Hoy Oaxaca constituye uno de los principales botines de las empresas transnacionales de energía, mineras y de construcción.
Carlos Manzo
En días pasados la secretaria de Energía de México, Georgina Kessel Martínez, amiga de Felipe Calderón, expresó que la oposición a los parques eólicos en el istmo de Tehuantepec, especificamente en Unión Hidalgo, “son cosas del pasado”[1], a propósito del anuncio de la proyectada y autorizada construcción de dos nuevos parques eólicos en el paraje denominado 'Piedra Larga', precisamente en las colindancias del lado norte de los bienes comunales de Juchitán con el ejido La Venta, esta última también Agencia Municipal de Juchitán, Oaxaca en donde con permanente oposición de comuneros y violación de los derechos ejidales, agrarios e indígenas de la comunidad se han llevado a cabo hasta ahora 4 etapas del denominado megaproyecto Corredor Eólico del Istmo (CEI), a saber, La Venta I, II, III y IV.
Desde el periodo de Vicente Fox, en que Calderón figuraba en el actual cargo de Kessel y el finado Mouriño en la Comisiónn de Energía de la Legislatura federal, se entregaron sendas concesiones a empresas españolas como GAMESA, PRENEAL, IBERDROLA, ENDESA, EURUS, entre otras, aprobándose por parte de la SEMARNAT los Manifiestos de Impacto Ambiental que con muchas irregularidades, insuficiencias e ineficiencias les fueron presentadas entonces por las filiales mexicanas, auténticas prestanombres, de dichas Empresas Transnacionales (ETN). En abril de 2007, después del baño de sangre al movimiento social oaxaqueño representado por la radicalizada oposición de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), frente a una manifestación en contra del CEI, Calderón y Ulises Ruíz inauguraban una de las etapas del megaproyecto eólico en La Ventosa en donde hasta la fecha se manifiesta la oposición de la comunidad por la falta de pagos por arrendamiento, auténticos despojos de tierras por parte de las empresas.[2]
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Desde el periodo de Vicente Fox, en que Calderón figuraba en el actual cargo de Kessel y el finado Mouriño en la Comisiónn de Energía de la Legislatura federal, se entregaron sendas concesiones a empresas españolas como GAMESA, PRENEAL, IBERDROLA, ENDESA, EURUS, entre otras, aprobándose por parte de la SEMARNAT los Manifiestos de Impacto Ambiental que con muchas irregularidades, insuficiencias e ineficiencias les fueron presentadas entonces por las filiales mexicanas, auténticas prestanombres, de dichas Empresas Transnacionales (ETN). En abril de 2007, después del baño de sangre al movimiento social oaxaqueño representado por la radicalizada oposición de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), frente a una manifestación en contra del CEI, Calderón y Ulises Ruíz inauguraban una de las etapas del megaproyecto eólico en La Ventosa en donde hasta la fecha se manifiesta la oposición de la comunidad por la falta de pagos por arrendamiento, auténticos despojos de tierras por parte de las empresas.[2]