Decreto violenta la Constitución
El año de la peste
Carlos Fernández-Vega
Por demás expedito y generoso ha sido el gobierno federal en atender las urgencias de las grandes empresas altamente endeudadas en dólares o con vencimiento de corto plazo en divisa foránea. Por instrucciones del inquilino de Los Pinos, en línea con lo ordenado por sus antecesores, todo el aparato financiero del sector público ha sido puesto a disposición de tales urgencias. Miles de millones del erario se han puesto al servicio de tal fin; voluminosas cantidades han sido negociadas en calidad de "línea de crédito" con el FMI o "swaps" con la Reserva Federal de Estados Unidos. Y como lo dijo el gobernador del Banco de México, por si alguien dudara de tales recursos, el propósito es claro: "proveer financiamientos a participantes del sector privado que enfrenten presiones para obtener recursos en dólares a plazo", en el entendido que las necesidades de los mexicanos pueden esperar aún más.
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