El pasado 15 de septiembre, en medio de una lluvia torrencial, desde el tradicional balcón de Palacio Nacional, y una ceremonia fastuosa que conmemora el episodio protagonizado por el padre de la patria, Miguel Hidalgo, Felipe Calderón dio el Grito por los 202 años de independencia de México.
En una plancha del Zócalo atiborrado de gente empapada -a pesar de los miles de paraguas-, un pequeño grupo de jóvenes, enérgico e impasible, gritaba sin cesar: “¡Fraude! ¡Asesino!” Uno de ellos apuntó al rostro de su presidente con un láser verde, y así “manchó” lo que de otra forma fue un evento sin contratiempos.
En ese grupúsculo no estaban todos los que fueron. No estaban miles de jóvenes que solo unos meses antes fueron señal de esperanza, de un despertar ciudadano. Ni todos los que abuchearon a Peña Nieto en la Ibero un ahora casi olvidado día de mayo cualquiera.
No estaba tampoco esa juventud que parecía haber pasado del bostezo y la indiferencia, a la acción y transformación de su país. Su bandera: la democratización de los medios, quedó donde siempre. Lejos de ellos, de los jóvenes.
Y es que la primavera juvenil pasó a ser otoño de frustración cuando Enrique Peña Nieto llegó a la presidencia, cuando el movimiento YoSoy132 se disipó, se atomizó, casualmente cuando los estudiantes regresaron a clases.
Hay que aceptarlo. El reclamo y decepción son directamente proporcionales al tamaño de las expectativas que, justa o injustamente, generaron los jóvenes cuando a pasos agigantados ganaron terreno en la arena política y se convirtieron en un posible factor de cambio en las elecciones presidenciales.
Pareció entonces que México se sumaba a las revoluciones lideradas por jóvenes que lograron derrocar gobiernos autoritarios en Egipto, Túnez, y contribuir a la democracia como en Chile.
¿Qué pasó con ese movimiento que reunió en un mismo asfalto a una juventud plural, activa e inconforme? ¿Dónde están esos jóvenes que se desgarraron la garganta, las piernas y el sueño, desafiando un sistema que los alienó e ignoró por tanto tiempo?
Regresaron a clases, dejaron las calles; algunos siguen escribiendo manifiestos y lanzando consignas y rayos láser color verde, pero el movimiento parece haber recibido el beso de la muerte.
José Ignacio, de 24 años, argumenta que era inevitable porque los integrantes tenían poco en común.
“¿Qué movimiento va a haber, si nada tiene que ver la forma de pensar ni de actuar de un estudiante del Fes Zaragoza que lidió toda su vida con drogadicción, pobreza y delincuencia; con uno de la Ibero que creció en las condiciones más cómodas”, sentencia el estudiante de comunicación.
En efecto, las fracturas, la polarización, la indefinición y la consecuente disgregación en células que abanderan luchas y objetivos distintos, además del desánimo contagiado por una revolución no consumada, son factores que podrían explicar el desenlace.
El profesor de la Ibero Pablo Reyna estaba allí cuando todo empezó. Aquel 11 de mayo un grupo de estudiantes había organizado la protesta sobre los episodios sucedidos en San Salvador Atenco para la visita de EPN a la Ibero.
Aquel “viernes” negro fue el día en que el priista fue recibido en las instalaciones de una universidad privada nunca antes conocida por su activismo político, por gritos y denuncias. Fue un episodio casi irrisorio que llevó a EPN a los baños de las instalaciones abrumado por la furia de los estudiantes.
Estaba Pablo Reyna junto con otros cientos que se organizaron para confrontar al entonces candidato del PRI y jamás anticiparon el efecto dominó que desató la expresión de su inconformidad, en un momento en el que “solo se esperaba que el destino los alcanzara”.
“Los primeros días después del 11 de mayo, andar por los pasillos de la Ibero era como pescador que llega a puerto, todos tenían sus historias de mar que contar, de cómo habían vivido el 11 de mayo y los días siguientes que dieron vida a YoSoy132”.
