
Un enorme operativo represivo fue instalado momentos antes de iniciar la marcha en punto de las cinco de la tarde, decenas de camionetas patrullas, motos, camionetas antimotines y varios camiones de granaderos se estacionaron en los alrededores y sobre la plancha del Monumento Álvaro Obregón, para que cientos de policías de la Secretaria de Seguridad Publica del Distrito Federal, armados y portando equipos antimotines descendieran de estos vehículos para formar una larguísima fila a un costado de la marcha.