Marcela Gómez Zalce
Tener la conciencia limpia, mi estimado, es signo de mala memoria. Delicada la ola de rechazo al atraco en despoblado de la cínica dupla PRI-PAN que le ha recetado al contribuyente cautivo una descomunal madriza con la genialidad aprobada en San Lázaro.
Lo interesante es que para documentar la risa loca, el (des)gobierno de Felipe Calderón y su presumido equipo económico trataron de limpiarle la cara al PRI, my friend, sacando un simpático documento que responsabilizaba a Hacienda del 16% de incremento al IVA, como si la votación y sus números en San Lázaro no fueran el balcón de la traición, el agandalle y la mentira que glorificaron los gobernadores encabezados por Peña Nieto y la talentosa Beatriz Paredes.
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Lo interesante es que para documentar la risa loca, el (des)gobierno de Felipe Calderón y su presumido equipo económico trataron de limpiarle la cara al PRI, my friend, sacando un simpático documento que responsabilizaba a Hacienda del 16% de incremento al IVA, como si la votación y sus números en San Lázaro no fueran el balcón de la traición, el agandalle y la mentira que glorificaron los gobernadores encabezados por Peña Nieto y la talentosa Beatriz Paredes.