Un debate presidencial, un fallo del Tribunal Electoral que validó la elección y la victoria de Peña Nieto, 150 asambleas universitarias a lo largo del país, una identidad pegada a la cifra 132, y una gran interrogante sobre el futuro del movimiento, es el saldo de cuatro meses en los que fue posible vislumbrar otras realidades.
“El golpe anímico es durísimo para todos, es desilusionante y de ahí vienen muchas criticas al movimiento Yosoy132, (…) hubo un grupo de gente que se emocionó con la efervescencia del 132 que puso su esperanza en el movimiento y salió a la calle para que EPN no llegara y no se logró”.
En este escenario un grupo de estudiantes de distintos perfiles, universidades y opiniones responden a la pregunta obligada: ¿Qué sigue?
Qué sigue en muchos sentidos. En lo político, en lo moral y en lo social. En el rol que tendrán como jóvenes después de un intenso verano de activismo, protesta, campañas y un presidente electo.
¿Qué sigue ahora que entramos al periodo “de gracia” de transición e incertidumbre política?
¿Qué sigue para los jóvenes mexicanos en un país donde la educación superior sigue siendo un lujo y solo 22 por ciento del sector juvenil tiene estudios universitarios? ¿Qué sigue para una juventud consciente y despierta pero con pocas oportunidades laborales?
De acuerdo con el último informe sobre educación realizado por la OCDE presentado la semana pasada, el panorama de educación y empleo para los jóvenes de 15 a 29 años es negro, las opciones son limitadas, y las perspectivas encontradas.
En un México con 7 millones 248 mil 400 jóvenes que no estudian ni trabajan, un 24 por ciento de la población juvenil son “ninis”. ¿Qué hacer? ¿Cómo y desde qué trinchera luchar por las convicciones políticas?
Los protagonistas de esta historia responden.
Un nuevo pacto social
— Francesc Messeguer, estudiante de Comunicación de la Ibero
Lo que sigue es sobrevivir, “a pesar de todo”.
El movimiento estudiantil pasa por su más grande obstáculo, la atomización.
Con los estudiantes de regreso a las aulas y cansados después de un intenso verano, “ya no nos da ni el cuerpo ni el tiempo, y ese es el gran reto”.
Para el estudiante de Comunicación de la Ibero la consigna es sobrevivir. Pero admite además que es importante que todos aquellos jóvenes inconformes con los resultados electorales sigan manifestando su descontento en las calles.
Considera necesario que permanezca ese contrapeso político que surgió en su alma mater. Pero meses después, afirma que la posición de la asamblea de la Ibero, es más moderada.
“En la Ibero reconocimos el triunfo de Peña incluso antes de las elecciones, ya nos lo imaginábamos, y lo veíamos venir, por eso YoSoy132, fue un aire de esperanza y un intento a muerte de conseguir lo contrario”.
La idea de los jóvenes que sorprendieron al país cuando repudiaron al entonces candidato presidencial del PRI en su campus, es de convertirse en una oposición real.
Sigue vigilar al presidente pero también de proponer cosas “menos viscerales como en el verano(…) Lo que sigue es seguir contagiando este afán de interés y de participación política”.
Lo que sigue también para jóvenes de universidades jesuitas como la Ibero y el ITESO, es trabajar en una agenda común.
“Es apostarle a lo sentimientos de la nación, un proyecto de una nueva constitución política en el que intentaremos recuperar el sentir de la gente” , agregó.
Menos Facebook, más protesta
— Ivan Benumeo, estudiante de Derecho, UNAM
Lo que sigue es alejarse del individualismo y egoísmo e intentar sumarse un trabajo colectivo. Para él, eso significa YoSoy132.
Pero lo que sigue también es consolidarse como una fuerte oposición a EPN, como un movimiento social que siempre cuestionará al poder, al PRI, y a las instituciones de este país, “porque esa es la virtud de los jóvenes”.
