Manuel Camacho Solís
La tesis del Estado fallido puede convertirse en una profecía autocumplida si no se esclarecen sus motivaciones y se construye una respuesta política que saque a nuestro país del acorralamiento al que ésta conduce. La comparación con Paquistán no fue accidental; su sola mención pone los nervios de punta.
La situación de México no es comparable con la de Paquistán. Sin embargo, no se puede pasar por alto que en nuestro país están creciendo los riesgos de ingobernabilidad por el nivel de violencia en algunas regiones, la circunstancia económica y social excepcionalmente adversa, las limitaciones políticas y el desprestigio que provocan la corrupción y la penetración de las instituciones por el crimen.
La secuencia política está trazada. Primero vinieron las filtraciones desde los altos niveles del gobierno estadounidense. Siguieron las declaraciones coincidentes de altos mandos militares, policíacos y de justicia. Los medios, y particularmente de televisión, han puesto el tema en la agenda y presionarán al Congreso y a su propio gobierno.
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