Afortunadamente, parece que por el momento han suspendido la profusa, difusa, arrogante y ridícula campaña que las autoridades del ISSSTE —seguramente contratando a una empresa privada, como es la moda panista— han recetado a los trabajadores al servicio del Estado para tratar de convencerlos de las magníficas oportunidades y beneficios que tendrán al aceptar el nuevo sistema de pensiones que se les ocurrió.
En aras de la transparencia sería muy conveniente saber cuál ha sido el gasto real en esta desastrosa campaña, en la que cada trabajador ha recibido entre tres y siete comunicaciones en magnífico papel, con excelentes colores pero muy poco comprensibles.
Seguramente los más felices con todo esto han sido las autoridades del Servicio Postal Mexicano porque les habrá redituado ingresos extraordinarios que, por cierto, según informan los medios, ha sido un fracaso que en cualquier parte del mundo llevaría a la renuncia de los responsables.
Según han comentado representantes de los trabajadores —porque la autoridad responsable hasta el día de hoy no se ha referido al respecto—, sólo 15% de ellos han aceptado el nuevo sistema, lo cual una vez más obligó a las autoridades a extender varios meses más el plazo para incorporarse al mismo.
Leer Nota AQUI