“Nuestro rol es estar atrás de EPN todo el tiempo,” admite el estudiante de ciencias políticas. “Salir a marchar en contra de una reforma y hacer una contra propuesta, seguir pidiendo resultados y nunca cansarnos.”
Para el estudiante de derecho los pasados tres meses de actividad política y protesta fueron una oportunidad para verter “toda esa indignación e inconformidad y convertirla en algo colectivo”.
“Y en ese sentido YoSoy132 fue un respiro a esta era donde el individualismo es lo que prevalece en este país”.
La postura de un gran número de estudiantes de la UNAM es desconocer a Peña Nieto como presidente de México y optar por acciones de resistencia y desobediencia civil como toma de casetas, marchas o la toma de instalaciones de secretarias de gobierno
“La clave estar menos tiempo en Facebook y más tiempo en marchas o asambleas”, concluye.
Hacer la tarea
— Cristina Guasch, estudiante de comunicación, Tec de Monterrey
Lo que sigue es simplemente seguir haciendo “lo que a los jóvenes nos toca”.
“Porque ir a la escuela, hacer tu tarea y no faltar a clases es también construir un mejor país, especialmente uno donde no todos tienen la oportunidad de acceder a la educación.”
Y cumplir obligaciones y funciones dentro de un sistema que deben de criticar, pero no ignorar.
En este sentido, la joven de 21 años espera que el movimiento estudiantil y sus integrantes sean más tolerantes con todos aquellos que difieren en su ideología y en la elección de su trinchera.
“Porque no todos rechazamos los mismo, y no porque alguien rechace algo diferente es menos importante”.
Por lo tanto, para la joven comunicóloga lo que sigue es aceptar que vivimos en una estructura, “que no tenemos que solaparla y aceptarla tal cual pero tampoco puedes dejar a un lado todos los planes que tienes”.
“Porque finalmente éstos planes y este futuro también son para México”.
Y es que para Cristina lo que sigue es ser una buena profesionista y estudiante, pero sin dejar de exigir a sus representantes. “Pero exigir no solo al escalón más alto hacia arriba sino en tu propia comunidad, en tu barrio, en tu colonia.”
Las elecciones ya acabaron y se aceptaron las resultados. A partir de eso, para Cristina lo que sigue es poner el ejemplo.
“Cumplir con nuestra chamba, educarnos para que cuando nos toque, nosotros no tengamos ningún pretexto”.
La frente con sudor
— Antonio Atolini, estudiante de Ciencias Políticas, ITAM, 22 años
Lo que sigue es articular una sociedad civil “que no esté en cócteles, o en hoteles de 5 estrellas, sino con la frente llena de sudor y las manos llenas de barro”.
Solo así se crea una verdadera ciudadanía y no una de simulación. Y esa es tarea de los jóvenes.
“Porque ser joven es una actitud, la de la transformación del tiempo y de las circunstancias que te rodean, tu escuela, tu barrio y de señalar las cosas por su nombre”.
Lo que sigue es que el movimiento logre una verdadera “operatividad” para así articular una red de sociedad civil que pueda posicionar una agenda en beneficio de la sociedad.
Es el momento de aprovechar este periodo de gracia, que es la transición política, dice Atolini, para articular un proyecto de tal magnitud. Porque de lo contrario “sería convalidar una simulación que se hace desde la sociedad civil.”
Porque si no definen como operar caerán en la misma simulación de la clase política que critican y contra la que se levantaron.
Esto es para Antonio lo que el YoSoy132 debería hacer, y lo que ya está haciendo el ITAM con proyectos de una reforma política, una ley de medios, un proyecto de seguridad humana y una plataforma y desplazamiento interno.
Pero el reto más grande es lograr que la clase política asuman a la juventud como un sector de la población crítico y pujante.
Ni razón ni emoción
— Cirse Camacho, estudiante de psicología, 21 años, UNAM
La joven marxista y fiel lectora de Antonio Gramsci no lo tiene claro. Lo que quisiera es encontrar un “punto medio, razonable y congruente” entre la vía institucional y la resistencia civil para seguir luchando.
