Como siempre; desde hace por lo menos 30 años México ha venido perdiendo, primero con las desviaciones del PRI y después con la inauguración de la corrupción en el PAN. La reciente aprobación del paquete fiscal es una agresión contra México, es también una estupidez, como todas las que han estado haciendo los últimos gobiernos del PRI y del PAN. La clase política mexicana es monumentalmente corrupta y estúpida; deberían de escribir un tratado en diez lecciones de cómo convertir a un país lleno de recursos humanos, energéticos, empresariales, estratégicos y de toda índole en un país de miserables empobrecidos, sumido en la violencia, en la inseguridad, en la indignidad, en la pobreza y en la ignorancia. Para eso son unos expertos nuestros diputados, senadores, funcionarios públicos-que no funcionan-supremos magistrados, etc. etc. La clase política mexicana ha probado hasta la saciedad su total ineptitud, su cínica corrupción y su valemadrismo. Está llegando el momento de ser barridos por inservibles, por inútiles, por parásitos; desde el presidente de la república hasta los funcionarios burócratas menores en todas las dependencias federales. Hay algunas excepciones, como siempre, muy pocas: Están los representantes del PRI de Coahuila, con su gobernador Humberto Moreira Valdez; principalmente, algunos pocos del PAN como Javier Corral, algunos del PRD, como Pablo Gómez y otros más, que no se prestaron para cometer el último atraco-porque es una larga cadena de atracos- a la nación. Dan vergüenza las dirigencias de la mayoría de los partidos políticos; Manlio Flavio Beltrones, Beatriz Paredes, Gustavo Madero,-que sigue denigrando el apellido-, Jesús Ortega, el corruptisimo niño verde, Emilio Gamboa y demás fauna corrupta.
Los priistas que se salieron del salón para no votar y darle así el triunfo al PAN se convirtieron en cómplices y pagarán irremisiblemente el costo político. Su salida infantil del salón no se le olvidará a la opinión pública. Nos encargaremos que no se olvide este atraco a la nación en las próximas elecciones.
Esta misma estupidez federal que hemos estado viendo y presenciando en estos años ha sido una constante en la historia de México, con algunas excepciones durante los siglos XIX y XX con presidentes como Benito Juárez, Adolfo Ruiz Cortinez, Adolfo López Mateos, Lázaro Cárdenas y otros. Todos los demás nos han fallado miserablemente. Esta misma estupidez federal hizo posible la pérdida de la mitad de nuestro territorio cuando teníamos de presidente y sufríamos a Antonio López de Santana.
Pues nuestro gobierno actual está lleno de Santanas destruyendo lo que quedó de México el siglo pasado. Nuestro presidente actual se la pasa ideando formas de acabar con el país; hasta parece que le está pagando el enemigo extranjero y nacional para hacer la labor que hacen todos los traidores. Pero él solo no podría hacer nada si no tuviera por lo menos muchos millones de mexicanos valemadristas que colaboran con él con su pasividad, porque para ellos es más importante el futbol y la “cheve” que la patria que se destruye en sus narices; la patria donde van a vivir sus hijos desempleados.
Los priistas que se salieron del salón para no votar y darle así el triunfo al PAN se convirtieron en cómplices y pagarán irremisiblemente el costo político. Su salida infantil del salón no se le olvidará a la opinión pública. Nos encargaremos que no se olvide este atraco a la nación en las próximas elecciones.
Esta misma estupidez federal que hemos estado viendo y presenciando en estos años ha sido una constante en la historia de México, con algunas excepciones durante los siglos XIX y XX con presidentes como Benito Juárez, Adolfo Ruiz Cortinez, Adolfo López Mateos, Lázaro Cárdenas y otros. Todos los demás nos han fallado miserablemente. Esta misma estupidez federal hizo posible la pérdida de la mitad de nuestro territorio cuando teníamos de presidente y sufríamos a Antonio López de Santana.
Pues nuestro gobierno actual está lleno de Santanas destruyendo lo que quedó de México el siglo pasado. Nuestro presidente actual se la pasa ideando formas de acabar con el país; hasta parece que le está pagando el enemigo extranjero y nacional para hacer la labor que hacen todos los traidores. Pero él solo no podría hacer nada si no tuviera por lo menos muchos millones de mexicanos valemadristas que colaboran con él con su pasividad, porque para ellos es más importante el futbol y la “cheve” que la patria que se destruye en sus narices; la patria donde van a vivir sus hijos desempleados.
Praxedis