De 2007 a 2009, Petróleos Mexicanos ha ocultado más de 75 mil millones de pesos en dos paraísos fiscales. El dinero proviene de utilidades generadas por la refinería Deer Park y el llamado Grupo PMI: 10 empresas constituidas en el extranjero por la paraestatal con carácter de “privadas”. La Secretaría de la Función Pública avala que la vigilancia del dinero en dicha red empresarial se haga sólo a través de “órganos de gobierno de Pemex”
En lo que va de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha manejado más de 75 mil millones de pesos fuera del presupuesto público, por órdenes de altos funcionarios de PMI Comercio Internacional. En las decisiones habría participado incluso la actual directora de esa filial, María del Rocío Cárdenas Zubieta.
La multimillonaria bolsa dispone de las utilidades que habrían generado entre 2007 y 2009 la refinería Deer Park –propiedad de Pemex y de la trasnacional Shell– y cuatro de las 10 empresas del Grupo PMI –todas constituidas por la paraestatal con carácter de “privadas”–, se desprende de dos indagatorias practicadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En esos tres años, el dinero se habría resguardado y operado en euros a través de cuentas bancarias privadas radicadas en el extranjero, especialmente en los paraísos fiscales de Holanda e Irlanda.
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En lo que va de la administración de Felipe Calderón Hinojosa, la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) ha manejado más de 75 mil millones de pesos fuera del presupuesto público, por órdenes de altos funcionarios de PMI Comercio Internacional. En las decisiones habría participado incluso la actual directora de esa filial, María del Rocío Cárdenas Zubieta.
La multimillonaria bolsa dispone de las utilidades que habrían generado entre 2007 y 2009 la refinería Deer Park –propiedad de Pemex y de la trasnacional Shell– y cuatro de las 10 empresas del Grupo PMI –todas constituidas por la paraestatal con carácter de “privadas”–, se desprende de dos indagatorias practicadas por la Auditoría Superior de la Federación (ASF).
En esos tres años, el dinero se habría resguardado y operado en euros a través de cuentas bancarias privadas radicadas en el extranjero, especialmente en los paraísos fiscales de Holanda e Irlanda.