“Ni todo racional ni todo emocional”. Sino encontrar un punto medio y la mejor forma de expresar su enojo, es lo que pretende.
Acepta que son muchos los errores cometidos. El más grande: la “indefinición”. De acuerdo con la joven activista, surge por el temor de un conflicto interno y por un afán apartidista.
“Esto generó que la gente se confundiera y nunca llevara a cabo acciones contundentes” contra la imposición”.
Pero los dados ya se echaron. Lo que sigue para Cirse, es entonces bloquear las reformas estructurales que pretende Enrique Peña Nieto. ¿Cómo? Esa es la pregunta a la que Cirse todavía no encuentra respuesta.
Mientras tanto, el diálogo con “los que están en el poder” va a ser básico.
¿Qué hay de la opción de radicalizarse? A pesar de que en el movimiento exista un grupo de jóvenes dispuestos a “tomar las armas”, es de acuerdo con Cirse, en realidad “poco factible.”
“México no esta para llevar a cabo acciones violentas porque ya hay demasiada muerte”, dice.
Ya no hay movimiento
— José Ignacio Valencia Robles, estudiante comunicación 24 años, Universidad Insurgentes
Para José Ignacio esto ya se acabó.
“Creo que el movimiento ya no existe. Se esta disgregando en diferentes grupos que están actuando de manera mas individual”, dice el joven integrante del Frente Oriente que a su vez agrupa a organizaciones sociales del oriente de la ciudad de México.
De acuerdo con José Ignacio las razones son obvias: las acciones debieron de haber pasado de ser protestas pacíficas a acciones más contundentes que realmente pusieran el fallo del Tribunal Electoral en duda.
Lo que sigue entonces es “atrevernos a enfrentar a las autoridades, a tomar instalaciones, a enfrentamientos directos.” Es la única opción para los jóvenes que no queremos “que se sigan burlando de este país”.
“Porque ya nos enseñaron que con el diálogo y utilizando sus mismos medios de comunicación no nos hicieron caso y ahí esta ese estúpido impuesto.”
El movimiento nunca pasó de ser estudiantil a ser realmente social, hay sectores de la población verdaderamente necesitados, el campesino, el minero, que tienen necesidades básicas y urgentes.
El movimiento se debilitó, de acuerdo con el comunicólogo por que los contextos y los las condiciones de vida de los individuos que lo conforman son demasiado dispares.
YOSOY132: DE PRIMAVERA MEXICANA A LA CAÍDA DEL OTOÑO
— Viernes 11 de mayo
EPN fue recibido en la Universidad Iberoamericana entre abucheos masivos.
— Lunes 14 de mayo
Los estudiantes de la ibero respondieron a las acusaciones que hicieron el PRI y Televisa el fin de semana que los calificó de porros, encubiertos que no eran estudiantes y provocadores enviados por otros bandos políticos con un video llamado ‘131 Alumnos de la Ibero responden’ en el cual muestran sus credenciales y se declaran ciudadanos libres.
— Miércoles 16 de mayo
Para este día ya miles de estudiantes de universidades públicas y privadas se habían solidarizado con los estudiantes que protestaron en la Ibero contra el candidato priista y nació el espíritu de YoSoy132.
— Viernes 18 de mayo
Yo Soy 132 hace sus primeras manifestaciones en Televisa Santa Fé y otra frente a Televisa San Angel para exigir un manejo imparcial de las elecciones por parte de la televisora.
— Miércoles 23 de mayo
Primer marcha nacional de YoSoy132 reúne a entre 20 y 30 mil estudiantes en la Estela de Luz así como otros miles en Estado de México, Nuevo León, Jalisco, Morelos, Querétaro, Campeche y Guanajuato.
— Miércoles 30 de mayo
Se realiza la primer asamblea del movimiento YoSoy132 con la asistencia de 7 mil jóvenes de alrededor de la República.
