PLAZA PUBLICA

7/OCTUBRE/2008
PLAZA PÚBLICA


MIGUEL ÁNGEL GRANADOS CHAPA

El asesinato del alcalde de Ixtapan de la Sal, ocurrido el sábado anterior, era en cierto modo previsible, pudo por ello ser evitado y sin embargo se consumó en circunstancias que deben ser investigadas con extremo cuidado. “La Familia”, la banda de asesinos surgida en Michoacán que se ha expandido a Guerrero y el Estado de México, había venido amenazando en general y en particular:

“Esto es para los que no creen”, dijo un mensaje de esa banda colocado junto a un hombre ejecutado, en mayo, en Ecatepec. Meses después, “Con la Familia no se juega, vayan preparando el traje con el que se van a morir”, fue la advertencia. No eran sólo palabras: fueron asesinados escoltas del Jefe de la Policía Ministerial y del Secretario de Gobierno. Tras el primer caso vino el amago expreso: “Sigues tú, Cuitláhuac”, dirigido al director de aquella Policía, Cuitláhuac Ortiz Lugo.

Varios presidentes municipales fueron amenazados también. Entre ellos, Vergara Cruz, cercano al gobernador Enrique Peña Nieto, a cuyo círculo estrecho pertenecía. Se dispuso que lo escoltara personal de la Agencia de Seguridad Estatal, que sin embargo no lo acompañaba el sábado, cuando el vehículo en que viajaba el Alcalde fue atacado desde dos automóviles de los que brotó la andanada de disparos. Trece de ellos mataron al Presidente Municipal y otros balazos hirieron a sus acompañantes, el Secretario y un regidor del Ayuntamiento. Se precisa establecer si la ausencia de los comisionados para proteger al Alcalde correspondía a un calendario de operaciones (era día de descanso y los viajeros provenían de Guerrero, razones por las cuales quizá la guardia no estaba en alerta), o si faltaron a sus deberes, por negligencia o eventual acuerdo con los asesinos.

Peña Nieto confirió gran importancia al homicidio de su amigo. Reunió el domingo a los presidentes del Congreso y del Tribunal Superior de Justicia, a los líderes parlamentarios y a los funcionarios a sus órdenes para lamentar la muerte de Vergara Cruz y anunciar acciones a fin de evitar la repetición de un suceso de esa gravedad. Fue explícito al anunciar que se establecerá “un blindaje a las autoridades municipales que hayan recibido amenazas del crimen organizado”. Pudo también dar cuenta de la detención de algunos presuntos implicados en el asesinato. Se trata de personal quizá contratado por “La familia” para el cumplimiento de sus amagos.

Originalmente brazo armado del narcotráfico, “La Familia” parece haber abierto nuevos cauces a su activismo. El secuestro está entre esas modalidades. Y la extorsión para evitarlo. Según se sabe, comerciantes de Ixtapan de la Sal viven esa pesadilla y se encuentran obligados a pagar cuotas de protección. De tal amago estaba al tanto el Alcalde.

Detenidos pocas horas después de asesinarlo, ayer lunes fueron presentados por el procurador del Estado Alberto Bazbaz Sacal (quien no hace mucho admitió que varios funcionarios de la Administración Estatal han sido también amenazados), 11 individuos de un total de 14. Se dieron los nombres de 12 de ellos, sin que se explicara la ausencia de tres y el anonimato de dos. Según informó el Grupo Reforma, “fuentes cercanas a la investigación presumen que dos de los detenidos y de quienes se omitieron sus nombres son personal de la Alcaldía”. Interrogado sobre si gente del Ayuntamiento habría estado implicada, el procurador Bazbaz eludió la pregunta. Fue, sin embargo, preciso al establecer como móvil del homicidio la negativa del edil Vergara Cruz para que grupos del crimen organizado se establecieran en Ixtapan de la Sal a través del narcomenudeo. El munícipe fue tajante y rechazó cualquier relación con las bandas delictivas”.

En la misma situación, amenazados por rechazar la actividad delictuosa organizada en sus territorios se encuentran al menos 11 alcaldes más: Ramón Montalvo, de Valle de Chalco; Juan Manuel Guerrero Gutiérrez, de Amecameca; Mario Moreno Conrado, de Ixtapaluca; José Luis Gutiérrez Cureño, de Ecatepec de Morelos; Víctor Manuel Bautista López, de Nezahualcóyotl; David Sánchez Isidoro, de Coacalco; Elena García Martínez, de Tultitlán; Vicente Alberto Onofre Vázquez, de Chalco, Adrián Fuentes de Hiuixquilucan; Manuel Ángel Becerril López, de Cuautitlán; y Francisco Arce Ugarte. Luvianos (Milenio, 6 de octubre).

La detención de los implicados en el caso de Vergara Cruz fue hecha por autoridades locales, en una de las dos averiguaciones abiertas sobre el homicidio. Además de la pesquisa de la Procuraduría mexiquense, la General de la República abrió otra debido a que las armas utilizadas para ultimar al Alcalde son del tipo cuyo uso está reservado al Ejército. Es posible que por ello, y por las implicaciones políticas surgidas del asesinato de un miembro relevante del grupo que gobierna el Estado de México, la indagación sea atraída plenamente por autoridades federales.

La violencia criminal ha crecido desaforadamente en esa entidad, y a sus expresiones no ha sido inmune el propio gobernador Peña Nieto. El año pasado fueron asesinados en Veracruz guardias que escoltaban a los hijos del Ejecutivo local, mientras descansaban en el puerto. Ha prevalecido la creencia de que el asalto al vehículo familiar fue un mensaje para Peña Nieto, el más activo de los gobernadores, pues no únicamente realiza las tareas propias de su puesto, sino que se afana en proyectarlas con el fin de labrarse una imagen de alcance nacional, a cargo de los contribuyentes mexiquenses.


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