Quize publicar esto de un compañero Resistente, por que dice justo las palabras que no pude plasmar, por falta de concentracion o que se yo, pero esto es precisamente lo que queria expresar:
Comienzo a escribir esto, después de haber estado monitoreando, sobre todo en la Web -puff- un y mil medios; estuve también oyendo las transmisiones de Jacobo, desde la radio. Hay desde la información muy precisa, muy prudente, hasta información tremendista y carente –verdaderamente- de sustento. En los blogs que he estado revisando de gente de la resistencia hay más o menos una opinión generalizada: todo esto se está creando para causar miedo en la población, con el propósito de que se genere un estado de excepción conveniente para algún teje maneje del gobierno usurpador. Más o menos, yo tengo una percepción parecida, aunque creo que ésta tiende a variar y a ser ligeramente distinta. En particular, cavilando bastante sobre el asunto, llegué a esta conclusión: MI ESCEPTICISMO ES TAL, QUE RAYA EN EL DOGMA. Es decir, me mueve el piso pensar que -incrédulos, incapacitados para creer, bañados de escepticismo- seamos inhábiles para tomar una postura verdaderamente científica. Un escepticismo extremista es tan dogmático como el dogmatismo mismo. Yo, particularmente, pienso que el virus sí está propagado, pero tengo severas dudas sobre el origen del mismo y la forma en que se propagó, etc. Más allá de ello, me parece que es menester evitar caer en esta psicosis colectiva que lleva a gente –verdaderamente zafia (y decir que son zafios no es una valoración, es una descripción)- a hacer preguntas tan torpes como la siguiente: “Tengo un problema cardíaco, ¿soy más proclive a la influenza?” En fin, si sabemos que nuestro pueblo padece de una ancestral ignorancia, en lugar de jactarnos –vía nuestro estado en el Hi, por ejemplo- de que nosotros no estamos en ese grupito de gente mediatizada e ignara, ¿por qué no –mejor- nos aseguramos de 1) Fundamentar nuestras dudas, 2) Recolectar las pruebas empíricas que sustentan nuestros temores, 3) Utilizar medios y formas –menos jactanciosas- para ayudar al que está hundido en la psicosis? Estoy de acuerdo en que esto -muy probablemente- está siendo creado y orquestado con fines muy, muy obscuros, pero de allí a afirmar, categóricamente, que es así o –peor aún- afirmar que nadie ha muerto o que no hay virus, caramba, me parece esquizofrénico. Puede ser que esto sea toda una mentira, puede ser que no hay virus; pero puede ser que no. No lo sabemos y como no lo sabemos, lo mejor es, de entrada, tomar las medidas sanitarias mínimas en torno al asunto o ¿quieren que nos vayamos a marchar al zócalo para protestar sobre este gran timo colectivo? La respuesta es, obviamente, no. El explicar por qué en nuestro fuero interno decimos que no –dada nuestra ideología- es lo de menos; aunque para aquellos que no me entienden (puede que sea yo quien no se está dando a entender) lo explicaré: seguramente, cualquiera de nosotros –resistente como es- dirá: pues claro, no vamos a ir a marchar al zócalo porque eso es precisamente lo que el gobierno ha querido generar en nosotros: terror. Terror en nosotros y en los estudiantes de la UNAM. Cerrada la UNAM, enclaustrados los obradoristas, al gobierno no le quedan sino molinos de viento, ¿no es así? Pues sí, muy probablemente sí. Pero –reitero- como no lo sabemos, como no estamos cien por ciento seguros, en vez de andar rumiando públicamente a través de estas redes nuestra inconformidad, ¿por qué no, mejor, nos ponemos a buscar info, la recolectamos, la reunimos, nos mandamos links, desechamos aquella información que -de plano- es un hoax y tratamos de quedarnos con lo más fidedigno. Y entonces, ahora sí, empezamos a hacer deducciones (en la lógica de que el pensamiento deductivo, si bien elegante, si bien el culmen de nuestro intelecto; es también, falible). Y otra cosa, no dejemos de hacer nuestras actividades. Concentremos cierta atención a esto, pero no toda la atención. Seguimos teniendo mil cosas fascinantes por hacer, ¿no es así? Cierro recordando la duda metódica de Descartes: dudar después de dudar; dudar de nuestras propias dudas. Pues ésto es lo que quería decir. Saludos, ONATTA. P. D. Espero su lluvia de réplicas.