miércoles, 25 de junio de 2008

Debate UNAM

SUBINVERSIÓN ECONÓMICA, PRINCIPAL PROBLEMA DE PEMEX



* El especialista del IIEc de la UNAM, Fabio Barbosa Cano, dijo que se tienen ubicadas 75 áreas aprobadas, pero el programa de exploración está retrasado
* La disminución acelerada de reservas de Cantarell se cifra en la pérdida de nueve mil millones de dólares en este año, afirmó José Padilla Sánchez, de la FI
* La UNAM y el IPN son las únicas instituciones formadoras de especialistas en la materia y requieren mayor presupuesto, dijo Javier Arellano, también de Ingeniería
* El profesor de la FI, Fernando Samaniego Verduzco, mencionó que la recuperación óptima de los yacimientos en México es un área en la que se desperdicia el recurso



El problema de Pemex no es geológico ni de ingeniería petrolera, sino de subinversión económica, porque existen numerosos sitios explorados pero no se pueden desarrollar por esa limitante, aseguró el especialista del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM, Fabio Barbosa Cano.



En la mesa Exploración y Explotación en Materia Petrolera I, del Debate Universitario sobre la Reforma Energética, agregó que se tienen ubicadas 75 áreas aprobadas, pero el programa para su exploración está retrasado por la escasa o nula asignación de recursos.



Ante esta situación, lanzó un llamado, para que se aseguren mayores presupuestos para impulsar la investigación y desarrollar proyectos.



Asimismo, Ricardo José Padilla y Sánchez, jefe de la División de Ingeniería en Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ingeniería (FI), aseguró que la situación apremiante en Petróleos Mexicanos se cifra, por ejemplo, en que a finales de este año el yacimiento de Cantarell, que genera la mitad de la producción nacional, tendrá una baja del 16 por ciento.



Esa situación representa una pérdida de más de nueve mil millones de dólares o probablemente más a finales de este año. El crudo en esta zona, genera un millón 496 mil barriles diarios, detalló.



Otra de las preocupaciones por la que se propuso apresuradamente la reforma energética son las reservas. Se ha dicho que en Cantarell existen reservas probadas para 9.3 años, pero, en el libro de reservas de hidrocarburos publicado el 21 de marzo de este año por Pemex, se estipula que éstas se cuantifican al ritmo de la explotación, lo que significa que solamente alcanzan para 6.8 años.



Ello explica la realización de nuevas exploraciones en zonas como Chicontepec. Aunque se invierta en exploración, no significa que se refleje en producción, apuntó.



En su momento, el académico de la FI, Javier Arellano Gil, destacó que las instituciones públicas en México, como la UNAM y el Politécnico, son las únicas que cuentan con el personal académico e infraestructura para formar recursos humanos que puedan realizar “excelentes trabajos de exploración y producción petrolera”; por tanto, urgió a que a estas áreas se asignen mayores recursos.



El especialista recordó que durante años, las exportaciones del crudo han significado la principal fuente de recursos para las finanzas públicas. Además, detalló que, próximamente, la caída en la producción del petróleo, asociada a la declinación del yacimiento de Cantarell, afectará no sólo las ventas al exterior, sino a los propios ingresos.



Es importante, agregó, incrementar la exploración petrolera, pues reiteró que el 92 por ciento de la producción proviene de campos en “franca” declinación.





Por su parte, el profesor de la FI, Fernando Samaniego Verduzco, mencionó que la recuperación de recursos petrolíferos es del 36 por ciento.



Esta rama de la industria petrolera, la ingeniería de yacimientos, se dedica a los fluidos a través de medios porosos, que se encuentran en los yacimientos de aceite y gas en el país, explicó.



Este mecanismo de producción, es una gran oportunidad para incrementar la recuperación de aceite y separar los gases y demás elementos, pero es costoso, concluyó.



La mesa se desarrolló en auditorio Alfonso García Robles del Centro Cultural Universitario Tlatelolco, donde moderó Ignacio Antonio Salazar Arroyo, director de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, y como relator, estuvo Luca Ferrari Pedraglio, director del Centro de Geociencias.