El Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra reúne a una serie de pueblos y comunidades campesinas a las afueras de la Ciudad de México, entre ellas a San Salvador Atenco.
En 2002 se generó un proceso de resistencia campesina al proyecto de un nuevo aeropuerto que los despojaría de sus tierras. Después de un fuerte proceso de movilización social, dicho proyecto fue cancelado. El FPDT se convirtió a partir de su lucha en defensa de la tierra en un referente nacional e internacional de los movimientos mexicanos.
El 3 y 4 de mayo de 2006 los pobladores de San Salvador Atenco sufrieron la represión del Estado mexicano que impulsó uno de los operativos policiacos más violentos en la historia del país, con un saldo de 2 jóvenes asesinados, más de 200 detenciones arbitrarias, fuertes violaciones a los derechos humanos de los detenidos que incluyeron brutalidad policiaca, irregularidades en los procesos y tortura y abuso sexual contra una treintena de mujeres detenidas. El caso represivo en San Salvador Atenco se ha vuelto emblemático ya que numerosos y diversos organismos defensores de los derechos humanos documentaron y difundieron dichas violaciones. Incluso organismos del Estado mexicano, como la Suprema Corte de Justicia han reconocido que dichas violaciones se realizaron. A más de cuatro años de los acontecimientos, 12 personas siguen presas injustamente.
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En 2002 se generó un proceso de resistencia campesina al proyecto de un nuevo aeropuerto que los despojaría de sus tierras. Después de un fuerte proceso de movilización social, dicho proyecto fue cancelado. El FPDT se convirtió a partir de su lucha en defensa de la tierra en un referente nacional e internacional de los movimientos mexicanos.
El 3 y 4 de mayo de 2006 los pobladores de San Salvador Atenco sufrieron la represión del Estado mexicano que impulsó uno de los operativos policiacos más violentos en la historia del país, con un saldo de 2 jóvenes asesinados, más de 200 detenciones arbitrarias, fuertes violaciones a los derechos humanos de los detenidos que incluyeron brutalidad policiaca, irregularidades en los procesos y tortura y abuso sexual contra una treintena de mujeres detenidas. El caso represivo en San Salvador Atenco se ha vuelto emblemático ya que numerosos y diversos organismos defensores de los derechos humanos documentaron y difundieron dichas violaciones. Incluso organismos del Estado mexicano, como la Suprema Corte de Justicia han reconocido que dichas violaciones se realizaron. A más de cuatro años de los acontecimientos, 12 personas siguen presas injustamente.