Detrás de la Noticia
Sí, ya sé que debiera estar hablando del desastre que es la economía y la negrura que anticipa. O de los escatológicas revelaciones sobre la podredumbre de la política y lo bajo de los altos personajes. De cómo unos cuantos se han apoderado del país para medrar, para enriquecerse, para abusar del poder y de los más débiles. Peor aún, para aliarse con los criminales y hacer correr la sangre.
Tal vez debiera hablar de esas cosas. Sólo que hoy, si me perdonan, yo escojo al poeta. Aquel que de verdad ha tenido que ver con mi vida. El que se me ha quedado para siempre. Cuya obra se metió en mis entrañas para no irse nunca. Con el que aprendí a decir algunas de las cosas más lindas que pueden expresarse a una mujer: “Si te quiero es porque sos/ mi amor, mi cómplice y todo./ Y en la calle codo a codo/ somos muchos más que dos”.
O bien aquello con lo que uno podría darse para siempre: “Compañera/ usted sabe/ que puede contar conmigo,/ no hasta dos ni hasta diez/ sino contar conmigo”.
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