios días ya que los sonorenses habían llegado a su terruño.
--¿Y este maldito pueblote de donde salio? –preguntó con admiración Obregón.
--Quien sabe, no reconozco ni madre –admitió Calles--. El mesón de la Burra y la cantina de don Toribio ya no existen.
El dirigente del PRI local los recibió con toda clase de caravanas y les habilito una hacienda en las afueras del pueblo.
--Estoy seguro que aquí estarán a gusto, patroncitos. Tiene luz eléctrica y señal de cable para la televisión.
La primera orden de Obregón fue fusilar la caja idiota, cosa que hicieron con toda ceremonia los yaquis. De ahí pal real fue un besamanos constante. Los políticos iban y venían ofreciendo su lealtad y pidiendo hueso.
--Necesitamos comunicarnos con nuestro paisano don Beltrone allá en la capital –apuntó Obregón--. Búscate un telegrafista de confianza Plutarco.
No había tales en el pueblo. Plutarco regresó con un bulto.
--Álvaro, no te encabrones. Parece que ya no hay telégrafos. Ahora todo es por una chingadera que llaman el Internet. Mira, traje una computadora.
--¿Otra caja idiota? ¡No chingues! A ver, muchachos, ¡fusílenme esa cochinada!
Pero Plutarco le insistió y la PC no fue fusilada. Después de mucho batallar, Plutarco logro mandar un correo electrónico a don Beltrone. La respuesta vino luego luego y no era halagadora.
--Hay broncas, Álvaro. Don Beltrone dice que la mentada caja idiota esa nos anda calumniando y atacando. La borreguiza ya empieza a creerle y el chamaquito copetón ese avanza en las encuestas.
--Me lleva. Yo pensaba que iba a llevar la fiesta en paz. Mira, vamos a bajarle feria al PRI de la localidad. Luego te jalas para Agua Prieta y compras parque y armas. Vamos a tener que tomar la capital aparentemente.
--Esa es otra bronca. Los gringos anunciaron que no nos venderán armas.
--¡Me lleva la chingada! Me están haciendo manita de puerco y solo tengo una. ¡Igual le hicieron a Pancho esos gringos ojetes!
--Algo traen esos cabrones.
--Refuerza la guardia, Plutarco, todavía quedan yaquis por estos rumbos. Reclútalos.
Esa noche, los yaquis estaban visiblemente nerviosos.
--¿Qué trae la gente Plutarco?
--Quesque oyeron un tecolote cantar. Ya vide como son los indios.
Obregón se paseo entre su gente hablándoles en su lengua y calmándolos Pero aun así los indígenas seguían nerviosos.
Como a media noche un guardia fue despanzurrado. Agonizando, alcanzo a tirar un tiro al aire para alertar. De inmediato la guardia se despabilo. Los sonorenses se encerraron a piedra y lodo en la venta que era la casa grande de la hacienda.
--¿Qué carajos? –inquirió Álvaro. En su única mano traía una 45.
--Despanzurraron a José, jefe –le indico uno de los yaquis. La luna ilumino al muerto.
De pronto se oyeron más gritos.
--¡Hay un cabrón aquí dentro!
--¿Dónde? ¡No veo nada!
--¡Puta madre!
--¡Dios mío!
--¡Me muero!
--¡Madre!
--¡Ahí esta!
--¿Dónde?
--¡Que te digo que ahí esta!
Los yaquis vaciaban sus rifles frenéticamente. Varios se hirieron entre si. Finalmente, Obregón, maldiciendo, vacío la 45 en dirección adonde se veía una figura tenue.
--¡Muérete jijo de la chingada!
La figura empezó a sangrar profusamente un fluido verde. Varios yaquis lo vieron con más claridad y se le abalanzaron encima con sus cuchillos. Algunos murieron horriblemente. Pero al final la figura cayó postrada y se manifestó completamente.
--¡Este cabrón parece piñata!
--¿Qué chingaos es?
--¡Era invisible el cabrón!
Un yaqui le quito una mascara que portaba de un culatazo. Los sonorenses le vieron la cara con horror
--¡Que feo esta este hijoeputa!
--¡No es humano!
Para su horror, la criatura abrió sus ojos y se río mientras pronunciaba “hijoeputa” con voz metálica. Un aparato en su brazo comenzó a hacer ruidos.
--¿Y eso que chingaos es? –dijo Obregón inclinándose a inspeccionar el aparato.
Unos instantes después Obregón reconoció donde estaba. Ante él había un portón. Seboruco tomaba lista a una larga cola de difuntos. Un letrero arriba del portón de anunciaba: “Lasciate omnia esperanza voi qui entrate”. Obregón estaba de regreso en Infiernotitlan.
--¡Me lleva la chingada! --juro Obregón.
Junto a él estaba Plutarco y el resto de los yaquis.
--Lo bailado no nos lo quitan Álvaro. Francamente, se me hace muy jodido allá arriba. Estamos mejor aquí abajo.
--Ah, ya regresaron, señores –los recibió Seboruco--. Mi general Villa había estado preguntando por ustedes.
--¿Ah si? ¿Y que dijo ese cabrón?
--Quesque son ustedes puros coyones. Que le tienen miedo a él y sus muchachitos y por eso se juyeron arriba.
--¡Puta madre! ¡Ahorita le vuelvo a partir la jeta a ese cabrón!
Y seguido de sus yaquis, los cuales aventaban plomazos al aire, Álvaro y Plutarco volvieron a entrar a Infiernotitlan.
XXIV. Epilogo
“All’s well that ends well” -- Shakespeare
--Don Menfis –explico Sor Juana— en efecto, Mientosky da al copetón como punteando. Pero esas encuestas ya vide su merced como son.
--O sea, ¿está abajo?
--No dudo que tenga una ventaja sobre los mochos. Maciel y don Diego de plano se vinieron abajo a raíz del debate. Pero lo de la niña Paulette le ha hecho tanto daño al copetón que no dudo incluso que don Carlos este cavilando en darle sus lomas taurinas.
--O sea, mi gallo todavía tiene posibilidades.
--Definitivamente, licenciado. Los ataques al tabasqueño se han acendrado. Como dijo don Miguel de Cervantes, “si ladran es señal de que avanzamos”, licenciado.
--Bueno, por lo menos de algo sirvió mandar a Álvaro y Plutarco arriba.
--Definitivamente, licenciado, forzó al chupacabras y a sus patroncitos gringos a escenificar esa farsa ridícula.
--Y por cierto, ¿Qué del manco?
--Regreso a su hacienda, licenciado –explicó Viboriano--. Tanto él como Pancho se siguen peleando por el mismo puto cerro por el que han combatido por los últimos cien años. Claro, se matan entre si y luego se reviven pues ya están muertos.
--¿O sea que se divierten de lo lindo jugando a los soldaditos?
--En efecto, licenciado, Álvaro, sin embargo, quiere que le proporcione una de esas bombas nucleares portátiles como la que traía el marciano. Quesque ansina le dará una sorpresota a Pancho.
--Dile que se aplaque. No quiero esas chingaderas aquí abajo. Que se sigan matando como Dios manda con rifles y ametralladoras, a la antigüita como quien dice.
FIN
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