¿Quiénes fueron?

Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

*Discurso de Calderón, de la democracia a la delincuencia
*Germán Martínez promete a Mouriño luchar contra la droga
*Incomprensible texto del padre del ex titular de Gobernación
*Instruyen a panistas a reforzar la hipótesis de un “accidente”
“El mentiroso siempre es pródigo en juramentos”.
Pierre Corneille

Después de conocer los discursos pronunciados en el homenaje que se le rindió a Juan Camilo Mouriño en la sede nacional panista las interrogantes se hacen presentes: ¿A qué juega el gobierno federal? ¿Cuál es el papel real de Felipe Calderón? ¿Qué es lo que realmente pretenden? ¿A dónde nos quieren conducir? Cayeron, tanto el michoacano como Germán Martínez, en juegos de palabras, en contradicciones, en párrafos que advierten que los enemigos de México pueden ser los delincuentes para saltar inmediatamente al señalamiento sobre las huestes de López Obrador. El líder panista marcó abiertamente a los narcos en su discurso. Y, de todo ello, no sale sin mención el propio progenitor del ex titular de Gobernación en la carta que publica en varios medios de prensa.
Una vez más, con el dolor a flor de piel, titubeante y con la voz entrecortada, Felipe Calderón rindió “un homenaje póstumo” a Juan Camilo Mouriño en la sede nacional del PAN. Ahí, a los gobernadores, de Guanajuato, Morelos, Tlaxcala, Querétaro, Baja California, San Luis Potosí y Jalisco; y a legisladores federales y locales, alcaldes y consejeros y dirigentes de Acción Nacional, les demandó dejar de una vez por todas “las mezquindades”, “las ruindades “y “los pleitos”, “que nos hacen perder elecciones”.
De nueva cuenta el Ejecutivo Federal se convirtió en el vocero de un dolor privado, anteponiendo ahora los intereses partidistas, como antes los sentimientos personales, a lo que significa gobernar al país.
Tras un larguísimo reconocimiento a su colaborador, a quien calificó de “invencible” “inderrotatable”, y “estratega de la victoria” (del 2006) y le otorgó la paternidad de la reforma del ISSSTE, la reforma de justicia, la suscripción del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la reforma a PEMEX e incluso la resolución del conflicto magisterial de Morelos, el inquilino de Los Pinos exigió a los panistas a “dejar atrás la muina, dejar atrás la pereza, dejar atrás la ambición y la envidia que tanto sufrió él (Juan Camilo Mouriño) y seguir luchando contra los enemigos de México”.
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