Millones de personas en nuestro país están enfermas. Con pena les informo o les recuerdo que mueren en México cada día más de 100 niños a causa de la desnutrición, de tos o de diarrea; en el sexenio pasado la Secretaría de Salud reconoció 40 mil muertes infantiles anuales. Si reconocen 40 mil, ¿cuántas serán?
Es urgente tomar medidas para que la influenza porcina y otras enfermedades no se propaguen en nuestro país. Debemos empezar por cumplir el derecho alimentario y al agua limpia, negado a más de 50 millones de mexican@s que padecen hambre y sobreviven en la pobreza y la miseria y que son los más vulnerables a contagiarse de fatales enfermedades debido a la desnutrición.
Estamos viviendo como en una película de ciencia ficción, en la que muchos tienen miedo, enojo, furia, frustración e incertidumbre.
Y me pregunto, ¿qué harán las familias mexicanas que no tienen recursos ni para darles desayuno a sus hijos y que éste se les proporciona en la escuela?, ¿no habría más control si los niños y jóvenes asistieran a sus centros educativos y fueran vigilados por personal médico experimentado?
En México la desgracia y la enfermedad rápidamente se convierten en bisnes. ¿Cómo olvidar a Mr. Fox cargando enchapopotadas láminas de cartón del negocio de los hijos de Martita?
Muchos negocios de la ciudad en las 48 horas recientes han sufrido bajas, menos las farmacias, que han aumentado sus ventas hasta en 500 por ciento. ¿Quién se está beneficiando de todo esto?, ¿quién tiene la concesión y distribuye los tapabocas?
¿Será el decreto presidencial emitido hoy, el intento de justificar la violación de nuestros derechos ciudadanos? ¿Será éste un ensayo de la suspensión de nuestras "garantías individuales"? ¿Qué hay detrás de estos operativos que nos producen terror? ¿Qué otras noticias fatales tendremos? ¿Qué más nos quieren quitar?
Para salir de la parálisis en la que el desgobierno nos quiere sumir, abracémonos, besémonos y después: ¡a hablar, a discutir y a exigir el cumplimiento de los derechos de tod@s, como única medida para recobrar la dignidad olvidada a golpe de corrupción, deshonestidad, ineptitud e ignorancia y para que las epidemias no se propaguen irremediablemente, en perjuicio de tod@s!
Ofelia Medina
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