Álvaro Cepeda Neri
Con sus excepciones, el presidente en funciones del órgano colegiado que constituye a la Suprema Corte de Justicia de la Nación –integrado por 11 ministros desde el golpe judicial de Ernesto Zedillo– para desempatar la votación, por lo general, vota a favor de la resolución más antirrepublicana y antidemocrática, para mantener el criterio conservador y derechizante que ha venido caracterizando desde casi siempre y mayormente desde el viraje de interpretación y ejecución más anticonstitucional de los últimos cinco sexenios presidenciales: Miguel de la Madrid, Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón. Ahora es Guillermo Ortiz Mayagoitia. Apenas ayer Mariano Azuela. Los dos han escenificado, a plenitud, el papel que José Clemente Orozco plasmó en su mural en una pared del edificio de la Corte que tituló: La justicia y seis pillos con antifaz saquean expedientes, mientras la representante de la justicia es una cortesana: “mujer fodonga de cuerpo bofo, dormita risueña en su trono... instrumento de intereses particulares”, escribió Jorge Alberto Manrique, en Orozco, pintura mural (Fondo Editorial de la Plástica Mexicana).
Leer Nota AQUI