Marcela Gómez Zalce
• Gritos y silencios
• El expediente Jacinta…
La ley, mi estimado, enreda al débil pero es rota por el fuerte. Con todo y el espectacular evento de luces, fuegos artificiales, pantallas de agua y de frívolos scripts televisivos sobre la alegría y el regocijado ánimo que envuelven a nuestras fiestas patrias, pareció que México se quedó sin grito en varias plazas del país y que la ciudad se quedó en casa entre la pertinaz lluvia y el monumental cerco de miedo, perdón, de seguridad que rodeó, como ya es costumbre, a Palacio Nacional en eventos donde asiste Felipe Calderón, quien se aventó la arenga celebrando de una vez el Bicentenario y el Centenario.
Leer Nota AQUI