Ciudad de México, 30 de Abril.- En entrevista con Javier Solórzano, Miguel Badillo, director de la revista Contralínea, atribuyó el ataque a la caravana en San Juan Copala a un grupo opositor perteneciente al Partido Revolucionario Institucional en el estado de Oaxaca.
Badillo acudió a dicho poblado para colaborar en las obras de rescate de sus dos colaboradores, Erika Ramírez –reportera- y David Cilia –fotógrafo-, quienes permanecieron desaparecidos más de dos días tras dicho ataque.
El director de Contralínea, junto con el padre del fotógrafo, encontraron a Erika y a David en la montaña, percatándose de las heridas de bala de éste último, por lo que fueron llevados a un hospital del poblado de Santiago Juxtlahuaca, Oaxaca.
Una caravana conformada por tres camionetas, donde viajaban Erika y David, fue atacada por un grupo opositor, por lo que los colaboradores de la revista, junto con otros dos activistas, se internaron en la montaña para evadir a sus agresores.
En dicho ataque fallecieron dos activistas, la mexicana Alberta Cariño y el finlandés Jyri Jaakkola, éste último había llegado a México dos meses antes para impulsar programas ambientales y servir como observador de paz, según la ONG Vocal, con la cual colaboraba.
Leer mas...AQUI
Badillo acudió a dicho poblado para colaborar en las obras de rescate de sus dos colaboradores, Erika Ramírez –reportera- y David Cilia –fotógrafo-, quienes permanecieron desaparecidos más de dos días tras dicho ataque.
El director de Contralínea, junto con el padre del fotógrafo, encontraron a Erika y a David en la montaña, percatándose de las heridas de bala de éste último, por lo que fueron llevados a un hospital del poblado de Santiago Juxtlahuaca, Oaxaca.
Una caravana conformada por tres camionetas, donde viajaban Erika y David, fue atacada por un grupo opositor, por lo que los colaboradores de la revista, junto con otros dos activistas, se internaron en la montaña para evadir a sus agresores.
En dicho ataque fallecieron dos activistas, la mexicana Alberta Cariño y el finlandés Jyri Jaakkola, éste último había llegado a México dos meses antes para impulsar programas ambientales y servir como observador de paz, según la ONG Vocal, con la cual colaboraba.