La Cruzada Nacional contra el Hambre, anunciada por Peña Nieto en 
Chiapas, se dirigirá a los 28 millones de mexicanos que sufren de 
carencias de alimentación y a los 11.7 millones que hasta 2010 sufrían 
de pobreza multidimensional.	  
1. México, ¿quién lo 
duda? -repiten los poderosos- es el país de la democracia, de la 
libertad, de la igualdad: los gobiernos mexicanos del PRI, PAN, PRD, 
ejemplos en el mundo. ¿Cómo se podría copiar, exportar  nuestro modelo 
de gobierno que ha permitido crear familias multimillonarias que ahora: 
¡óiganlo bien!, encabezan las listas de Forbes, empresa mundial donde se
 exhiben a los hombres más ricos del universo? Recuerdo a un teórico 
francés con gran prestigio, especialista en partidos, que fue 
parlamentario, Maurice Duverger, que en su viaje a México en los 
setenta, preguntaba que cómo le había hecho el PRI para mantener un 
gobierno por tantas décadas y al mismo tiempo mantener la paz y 
tranquilidad en México. Parecía “una dictadura perfecta”. Esa pregunta 
fue muy importante para los que aún no entendíamos mucho y respetábamos 
al pensador y escritor europeo; pero hoy, después de 40 años, pienso que
 cualquiera puede responderla con muchos argumentos.
2. Hoy hemos conocido 
datos terriblemente alarmantes y hasta vergonzosos: “La magnitud de la 
población de México que sobrevive bajo la línea de la pobreza y bajo la 
línea de la indigencia es mayor a la que, en promedio, registran América
 Latina y el Caribe”. Hasta 2011,  el 36.3 por ciento de los mexicanos 
vivían en pobreza, casi siete puntos porcentuales más respecto al 29.4 
por ciento de la población latinoamericana que se encontraban en igual 
condición, según la CEPAL. Los mexicanos en indigencia representaron 
13.3 por ciento de la población total, cuando la media latinoamericana 
fue de 11.5 por ciento. De 40 millones 778 mil mexicanos que perviven 
bajo la línea de la pobreza y 14 millones 940 mil en la indigencia, al 
aplicarse los porcentajes referidos por la CEPAL con los 112 millones 
336.5 mil habitantes del país contabilizados por el Instituto Nacional 
de Estadística y Geografía (INEGI) en el último censo de población.
3. ¿Dirán en otros países
 que los mexicanos somos unos cobardes por permitir que México caiga 
hasta los últimos lugares de América Latina en pobreza, miseria e 
indigencia? O pensarán: Si los mexicanos que son nuestros hermanos 
mayores –que por su población son 5 o 10 veces más numerosos que 
nosotros- no luchan contra quienes los explotan y engañan, nosotros 
menos podemos hacerlo. Por lo menos desde los años ochenta México sufrió
 un desplome, sobre todo al entregarse con manos atadas a los EEUU. 
Quizá por eso dice el funesto cacique priísta Emilio Gamboa que en los 
dos sexenios panistas, por culpa de  los ex cancilleres: Castañeda, 
Derbez y Espinoza, México perdió el liderazgo que tenía en foros 
internacionales y que Peña Nieto impulsará una nueva era. Habría que 
preguntarle al cacique sexenal si se va a enfrentar el PRI de manera 
política a los yanquis para dejar de comer de la mano de Obama.
4. Pero por otro lado, 
ante la gravedad del problema de miseria e indigencia, se anuncia que 
hoy lunes 21 arranca una “la cruzada contra el hambre y la pobreza 
extrema” encabezada por el presidente Peña Nieto y la secretaria social 
(ex perredista) Rosario Robles. Dicen que se trata deresolver la pobreza
 alimentaria, al igual que lo hizo en 2003 el presidente brasileño Luiz 
Inácio Lula da Silva con el programa Hambre cero. Se informa que hay 41 
por ciento de mexicanos que padecen esta condición en forma leve, 17.7 
de manera moderada y 10.5 por ciento –8.3 millones de familias– en forma
 severa. Los municipios chiapanecos, como los guerrerenses, oaxaqueños y
 veracruzanos son igual o más miserables que el municipio de Las 
Margaritas, Chiapas. Pero no debe olvidarse que esta población es una 
base de  militantes de los zapatistas y la “cruzada” se convierte así en
 objetivo político del PRI.
5. El ex candidato 
presidencial de los progresistas, en su viaje programado a Chiapas un 
día antes de la “cruzada de Peña”, Andrés Manuel López Obrador, 
consideró “legítima y justa” la demanda del Ejército Zapatista de 
Liberación Nacional (EZLN) de que se cumplan los acuerdos de San Andrés,
 que firmó con el gobierno federal el 16 de febrero de 1996; pero 
lamentó que “Enrique Peña Nieto no muestre interés en respetarlos y en 
combatir la pobreza de la región y del país”. Dijo AMLO que su 
planteamiento ha sido desde hace mucho tiempo que se cumplan los 
tratados y “no ha habido nada en sentido opuesto”, al tiempo de 
manifestar su disposición de “ayudar en todo lo que signifique justicia y
 reivindicar de verdad la causa indígena”. La realidad es el gobierno de
 Peña busca “matar dos pájaros con  un tiro”: Demostrar que ni el EZLN 
ni López Obrador tienen la razón, porque el PRI está dispuesto a 
solucionar el problema de los indígenas.
6.  Observa nada más 
estos datos que hoy se hacen públicos: En contraste con México, nueve 
naciones (ocho latinoamericanas y una centroamericana) reportaron 
porcentajes de pobreza e indigencia entre su población, menores al 
promedio regional. El país con el menor porcentaje de pobres es Uruguay 
(6.5 por ciento), seguido de Chile (11 por ciento), Costa Rica (18.8 por
 ciento) y Brasil (20.9 por ciento). Incluso Perú y Ecuador presentan 
porcentajes menores que México, con 27.8 y 35.4 por ciento de su 
población en esta condición, respectivamente. En indigencia apenas 1.1 
por ciento de los uruguayos viven en tal condición, 3.1 por ciento de 
los chilenos, 6.1 de los brasileños, 7.3 por ciento de los ticos y 10.6 
por ciento de los colombianos, contra 13.3 por ciento de los mexicanos.
7. En México se han 
puesto en marcha mil un programas para combatir la pobreza: en 1962 la 
Conasupo que desapareció en 1999. En 1980 surgió el Sistema Alimentario 
Mexicano (SAM), en el cual participaron diversas instituciones, sectores
 y secretarías alcanzar la autosuficiencia alimentaria. En 1982 apareció
 el Programa Nacional de Alimentación, que sustituyó al SAM. En 1989 
Salinas impuso el Pronasol y Zedillo luego instauró el Progresa que con 
Fox se transformó en Oportunidades. Este programa es el de mayor 
cobertura seguido de Desayunos Escolares del DIF y Liconsa. La Cruzada 
Nacional contra el Hambre, anunciada por Peña Nieto en Chiapas, se 
dirigirá a los 28 millones de mexicanos que sufren de carencias de 
alimentación y a los 11.7 millones que hasta 2010 sufrían de pobreza 
multidimensional. ¡Mucho ruido y pocas nueces! El fracaso es evidente.
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