Con altanería, el secretario de Gobernación Fernando Gómez Mont reprochó al gobernador Eduardo Bours su altanería. Con esas actitudes simétricas están los dos funcionarios ocultando tras un pleito político las responsabilidades de sus gobiernos en torno a la matanza de 47 niños, ocurrida hace ya tres semanas.
El tono con que se increpan el funcionario designado y el Gobernador elegido se inserta en un clima de crispación al que no sólo no es ajeno el Presidente de la República, sino que es él mismo quien marca la pauta. El martes en Morelos, contrastando la buena conducta que atribuye a su correligionario el gobernador panista Marco Antonio Adame con la de otros gobernadores solamente aludidos pero en cuya descripción puede verse al de Michoacán Leonel Godoy, Calderón se mostró impaciente, destemplado. Es la misma tesitura que en su espacio y en su asunto corresponde a Bours, y a Gómez Mont en defensa de su jefe.
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El tono con que se increpan el funcionario designado y el Gobernador elegido se inserta en un clima de crispación al que no sólo no es ajeno el Presidente de la República, sino que es él mismo quien marca la pauta. El martes en Morelos, contrastando la buena conducta que atribuye a su correligionario el gobernador panista Marco Antonio Adame con la de otros gobernadores solamente aludidos pero en cuya descripción puede verse al de Michoacán Leonel Godoy, Calderón se mostró impaciente, destemplado. Es la misma tesitura que en su espacio y en su asunto corresponde a Bours, y a Gómez Mont en defensa de su jefe.