CAMPECHE, Cam. 8 de septiembre.- En medio de una tensa calma, este martes, los desalojados habitantes del poblado de San Antonio Ebulá realizaron un vano intento por regresar a ocupar los terrenos, donde hasta el 13 de agosto pasado, se encontraba su pueblo, sus casas, sus animales, sus árboles y donde dejaron más de 30 años de esfuerzo y trabajo de la tierra.
Acompañados por observadores internacionales, nacionales y regionales, así como por representantes de organismos defensores de derechos humanos e integrantes de la organización de la Sociedad Civil Las Abejas, de Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, Chenalhó, Chiapas, los ebuleños intentaron por la vía pacífica retomar sus tierras y comenzar con la reconstrucción de su pueblo.
El movimiento de retorno al arrasado pueblo comenzó desde las siete de la mañana, en los bajos del Palacio de Gobierno, donde los ebuleños se mantienen desde el pasado 14 de agosto, luego de que el empresario constructor, Eduardo Escalante Escalante, utilizara su maquinaria pesada y contratara a vándalos de diversas colonias para desalojar mediante la fuerza y el uso de la violencia a más de 60 familias que ahí habitaban, algunas con más de 40 años de antigüedad.
Utilizando camionetas de redilas y de carga, motocicletas y vehículos particulares, la comitiva compuesta por más de 200 personas, entre los desalojados pobladores, observadores y defensores de derechos humanos, partieron minutos antes de las nueve de la mañana, escoltados por decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y por los representantes de los medios de comunicación, que fueron testigos de todos los hechos.
Leer Nota AQUI
Acompañados por observadores internacionales, nacionales y regionales, así como por representantes de organismos defensores de derechos humanos e integrantes de la organización de la Sociedad Civil Las Abejas, de Tierra Sagrada de los Mártires de Acteal, Chenalhó, Chiapas, los ebuleños intentaron por la vía pacífica retomar sus tierras y comenzar con la reconstrucción de su pueblo.
El movimiento de retorno al arrasado pueblo comenzó desde las siete de la mañana, en los bajos del Palacio de Gobierno, donde los ebuleños se mantienen desde el pasado 14 de agosto, luego de que el empresario constructor, Eduardo Escalante Escalante, utilizara su maquinaria pesada y contratara a vándalos de diversas colonias para desalojar mediante la fuerza y el uso de la violencia a más de 60 familias que ahí habitaban, algunas con más de 40 años de antigüedad.
Utilizando camionetas de redilas y de carga, motocicletas y vehículos particulares, la comitiva compuesta por más de 200 personas, entre los desalojados pobladores, observadores y defensores de derechos humanos, partieron minutos antes de las nueve de la mañana, escoltados por decenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) y por los representantes de los medios de comunicación, que fueron testigos de todos los hechos.