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La Universidad Nacional Autónoma de México fue reconocida mundialmente con el Premio Principe de Asturias en la categoría Comunicación y Humanidades, en nombre de la comunidad universitaria el Rector José Narro Robles expresó en su discurso que dicho premio se otorga Condenó el escamoteo de los recursos a la educación que convierte a los pueblos en simples maquiladores, dependientes de lo que se genera en otras sociedades. El Dr. Narro demandó que es indispensable reivindicar el derecho a la educación, como un derecho fundamental de las sociedades.
Audio del discurso
Texto del discurso
Discurso del Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Premio de Comunicación y Humanidades
Asisto a esta ceremonia lleno de orgullo y agradecimiento, en representación de una Universidad cuyos orígenes se remontan a más de cuatro siglos y medio, que ha sido enclave de cultura y de saber, de defensa de las libertades y de la justicia, además de formar parte de la conciencia nacional.
Son millones los alumnos, académicos y trabajadores que pasaron por sus instalaciones a lo largo del siglo XX y de lo que corre del actual, ellos construyeron con su esfuerzo y compromiso, a la Universidad Nacional Autónoma de México.
En su nombre, en el de su gran comunidad, en el de los ex rectores y autoridades que me acompañan, agradezco profundamente a la Fundación Príncipe de Asturias y al jurado correspondiente, por reconocer la calidad del trabajo académico y el compromiso social de nuestra institución. A su Alteza, el Príncipe de Asturias, y a todos ustedes, les manifiesto el gran significado que tiene para nosotros esta ocasión.
Expreso mi reconocimiento a las personalidades y organizaciones que apoyaron a la UNAM. En especial agradezco al excelentísimo embajador de España en México, quien presentó la candidatura y manifestó siempre su convicción de que la Universidad merecía este premio. Gracias a todos los que creyeron que cumplía con los requisitos esenciales: poseer la máxima ejemplaridad y haber logrado una obra de trascendencia internacional.
Comparto esta distinción con los miembros de la comunidad de la UNAM aquí presentes y de manera especial con los miles de alumnos, profesores y trabajadores universitarios que, gracias a la maravilla de las telecomunicaciones, presencian esta ceremonia en mi país. La distinción es de todos ellos y de las generaciones que hicieron la historia, incluidos aquellos extraordinarios hombres y mujeres del exilio español que nos enriquecieron hace 70 años.
El premio que se otorga a la Universidad, es una gran motivación para reafirmar nuestro compromiso con la educación y las causas de la sociedad. Para el ser humano el conocimiento siempre ha sido importante, pero ahora es fundamental. No hay campo de la vida en el que no influya el saber. Por esto preocupa tanto el desinterés de algunos en la materia, como que en muchos sitios no sea una prioridad o que se le escamoteen los recursos para su generación y transmisión. Sin ciencia propia, sin un sistema de educación superior vigoroso y de calidad, una sociedad se condena a la maquila, a la medianía en el desarrollo.
Por ello resulta indispensable reivindicar el derecho a la educación. Por ello es necesario insistir y volverlo a hacer. La educación es vía de la superación humana, de la individual y la colectiva. Concebirla como un derecho fundamental es uno de los mayores avances éticos de la historia. Como bien público y social, la educación superior debe ser accesible a todos bajo criterios de calidad y equidad. Por eso duele que en el mundo de hoy, con sus grandes desarrollos, vivan cerca de 900 millones de personas que no saben siquiera leer y escribir.
A algunos les puede parecer que hablar de valores o de humanismo es asunto del pasado, del Renacimiento o del siglo XIX. Se equivocan. También lo es de ahora y del futuro. Frente al éxito quimérico, el egoísmo, la corrupción o la indiferencia, el mejor antídoto son los valores laicos de ayer y siempre.
Por esto, la crisis que enfrenta la población mundial requiere de una revisión a fondo de los valores que transmitimos a los jóvenes. Se debe hacer, en virtud de que la desigualdad y el rezago afectan en el mundo a miles de millones de personas. La modernidad debe traducirse en mejores condiciones para los excluidos de siempre. El verdadero saber no es neutro, debe estar impregnado de compromiso social.
Aprovechemos la oportunidad que nos ofrece el fracaso del sistema financiero, para proponer nuevos esquemas de desarrollo que permitan a los jóvenes recuperar la esperanza en un futuro más alentador. El gran reto consiste en alcanzar un progreso donde lo humano y lo social sean lo importante.
Concluyo con la reiteración del agradecimiento por la distinción que recibimos. Se trata de un aliciente que fortalece nuestro compromiso con la calidad de la educación y con las causas y necesidades de la sociedad.
“Por mi raza hablará el espíritu”
Rueda de prensa
Una vez concluida el acto de entrega de los Premios Principe de Asturas, los galardonados concedieron una rueda de prensa a los medios españoles, el Dr. Narro Robles en su intervención manifestó que como Rector de la UNAM se siente orgulloso de representar una comunidad universitaria que ha cumplido con la sociedad mexicana realizando un esfuerzo que no es producto de los últimos años, si no de siglos en contribuir en el desarrollo del conocimiento del saber y el estar universal.
Los retos de la UNAM en un mundo donde lo material es lo trascendente, se requiere contribuir desde las atribuciones de la institución con los valores humanistas, el saber universal, el compromiso con las nuevas generaciones que se estan formando, con las necesidades de la sociedad.
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