— Viernes 1 de junio
El IFE niega al movimiento la solicitud de gestionar el segundo debate de los candidatos presidenciales a realizarse el 10 de junio.
— Martes 5 de junio
Se lleva a cabo la Primera Reunión Nacional Inter-universitaria de Representantes y Voceros y tras 10 horas de debate YoSoy132 se declara anti-peñista por considerar que él es la cara actual del antidemocrático viejo régimen. También avalaron la demanda para llevar a juicio al Presidente Calderón por las 65 mil muertes que ha dejado la guerra contra el crimen organizado.
— Jueves 13 de junio
Celebran la ‘Fiesta por la luz de la verdad’ donde se criticó la actuación de televisa a través de los años pon proyecciones enfrente de Televisa Chapultepec.
— Martes 19 de junio
Se lleva a cabo el debate convocado por la organización donde asistieron Josefina Vázquez Mota, Andrés Manuel López Obrador Y Gabriel Quadri. Brilló por su ausencia Enrique Peña Nieto.
— Sábado 23 de junio
Se realiza Festival 132 -segundo festival musical en 2 semanas- con la asistencia de 50 mil personas donde tocaron Los de Abajo, Botellita de Jerez y nuevamente Panteón Rococó y Los Malditos Cocodrilos, entre o otros.
— Lunes 25 de junio
Voceros de YoSoy132 lanzan el lema-resumen #6DiasParaSalvarMexico junto con la agenda de acciones, marchas y eventos por un voto libre.
— Miércoles 4 de julio
El movimiento da su postura política ante la elección juzgándolo como un fraude electoral y envía un SOS internacional para evidenciarlo.
— Jueves 16 de julio
Los manifestantes tomaron pacíficamente los alrededores de Televisa para no permitir acceso ni salida a nadie durante el día y noche de la inauguración de los juegos olímpicos.
— Viernes 31 de agosto
Anunciaron movilizaciones masivas para simbolizar el ‘entierro de la democracia’ tras el rechazo del TEPJF de invalidar la elección.
— Jueves 6 de septiembre
Integrantes de YoSoy132 toman sede de gobierno de Veracruz en el DF en apoya a ésta comunidad que aseguran es constantemente agredida por autoridades del estado. También habían quienes protestaban por el fallo de la TEPJF.
— Sábado 15 de septiembre
Por la mañana integrantes del movimiento impidieron el cobro de peaje en las casetas de México–Cuernavaca y México–Querétaro en protesta del fallo del a TEPJF y para presionar a que se esclarezcan las cuentas electorales.
Durante el tradicional grito de independencia en el Zócalo los manifestantes de #YoSoy132 le apuntaron con un láser verde a la cara al presidente mientras se escuchaban fuertes gritos de ‘¡Fraude!’ y ‘¡Viva México sin PRI!’.
Camila Vallejo: Un caso de éxito
Camila se rebeló, salió a las calles y la siguieron miles, hasta conformar un importante movimiento de jóvenes en su país teniendo como bandera la educación y hoy, desde el sistema, como diputada del Partido Comunista, lucha por sus ideales.
La vicepresidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, quien fue electa “persona del año” por el diario británico “The Guardian” , se mantiene como una de las principales líderes de las movilizaciones estudiantiles del 2011 que protestaban el alza de precio de la educación superior en Chile.
En el año 2011, la carismática activista de 24 años realizó viajes por el extranjero y incluso visitó tierras aztecas este año alentando al movimiento YoSoy132 a “ser motor de transformación y afirmando que no es suficiente que la juventud se movilice, sino que se debía convertir en un movimiento social amplio”.
Su charla motivacional no logró cohesionarlos. Y eso que llegó en un momento de efervescencia del YoSoy132.
Hoy, la joven se perfila como la figura política joven mas prometedora de Chile e incluso tiene ante sí la opción de aceptar una carrera institucional, ocupando un curul en la cámara de diputados.
¿Qué habrán hecho ella y los jóvenes chilenos para lograr hacer la diferencia en su país? Es la pregunta que sigue.